ANTONIO DAVID, El NIÑO DE MORÓN AL QUE SU MADRE DEJÓ MORIR

La psicóloga y escritora Pilar Enjamio aborda en este artículo la actualidad de Antonio David, un niño que sufrió las consecuencias del trastorno mental de su madre

Antonio David era un niño con un alto grado de discapacidad al que su madre no le dio su medicación.

Afirma que ella no lo mató sino que el niño se murió y ella, en su trastorno de ideas delirantes, hace afirmaciones dispares y contradictorias. Una vez afirma que lo tiró a un contenedor, otra que lo enterró, hasta lo delirante de traerlo a Santiago de Compostela para que lo resucitara el Apóstol.

El juicio será en Enero y la Fiscalía pide que no vaya a la cárcel sino que se someta a tratamiento psiquiátrico. El padre del niño pide 20 años de cárcel.

Sinceramente, creo que la cárcel es compatible con tratamiento psiquiátrico. Es verdad que es un eximente su trastorno mental, pero la muerte de un ser humano no debe quedar impune y debe haber justicia, la misma justicia que no debió dejar el cuidado de un menor, con sus limitaciones, a alguien con una enfermedad mental que deforma la realidad y constituye un peligro para la vida de los que le rodean.

En era de cultura de la muerte frente a la cultura de la vida, alguien hablaba de muerte por compasión para que no sufrieran. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie. No existe la discapacidad sino la diversidad de capacidades. Todos tenemos limitaciones ya que destacamos en unas áreas y estamos cojos en otras. Merecemos la máxima protección y amor porque la felicidad está en lo sencillo.

Antonio David tenía que vivir la vida y disfrutar de cada amanecer, y reír y ser abrazado por los suyos. Su padre no volverá a verle, y eso es imperdonable. Me da pena un menor, un joven ser humano, pero no quien cometió un acto criminal y que el fiscal lo reduce a homicidio imprudente, cuando nada se sabe de la verdad de lo sucedido.