El Rocío Chico renueva en Almonte un voto de fe con más de dos siglos de historia
La Función del Voto, presidida por el obispo de Huelva, recuerda el agradecimiento de 1813 a la Virgen tras la Guerra de la Independencia
La aldea de El Rocío celebra este 19 de agosto una de sus tradiciones más solemnes: el Rocío Chico, una cita que los almonteños mantienen desde 1813 como acción de gracias a su Patrona. La jornada comenzó a medianoche con el Rosario por las calles de la aldea, iluminado por bengalas y el repique de campanas, y alcanza su punto central esta mañana con la Función del Voto, presidida por el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra.
La devoción al Rocío Chico hunde sus raíces en la Guerra de la Independencia, cuando el pueblo atribuyó a la Virgen su protección frente a las tropas napoleónicas. Desde entonces, cada 19 de agosto los almonteños renuevan un compromiso que se ha transmitido de generación en generación.
Tras la misa solemne, la procesión eucarística recorre los alrededores del Santuario, acompañada por la Coral Polifónica de La Palma del Condado, en un ambiente de recogimiento que contrasta con el bullicio de la romería de Pentecostés.
Con más de dos siglos de historia, el Rocío Chico se mantiene como un símbolo de fe, memoria histórica y gratitud que continúa marcando el calendario devocional de Almonte.