martes. 23.04.2024
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Puesta en valor de la OEI: la cultura y educación en Iberoamérica

Puesta en valor de la OEI: la cultura y educación en Iberoamérica

En vísperas del día de la Hispanidad, 12 de Octubre, Fiesta Nacional de España que se conmemora la efemérides histórica del Descubrimiento de América por parte de España, hecho que como todos sabemos supuso cambios trascendentales tanto en el Reino de España como en Europa, y por supuesto, en los pueblos de toda Latinoamérica, como presidente de la Academia Iberoamericana de La Rábida pretendo hacer una reflexión sobre la necesaria puesta en valor de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura es un organismo internacional de carácter gubernamental para la cooperación entre los países iberoamericanos en el campo de la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura en el contexto del desarrollo integral, la democracia y la integración regional, cuya y la de sus programas está cubierto mediante las cuotas obligatorias y las aportaciones voluntarias que efectúan los Gobiernos de los Estados Miembros y por las contribuciones que para determinados proyectos puedan aportar instituciones, fundaciones y otros organismos interesados en el mejoramiento de la calidad educativa y en el desarrollo científico-tecnológico y cultural.

Recojo algunas ideas del artículo publicado en el País, por Pilar Álvarez y Javier Lafuente el 18 de septiembre de 2014, y que titulaban: Latinoamérica tiene hambre de cultura. En él aportaban  una declaración de Álvaro Marchesi, secretario de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en agosto pasado, basándose  en las cifras del Ministerio de Educación de Venezuela que el acceso a la educación gratuita se situó en el 95,50% durante el curso 2011-2012 y aumentó hasta el 96,50% en los años 2012-2013. Explicó que el aumento de la inversión en educación en los países de Latinoamérica está ligado al crecimiento del producto interior bruto de la región, donde se sigue invirtiendo cerca de un 5,1% de media del mismo PIB en este sector.

También  recalcó que esta tendencia siguió en aumento en el periodo 2013-2014 y se estima que continúe en esa dirección. Venezuela tiene cerca de 10 millones de estudiantes en activo y es el segundo país de Latinoamérica en matriculaciones de estudiantes universitarios; cuenta además con más de dos millones de jóvenes que cursan estudios de nivel superior.

En febrero de 2014  la calidad de los programas educativos venezolanos ya fue reconocida por la Unesco, que considera que Venezuela tiene el segundo mejor sistema educativo de Iberoamérica, por detrás de Cuba.  

Ante esta realidad venezolana, y la de otros países hermanos, surge la pregunta evidente: ¿por qué los regímenes “totalitarios” dónde se produce tal hecho no  utilizan este “avance” educativo y cultural más que envidiable,  para que redunde en sus habitantes,  en pro de conseguir una mejor calidad de vida y alcanzar el estado del bienestar tan deseado y conseguido en Europa y que desgraciadamente, en nombre de una democracia corrupta, lo están dilapidando gobiernos insensibles y poco dados a cumplir promesas electorales, como el de España, Francia e Italia, por poner un ejemplo?

Pilar y Javier, ponen el énfasis en la información que se aporta desde la OEI, que “…el acceso, la calidad y la oferta de la cultura  en América Latina han aumentado en este siglo. Casi seis de cada 10 personas lo ven así y la mayoría valora también que seguirá creciendo. La música, el vídeo y la lectura son los hábitos favoritos, entre otras razones, porque son gratuitos y de fácil acceso. La primera gran radiografía latinoamericana muestra hábitos culturales de asiduidad regular o baja, especialmente en Centroamérica. Son 20 países de habla hispana, más Brasil, donde la media del Producto Interior Bruto (PIB) dedicada a la cultura está por debajo del 0.5%, mientras la presencia de Internet crece considerablemente (el 40% tiene acceso) y se convierte en una especie de contrapeso a las políticas oficiales.        

