La maldición de las extranjeras persigue al Cajasol Sporting
Buena parte del éxito del Cajasol Sporting radica en su conocimiento del mercado futbolístico español, lo que le permite fichar a grandes jugadoras con menos recursos económicos que el grueso de los equipos de la Primera División Femenina. Sin embargo, ni la suerte ni el acierto acompañan al equipo onubense en el mercado extranjero, al menos en lo que se refiere a la presente temporada.
Esta semana dejaba el club Valentina Asenova, tras llegar a un acuerdo con la entidad que preside Manoli Romero para rescindir el contrato que unía a ambas partes hasta el final de campaña. La centrocampista búlgara de 24 años ha tenido muy poca participación en el equipo desde su llegada a Huelva procedente del NSA Sofía, disputando solamente 194 minutos en diez partidos.
La jugadora de Bulgaria, internacional absoluta por su país, había ocupado la vacante dejada por otra futbolista extranjera, la italiana Martina Capelli, quien también alcanzó un acuerdo para rescindir su contrato con el Cajasol Sporting.
Previamente, la también italiana Verónica Napoli había seguido el mismo camino, después de no poder demostrar su valía por la falta de continuidad en entrenamientos y partidos debido a una cadena de lesiones. Y lo mismo le sucedió a la alemana Imke Wübbenhorst, al poco de empezar el curso como blanquiazul.
En contrapartida, sólo una jugadora nacional ha dejado el conjunto blanquiazul con la temporada en marcha. Se trata de Paula Perea, quien abandonó el Cajasol Sporting por motivos de estudio para fichar luego por el Real Betis de la Segunda División.
El fiasco en el mercado extranjero, sin embargo, le ha venido muy bien a la cantera, pues jóvenes talentos como Irene Rodríguez y, más recientemente, Cinta Rodríguez y Ainoa Haro se han incorporado al primer plantel, llegando a debutar en la Primera División Femenina.
