Boris es el único futbolista del Recreativo que no entrena como juega

Nunca ha tenido el Recreativo de Huelva un delantero como Boris Garrós. No es el más técnico, ni el más móvil, ni el que mejor remata. Pero no se recuerda en el Nuevo Colombino un ariete tan completo y, sobre todo, tan capacitado para el cuerpo a cuerpo.

El poderío físico del atacante albiazul es tal que suelen ser los centrales los que pierden cuando van al choque. Porque cuando hay tres puntos en juego, Boris no hace prisioneros. Los defensas rivales lo saben y le temen. Pero también le admiran, porque no hay maldad en las acciones del goleador del Decano. Al contrario, da y recibe. Y siempre con nobleza.

Sin embargo, el propio Boris sabe que no puede actuar así en los entrenamientos. Pues de emplearse tan a fondo como en los partidos, corre el riesgo de lesionar a un compañero o lesionarse él mismo. De ahí que el barcelonés baje el pistón en las sesiones de trabajo. Es el único futbolista que tiene permitido no entrenar como se juega.