Errejón o las bases psicológicas de la denuncia
Todos nos quedamos escandalizados de la agresividad de las preguntas del juez Carretero a la supuesta víctima de agresión sexual caso Errejón). Parecía estábamos en un bar de carretera con ese tinte morboso y antiestético de la palabra y la acción.
Se intenta descalificar a la mujer con la intención de archivar el caso y aportando mensajes anteriores a la agresión que carecen de toda lógica. Respecto a si denunció a su ex pareja por maltrato no es el tema del juicio.
Si desde el punto de vista psicológico hay una tendencia a que se repitan parejas agresivas o acaso un trastorno de dependencia afectiva. Respecto a la afirmación de que hubo mensajes posteriores acaso hay una dependencia afectiva del agresor o síndrome de Estocolmo que cree en el amor romántico y que esa persona cambiará.
He escuchado a la supuesta víctima hablar en varias ocasiones de amor romántico y de la idealización de un personaje público. Los testimonios de otras víctimas son una gran evidencia y también la asistencia y ayuda terapéutica que está recibiendo el político.
Una ex novia afirmaba la adicción al sexo del denunciado. Por supuesto respetando la presunción de inocencia y esperando se esclarezca la verdad, es paradójico que quien niega las denuncias falsas sí diga que su caso es una denuncia falsa.
Se demoniza a las víctimas como desde el primer instante han llamado acosadora a la joven de Coria del Río y sin juicio y en este caso del político lo elevamos a los altares .Viendo al juez Carretero cada vez creemos menos en la justicia