La Junta activa la alerta sanitaria tras diagnosticar un caso de fiebre del Nilo en un caballo de Almonte

La Junta de Andalucía ha activado en la provincia de Huelva el protocolo de actuación tras diagnosticar un caso de la fiebre del Nilo Occidental en un caballo de Almonte. La noticia no ha trascendido por la red andaluza de información ganadera sino que la ha publicado hoy el diario El País en sus páginas de sociedad. El hecho está provocando bastante revuelo entre los ganaderos, que aún recuerdan la epidemia de peste equina que a principios de los 90 causó estragos en la cabaña equina de toda la provincia de Huelva.

La Junta detectó otro caso en Casares (Málaga) a principios de este año. Consultada la web de la Junta a raíz de esta noticia, la Consejería confirma que el foco fue detectado en una explotación almonteña el pasado cinco de octubre.

Esta fase conlleva una alerta a los centros de salud de Almonte y zonas limítrofes para que estén alerta y comprueben si ha existido sospecha de alguna transmisión a personas. Ello obligaría a realizar comprobaciones con pruebas específicas y suspender incluso las donaciones de sangre.

La Unión Europea soporta en 2018 un verdadero problema con la fiebre del Nilo, con unos 1.400 afectados y 119 fallecidos. Hasta ahora el país más afectado ha sido Italia.

Si el virus acaba afectando a la persona en la mayoría de los casos es asintomático y se manifiesta con fiebre, malestar, dolores corporales y cansancio, muy parecidos a los de la gripe. Aunque en casos graves se pueden desarrollar encefalitis y meningitis.

No existe riesgo de transmisión de caballos a personas. La Junta informa en su web que el West Nile se transmite por la picadura de un insecto, tratándose generalmente de mosquitos del género Culex. El virus está presente en los mosquitos e infecta a las aves cuando éstos se alimentan. Las aves son consideradas reservorio de la enfermedad, actuando normalmente como portadores sanos, jugando un papel muy importante en la diseminación del virus. El mosquito infectado puede transmitir la enfermedad a équidos (especialmente caballos), aunque también es posible la transmisión a personas. Los mosquitos no se infectan al picar a los caballos, ni se transmite entre caballos y personas.

En los díptico informativos la Junta aconseja evitar salidas al exterior en las horas de máxima actividad del vector (mosquito). Retirar cualquier sitio potencial donde los mosquitos puedan criar, como son aquellos lugares o utensilios donde se pueda acumular agua. Existe una vacuna inactivada para su uso en équidos. Se aconseja el uso de repelentes contra mosquitos en personas durante su estancia en lugares con presencia de mosquitos.

Originario de África, el virus (West Nile Virus –WNV) se ha extendido por todo el mundo mediante la ayuda de aves migratorias. El mismo se transmite a los mamíferos por la picadura de diversos mosquitos ocasionando en los hospedadores finales, caballos y/o humanos, sintomatología neurológica que puede desencadenar incluso en la muerte. El WNV únicamente se transmite de aves a caballos o personas mediante mosquitos, no siendo posible la transmisión de caballo a caballo ni de caballo a personas.