Estos son algunos de los datos más reveladores de la Encuesta Latinoamericana de Hábitos y Prácticas Culturales 2013, una vasta radiografía de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). La encuesta se ha realizado con 1.200 personas por país, y con un margen de error del 2%. Frente al optimismo de la población sobre la mejora del acceso y fomento de la cultura, la OEI da dos fuertes toques de atención a los Gobiernos. El primero tiene que ver con lo económico y la inversión en el sector y el segundo con el apoyo e impulso a los valores de la creación local o regional que contribuyen a la apropiación social de la cultura...”.

Es en este sentido, la Academia Iberoamericana de La Rábida que me honro en presidir, como corporación de Derecho Público con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, tiene como finalidad fundamental el fomento de la investigación, el desarrollo y la innovación y, específicamente, la promoción y la divulgación del conocimiento en cualquiera de sus formas.

Sus actividades  se basan en el estudio de cualquier tema histórico, literario, artístico, científico o técnico, relacionado con la cultura y la sociedad andaluzas, así como en la interrelación entre éstas y la cultura y la sociedad iberoamericanas, con el convencimiento de que el reconocimiento del valor que la diversidad cultural representa para el desarrollo de las personas y de nuestras sociedades, favorecerá un incremento de los intercambios culturales, artísticos y científicos entre los países iberoamericanos, a través de mecanismos que garanticen la preservación de nuestras identidades. Esta fecha, 12 de octubre de 2014, es buena para incidir en los apoyos a la educación, la cultura y las ciencias-propósitos citados ut-supra- y por ello quiero dejar patente, entre otras, dos  cosas:

Alguien  dijo: “…Si podemos ver más allá es porque estamos subidos en los peldaños de una escalera construida por aquellos que nos han precedido…”. Por ello, por la propia filosofía de la Academia, no descartamos que en ese afán de colaborar permanentemente con el mundo iberoamericano, y en concreto con la OEI, identificar, reconocer  méritos y honrar a aquellas personas que se hayan distinguido profesionalmente en el mundo de las ciencias, artes y humanidades,  y que con su trabajo hayan contribuido al desarrollo, eficacia y excelencia de la actividad profesional y, al tiempo, a mejorar su reputación y su consideración en la sociedad andaluza, española e iberoamericana.

Todos conocemos la iniciativa que pretende que la UNESCO reconozca el valor de los Lugares Colombinos. ¿Se están moviendo suficiente e insistentemente las piezas para conseguir los objetivos deseados?  Sí pero hay que seguir insistiendo. Creo que es importante señalar que en los últimos tiempos, por fin, se han aunado apoyos sin ningún condicionamiento político. Nuestra Academia  a través de los diferentes actos que hemos organizado, concretamente entre  los años 2010 y 2014,  y a través de los medios de comunicación ha publicado manifiestos de apoyo de declaración de Patrimonio de la Humanidad de los Lugares Colombinos. Paralelamente, y teniendo en cuenta que entre los años 2009 y 2010 se inició en la mayor parte de los países iberoamericanos la celebración de los bicentenarios de las independencias una conmemoración que se extenderá hasta el 2021, queremos de forma decidida colaborar en la construcción del espacio cultural iberoamericano, en el que se contemple la ampliación de la participación de la sociedad en la acción cultural de  la Academia Iberoamericana de la Rábida con la creación  de  grupos de trabajo con el objetivo de estudiar en profundidad el DOCUMENTO PARA EL DEBATE, titulado El desarrollo de la Carta Cultural Iberoamericana elaborado por los Ministerios de Cultura de los países Iberoamericanos.

En definitiva, considero oportuna esta ocasión, con motivo de tan fecha señalada,  poner en valor, desde la aportación de nuestro pequeño grado de arena, la magnífica tarea que  desarrolla la OEI. Como reto o desafío, recordemos las palabras de  Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo, considerado como uno de los más destacados escritores de la literatura iberoamericana: “…hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres...”; y las del novelista, dramaturgo y escritor brasileño,  probablemente, el más leído del mundo, Paulo Coelho de Souza, “…cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio…”.¡ Que así sea!

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