Una piscina para cada 48 onubenses: el chapuzón más disputado del verano
En la provincia de Huelva hay registradas 11.043 piscinas, lo que deja claro que bañarse es un lujo… o una cuestión de suerte, turnos y buen enchufe.
En verano, el calor onubense no da tregua. El asfalto arde, los toldos tiemblan y los ventiladores se rinden antes de mediodía. Y mientras la mayoría sueña con una zambullida, los datos echan el cubo de agua fría —aunque metafórico—: en la provincia de Huelva hay una piscina por cada 48 personas.
Sí, has leído bien. Según el Catastro, hay registradas 11.043 piscinas en la provincia. Si repartiéramos el derecho al chapuzón como si fuera una herencia, a cada grupo de 48 onubenses les tocaría una sola piscina. Así que, si este agosto no te han invitado a ninguna, no es que te hayan olvidado… es que las plazas están contadas como las sillas en una boda con presupuesto justo.
Las matemáticas no fallan. Con una población provincial que ronda los 535.000 habitantes, solo un 8 % podría estar a remojo al mismo tiempo. Claro que esto suponiendo que todas las piscinas estuvieran disponibles, llenas, en perfecto estado y —atención— fueran públicas, cosa que sabemos todos que no ocurre ni en las mejores películas de ciencia ficción.
Porque seamos claros: la mayoría de estas piscinas son privadas, muchas escondidas tras vallas, cipreses o puertas automáticas que no se abren ni con buena voluntad. O lo que es lo mismo: el agua está ahí, pero no para todos. Las piscinas públicas, mientras tanto, se convierten en auténticos parques temáticos del cloro, donde conseguir un sitio en la sombra equivale a ganar una batalla estratégica. Y ni hablar de meter un flotador: espacio justo hay para meter los pies.
Hay pueblos que se salvan, como Palos de la Frontera con su parque acuático municipal, o la laguna-piscina de Cañaveral de León, que parece un milagro gratuito. Pero en la mayoría, o tienes piscina en casa, o te toca buscar sombra y resignación.
Huelva tiene muchas piscinas, sí, pero están mal repartidas. Si este verano no tienes acceso a una, no te preocupes: no eres el único. Ya sea por falta de piscina propia, falta de amigos con piscina o porque el sorteo de la suerte veraniega este año no te tocó, hay algo que puedes hacer.
Puedes sacar la manguera, llenar una palangana, meter los pies y pensar en esto:
Si no tienes piscina, toca rogar, invitar a muchas barbacoas o hacerte el simpático con ese primo lejano que vive en Aljaraque.
Y antes de soñar con darte un chapuzón, pregúntate:
¿soy de los 48 elegidos?
Spoiler: probablemente no.