domingo. 19.05.2024
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El precio de la droga sale indemne de los récords de incautación de alijos en Huelva

Los fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ponen a los narcos contra las cuerdas en Huelva. Incesante detención de bandas criminales organizadas asentadas en la provincia.
El precio de la droga sale indemne de los récords de incautación de alijos en Huelva

El cerco al que han sometido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a los narcos en Huelva no se ve extrapolado en el precio al que cotizan las sustancias estupefacientes en el mercado negro, ni tampoco existen datos oficiales ni oficiosos que puedan determinar a ciencia cierta cómo el jaque al que se ven sometidos los capos de la droga afecta al consumo. 

En el mes de Junio la Guardia Civil ha asestado continuados golpes al narcotráfico con exitosas macroperaciones que se han saldado con la incautación de importantes cantidades de drogas y el descabezamiento de bandas criminales que distribuían el hachís por toda Europa.

Sin embargo, los precios continúan invariables: la cocaína sigue rondando los 90.000 euros el kilo; mientras que el hachís (de una calidad mediana) se paga en Huelva a unos 2.000 €; unos 1.000 € si se trata de marihuana. En síntesis, precios que, en la última década, ha subido poco más que el Índice de Precios al Consumo (IPC).

Fuentes policiales destacan que, sin embargo, los precios y la escasez de productos sí que podrían resentirse en los mercados europeos.

En este sentido destacan que el precio del hachís es directamente proporcional a la distancia del país productor: Marruecos. En este caso, el kilo en el continente africano alcanza los 300 euros que se sextuplica nada más pisar suelo europeo (Cádiz o Huelva).

En el norte de España, el precio esta misma cantidad de droga puede llegar a cotizarse a 8.000 euros, mientras que en los países escandinavos puede alcanzar los 35.000. Los costes de logística y el riesgo que implica cada kilómetro que recorrer la mercancía desde su origen marcan el precio final del producto. 

La incautación de los pequeños o medianos alijos es algo que para los narcos entra dentro de costes inherentes del negocio. Son conscientes que un tanto por ciento de la droga que entra en el país será apresada por los cuerpos policiales.

No obstante, las últimas operaciones sí que le has supuesto un importante daño pues afectan a cantidades considerables. Para más inri, la operación ‘Estacazo’ logró desmantelar toda una red de distribución a nivel europeo donde Isla Canela era punto neurálgico de la entrada de droga en España.

La operación fue posible gracias a la coordinación de la Guardia Civil, OCON Sur, Crain (Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico y la Europol. 

La más reciente, en el día de ayer, se saldó con la detención de 26 personas; la incautación de 1 tonelada de hachís; 50.000 euros en efectivo; 9 embarcaciones, 8 de ellas recreativas y 1 semirrígida; 7 vehículos de alta gama, algunos de ediciones limitadas; 800 litros de combustible y una plantación de mariguana.

Cuando la droga si que ha cobrado máximos históricos ha sido durante el estado de alarma decretado para controlar la expansión del coronavirus.  La falta de movilidad de las personas hizo que los precios de las sustancias estupefacientes se triplicase dada las dificultades de logística de los narcos. 

Fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad precisaron a diariodehuelva.es que el confinamiento no sólo paralizó el trasporte de los grandes alijos si no que dificultó la venta de menudeo, lo que hizo escasear drogas como el hachís y la cocaína y, en menor medida, la marihuana, ya que existe una basto cultivo aquí en España.  

Las grandes operaciones de junio.

Al inicio del mes se incautaban mil kilos de hachís en una embarcación en Isla Cristina, mientras que pocas semanas más tarde se hacía lo propio en Huelva con  un barco que cargaba con 15.000 kilos de esta sustancia estupefaciente. 

La Guardia Civil no daba tregua a los 'narcos' y la operación ‘Estacazo’ se saldaba con el hallazgo en Sevilla de siete toneladas de hachís donde Isla Canela era un punto estratégico de la operación. En una finca rústica del municipio isleño se hallaba la guardería donde se alojaba la droga llegada de Marruecos para su posterior distribución a Alcalá de Guadaira (Sevilla) y, de ahí a Europa. 

A menor escala la Guardia Civil desmantelaba en Almonte una explotación de marihuana con 394 plantas. En ella un sofisticado sistema de conexión ilegal a la red eléctrica permitía no levantar sospechas en la factura eléctrica y, a la par, mantener las necesidades de iluminación, calefacción, riego y ventilación de esta planta.   

En Gibraleón en este mismo mes también se apresaba 12 kilos de cogollos de marihuana listos para distribuir en bolsas dispuestas para su comercialización.

La legalización, un tema peliagudo que genera controversia. 

Los últimos estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas  indican que el 49,7% de los españoles estarían a favor de que la venta de marihuana fuese legal en España, mientras que un 40,9 rechaza esta idea. Para más inri, el 90% está a favor de que se realice con fines terapéuticos.  

Y este cartel “terapéutico” es el que preocupa a las autoridades que comprueban con preocupación el incremento en el consumo de esta sustancia. Por otra parte, el cannabis se ha socializado y tanto en películas como en la cultura popular está calando el mensaje de que la ‘maría’ es un modo de ‘colocarse’ sin riesgos. Sin embargo, los estudios indican que el consumo continuado, tanto de hachís como de marihuana, está detrás de alteraciones respiratorias, cardiovasculares y procesos cancerosos; reducción del sistema inmunitarios o afección del funcionamiento de las hormonas sexuales. Pero más allá de las secuelas físicas podemos encontrar otras psíquicas que afectan al aprendizaje, la memoria y, en consecuencia, que afectan al rendimiento escolar o laboral de sus consumidores.