Un preso agrede con “puñetazos y patadas” a tres funcionarios de la prisión
Acaip ha denunciado los episodios violentos en la cárcel de Huelva desde principios de año y critica las deficiencias en la gestión y la falta de personal
El sindicato de prisiones Acaip ha manifestado su "preocupación" ante la escalada de episodios violentos en el centro penitenciario de Huelva desde principios de este año. Entre los sucesos, el sindicato destaca el sucedido el pasado 3 de marzo, cuando un interno agredió propinando "empujones, puñetazos y patadas" a tres funcionarios, que presentaron partes médicos por erosiones, inflamaciones y heridas contusas de diversa índole.
En un comunicado, Acaip también denuncia otro "grave incidente" ocurrido en febrero en uno de los módulos más conflictivos del centro. Dos presos "intentaron provocar desórdenes en dicho módulo, pero gracias a la rápida intervención de los funcionarios, el incidente no fue a mayores y pudo ser neutralizado".
También en el mes de enero se produjo otro incidente en el que un interno hirió violentamente a otro, pudiendo ser controlada la situación por los funcionarios intervinientes en ese momento.
Desde Acaip, sindicato mayoritario en Instituciones Penitenciarias y en el centro penitenciario de Huelva, creen que "la falta de criterio y la incapacidad por parte de la actual dirección a la hora de atajar y abordar este tipo de situaciones están siendo determinantes".
Del mismo modo, insisten en que es "inconcebible" que internos que han protagonizado incidentes violentos de cierta gravedad puedan permanecer durante semanas en el centro penitenciario "sin agilizar los procedimientos necesarios".
Ponen como ejemplo que en un mismo módulo "puedan residir internos sancionados, internos que acaban de ingresar, internos en aislamiento provisional, con internos con tareas laborales", todo lo cual, añaden desde el sindicato, "dificulta el trabajo cotidiano de los funcionarios, haciendo muy difícil el normal desarrollo de sus labores".
Por todo ello, el sindicato solicita "una mayor determinación" a la hora de abordar los problemas "reales del centro, que no son otros que los que preocupan a la inmensa mayoría de la plantilla", refiriéndose a "una evidente falta de personal, manifiesta descoordinación entre áreas e inhibición ante los problemas, lo que puede suponer riesgos para los trabajadores en un centro penitenciario".
