LA COMUNICACIÓN Y LAS LIBERTADES INDIVIDUALES

La psicóloga y escritora Pilar Enjamio aborda en este artículo de un derecho fundamental, la libertad de expresión

La comunicación y comunicar en medios es lo más gratificante porque ayuda a concienciar y prevenir e influye en problemas sociales. Que nada ni nadie se atreva a callarnos la voz, pero debe respetarse un derecho fundamental como es la libertad de opinar y pensar siempre respetando al otro, pero con la bandera de la libertad.

Diario de Huelva lo cumple con creces, lo cual es de agradecer. Ningún medio me ha respetado como ellos. He visto en el pasado como mi artículo está modificado o añadido párrafos según la editorial. Una simple palabra cambia todo el contexto y lo que se pretende decir.

Pero no debemos ceñirnos solo a medios, sino a la vida en general. La comunicación y el razonamiento son la base del entendimiento. En hospitales, la empatía médico - enfermo debe ser crucial en su recuperación. El consentimiento es informarte de un tratamiento, y tú aceptarlo o rechazarlo. Lo he vivido en el Hospital Clínico de Compostela, con el máximo respeto y cariño al enfermo y respetando su libertad. No así en el Hospital de Conxo y en el privado HM Rosaleda donde la coacción, el amedrentamiento y la obligación de un tratamiento eran la tónica general. Pero se puede rectificar y cambiar a protocolos más humanos.

También en las relaciones de amistad o de pareja la comunicación y el respeto al espacio de cada uno, con el consenso, son claves para no enquistar problemas que luego se pegan como garrapatas y son difíciles de eliminar. El dejar para mañana lo que se puede hacer hoy puede pasar factura y hacer irremediable lo que tiene solución. Son muy importantes los debates y la diversidad de opiniones porque siempre hay un punto de encuentro, y son enriquecedores los distintos puntos de vista.

Somos seres libres y con libertad de opinar, pensar y actuar porque las decisiones en nuestra vida son sólo nuestras y merecen el mayor de los respetos. Constituyen un derecho democrático y, aunque no esté de moda, yo siempre defenderé la cultura de la vida frente a la cultura de la muerte y la protección de los más vulnerables, cono los mayores, niños y dependientes para que nunca sean objeto de maltrato.

Una sociedad progresista no lo será si no es humana.