Juega con ventaja
La designación de Juan Manuel Moreno como presidente del Partido Popular de Andalucía es una excelente noticia. Para esta formación supone haber dejado atrás un pasado ligado a Javier Arenas, un político que supo llevar al partido hasta lo más alto -no hay que olvidar que los últimos comicios electorales el PP ganó en esta comunidad autónoma-, pero que no pudo evitar que siempre lo relacionaran y vincularan con la rancia derechona.
Moreno, de procedencia humilde -con abuelo jornalero y padres emigrantes a Cataluña, como cientos de miles de andaluces-, representa esa savia nueva, imprescindible y hasta cierto punto ya necesaria, que se debe tener para afrontar con éxito los difíciles retos que Andalucía aún tiene pendientes de afrontar y superar.
Eso sí, en esta carrera de obstáculos que se le pronostica hasta las próximas elecciones autonómicas, hay que reconocer que parte con cierta desventaja. La siempre bien engrasada maquinaria electoral socialista ya se adelantó hace algunos meses a los obligados pasos que tenía que dar el PP-A para sustituir a Arenas. Por el arte del birlibirloque cambió de la Presidencia de Andalucía a un desgastado José Antonio Griñán, directamente implicado en el caso de los ERE que tramita la jueza Mercedes Alaya, por Susana Díaz, cuando lo democrático hubiera sido dar por finalizada la legislatura y convocar nuevas elecciones en Andalucía, porque es evidente que ningún andaluz votó a esta joven socialista sevillana para que fuera la presidenta de esta comunidad. Desde el pasado mes de septiembre, la primera mujer que preside el consejo de gobierno andaluz, está obteniendo unos beneficios electorales extras que socavan y debilitan cualquier intento político serio de alternancia de poder en esta comunidad.
El nuevo candidato del PP-A ya parte en desventaja en la carrera por gobernar desde el Palacio de San Telmo, y es evidente que desde el ámbito institucional y mediático, los obstáculos serán continuos a partir de ahora. Pero si nos atenemos a como se encuentra Andalucía después de tantos años gobernando el PSOE, es posible que el vuelco electoral deje de ser una quimera y se convierta en una realidad tras el recuento de votos en las próximas elecciones; una convocatoria electoral que, desde mi punto de vista, Susana Díaz debería convocar cuanto antes, ya que me parece que el sillón que ocupa en estos momentos no se lo ha ganado donde debe.