La huelga no impide el entrenamiento, pero sí deja imágenes para la historia negra del Recre
Las imágenes lo dicen todo. Los jugadores de la primera plantilla del Recreativo arremolinados en torno a sus vehículos, algunos de ellos aparcados en doble fila, e intentando poner buena cara a la situación.
Los integrantes del cuerpo técnico comentando asombrados la jugada. El consejero Roberto Sánchez tratando de abrir la puerta de la Ciudad Deportiva, sin conseguirlo, y el presidente Manolo Zambrano buscando una solución a un problema al que sus ojos no daban crédito.
Así se encontraban los alrededores de la Ciudad Deportiva del Decano unos minutos después de las 17.00 horas, momento en el que estaba previsto el inicio de la primera sesión de entrenamiento tras las vacaciones navideñas.
La huelga indefinida de los empleados del Recreativo y la Fundación Recre había provocado que ningún operario acudiera a abrir la instalación. La incertidumbre se apoderó de los presentes, aunque finalmente, los técnicos encontraron el modo de abrir la puerta y el primer plantel pudo ejercitarse a puerta cerrada.
Eso sí, previamente, Juan Manuel Pavón reunió a sus hombres para ponerles al corriente de la problemática y solicitarles que mientras durase la huelga, se hicieran responsables de los utensilios personales (equipaciones, botas, tacos...) necesarios para seguir entrenando.
