Matías, un héroe invisible

Cada mañana, poco antes de las doce del mediodía, en el hermoso pueblo de Zufre, el silencio es interrumpido por el ruido de los cerrojos, y se abren balcones, ventanas y postigos, y los vecinos se asoman a la puerta. Y esperan.

Y a las doce en punto, saxofón en mano, sale Matías. Se lleva el instrumento a la boca y comienza a tocar. Suelen ser piezas antiguas, dedicadas a las personas mayores y sus nostalgias, pues son ellos quienes más las necesitan.

Gracias, Matías, a ti y a otros muchos héroes invisibles que nos hacéis más llevadera esta situación.