Se cumplen 43 años de la muerte del guardia civil onubense Miguel Garrido Romero en un atentado de ETA en Vizcaya
Este 25 de agosto se cumplen 43 años del atentado perpetrado por ETA en Vizcaya en el que perdió la vida Miguel Garrido Romero, un guardia civil onubense (Santa Olalla del Cala) de 22 años, especialista en desactivación de explosivos y destinado en el grupo de Tedax. El joven, soltero, falleció en acto de servicio mientras intentaba neutralizar un artefacto colocado en una sucursal del Banco de Vizcaya en 1982.
La explosión se produjo de forma inesperada mientras el equipo de artificieros, compuesto por Garrido Romero, el cabo primero Pedro Robles Barberán y Vicente Gómez Duarte, trabajaba sobre la bomba tras recibirse una llamada anónima que alertaba de su colocación. La deflagración mató en el acto tanto a Garrido Romero como a Gómez Duarte, y dejó gravemente herido a Robles Barberán. Otros cinco agentes resultaron alcanzados por la onda expansiva, aunque sin lesiones de consideración.
Cuatro días después, ETA reivindicó la autoría del atentado mediante un comunicado enviado al diario Egin. La muerte de Miguel Garrido Romero, que entregó su vida en defensa de los demás, permanece en la memoria como ejemplo de sacrificio de quienes, en los años más duros del terrorismo, se enfrentaban cada día al riesgo en el cumplimiento de su deber.