Uno de los nuestros

En ocho meses en el PP puede llegar la jubilación política del alcalde Pedro Rodríguez, ya que de no conseguir la mayoría absoluta necesaria para gobernar o en su defecto un buen resultado de UPyD que pueda apoyarle en su labor de gobierno, el voto de la izquierda hará lo imposible para que el bueno de Rodri pase a ser historia tras dos décadas al frente del Ayuntamiento de Huelva. Con 70 años pasaría a ser un jubilado más. No obstante, en el Partido Popular tienen la esperanza de que llegue a tiempo la reforma de Rajoy y se imponga que la lista más votada acabe con el bastón de mando de la Alcaldía, por lo menos durante el primero de sus cuatro años, a la espera de la necesaria moción de censura. Serán, pues, estas elecciones municipales muy importantes para el devenir del PP provincial y más para el número 14 de la lista, que verá cómo tiene casi asegurada la concejalía, bien como tope para la ansiada mayoría absoluta o como sustituto del jubilado Rodri.
Y no sólo el PP se la juega, diría que quienes más se la juegan son los ciudadanos y el futuro de progreso de la capital onubense. Huelva necesita olvidarse de los últimos cuatro años de parálisis política en todas sus instituciones y poder comprobar que tomándose su trabajo en serio los políticos son capaces de sacar adelante todo esto. Quedan ocho meses para la consulta electoral y parece que los partidos de la oposición municipal confían en que se mantengan sus números de 2011 y que el desgaste del PP acabe en 13 concejales. Aritmética pura y dura y todo arreglado. Ilusos. Entonces me viene a la memoria la imagen vivida en la jornada electoral de mayo de 2007, hace ya siete años, cuando momentos antes de ir a votar dos jubilados se paraban ante un puesto de periódicos de la calle Rábida para leer las portadas del día y tras ver lo que apuntaban sobre las elecciones le decía uno a otro: "Mira que lo ha hecho mal Perico (así se referían al alcalde Pedro Rodríguez), pero seguiremos votándole, al fin y al cabo es uno de los nuestros". ¿Aritmética pura? Cuidado con los números de la política, que con las cosas de comer no se juega.