viernes. 26.04.2024
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Lieva descubre la ecohistoria profunda de Galaroza con la ‘Fiesta del Árbol’

La conciencia ecológica de los cachoneros hunde sus raíces en una de las primeras fiestas ecológicas de las que se tienen noticias, propiciada por la fiebre de replantación en España de principios del s.XX
Lieva descubre la ecohistoria profunda de Galaroza con la ‘Fiesta del Árbol’

La conciencia ecológica de los cachoneros hunde sus raíces en una de las primeras fiestas ecológicas de las que se tienen noticias, propiciada por la fiebre de replantación en España de principios del s.XX

Galaroza celebró una Fiesta del Árbol en 1908, un acontecimiento que demuestra el amor a la naturaleza y la conciencia ecológica de los antiguos. Revisando el legajo de festejos en el archivo municipal, la vista de los investigadores de la Asociación Lieva y El Manantial se dirigió a un libreto ya deshilado y deteriorado que en su portada indicaba ‘La Fiesta del Árbol’, y que está marcado bajo el expediente 3-A/7-37. Se descubrió así que, a principio de siglo, hubo una fiebre de replantación en España promulgada bajo un Real Decreto de 11 de marzo de 1904. Evidentemente Galaroza, enclavada en un vergel como estaba, no podría quedarse al margen. Sería una de las primeras fiestas ecológicas de la que se tienen noticias.

El entonces alcalde, José Conde Garrido toma la iniciativa y decide reunir a un grupo de eminentes cachoneros para organizar el gran evento de la Fiesta del Árbol. Sería algo hermoso, un gran acontecimiento al que serían invitadas las más insignes personalidades de la provincia encabezadas por la aristocracia, y el Gobernador Civil.

A la primera reunión serian citados, tal y como aparece en el Libro de Actas, además del alcalde y dos miembros de la corporación, el médico, Manuel Ruiz, el maestro, José Muñiz del Río, el cura párroco, Manuel de Cáceres y Romero, tres propietarios relevantes locales y un menor como representación de la juventud, Antonio González y González. Según el libro de Actas, en una nueva reunión celebrada días después se plantea la fecha definitiva. Debería de tratarse de un enorme éxito y un gran escaparate del pueblo ante los ojos visitantes. Era vital que los menores de la localidad participaran de forma masiva, por lo que se transmitió la celebración casa por casa. Además serían las Escuelas, las grandes protagonistas y coordinadoras del evento.

Llegó el magno día. La presencia del pueblo había sido reclamada el día 26 de enero de 1908, al mediodía, en los aledaños de la ermita del Carmen. Y con enorme riqueza descriptiva, en el Libro de Actas se registrarían y constatarían los hechos.

A la cabeza del acontecimiento iban los maestros, encabezados por José Muñiz del Río y Antonio del Águila Núñez. Tras ellos la Banda Municipal de Música de Antonio Trujillo Muñiz. Detrás, los concejales y miembros de la Casa Capitular con el Alcalde al frente y justo a continuación los niños y jóvenes cachoneros. Todos, en una especie de ‘procesión por la naturaleza’, cantaban el ‘Himno de la Bandera’, y el pueblo les seguía al unísono.

El gentío tendría su meta en el llano del paseo donde los niños se colocarían frente a hoyos ya preparados para colocar robustos plantones. Todos los niños participantes recibirían obsequios y José Conde, en calidad de máximo responsable consistorial, ofreció un discurso ante el pueblo y las autoridades engrandeciendo el valor e importancia de los árboles, impulsando la concienciación de los jóvenes. La nota negativa sería igualmente reflejada en el Libro, y es que el señor cura párroco había decidido no acudir a ‘La Fiesta del Árbol’ por no tener, a su entender, vinculación religiosa.

Esta fiesta se celebraría por primera vez en enero de 1908, pero seguiría celebrándose anualmente hasta que las autoridades gubernamentales de 1930, antes de la implantación de la II República, decidieron no convocarla; no obstante, en años posteriores ocasionalmente se celebrarían eventos similares.

La investigación forma parte de los boletines ‘Archivos y documentos cachoneros’, que la Asociación Lieva, junto a El Manantial, ha publicado gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento local.