Recuperan la memoria del cachonero represaliado Ramón Domínguez

Los documentos aportados proceden de la Guardia Civil, del Ayuntamiento cachonero y del propio campo de trabajo tarifeño, y en ellos se indican diversos aspectos comunes a los perseguidos por su opción ideológica y política durante la posguerra

La investigación de Santiago González ha servido para conocer la dureza en las condiciones de vida de Ramón Domínguez Valle, socialista de Galaroza que estuvo internado en los campos de trabajo del Puerto Pesquero de Huelva y del Batallón de Trabajadores de Tarifa (Cádiz) por decisiones de los vencedores de la Guerra Civil.

Los documentos aportados proceden de la Guardia Civil, del Ayuntamiento cachonero y del propio campo de trabajo tarifeño, y en ellos se indican diversos aspectos comunes a los perseguidos por su opción ideológica y política durante la posguerra.

El cuerpo armado lo califica de "extremista" y plantea su supuesta implicación en la destrucción de templos, registros domiciliarios y robos de ganados que se sucedieron en toda la comarca desde febrero de 1936, ante la hambruna generalizada. También lo acusaba de formar parte de las Columnas Republicanas que salieron a combatir a las Fuerzas Nacionales en Cumbres Mayores e Higuera de la Sierra.

Tras su entrega a las autoridades, una vez tomada Galaroza por los sublevados, Domínguez es también acusado por su Ayuntamiento, aunque sin pruebas, ya que el alcalde reconoce que "…se desconoce si intervino en los desmanes cometidos en la localidad, si bien se cree debió tomar parte en los llevados a cabo en los pueblos de Cumbres Mayores…”.

La investigación también aporta documentos del propio centro de detención gaditano. En varios escritos, se afirma que tras ser detenido pasó al Campo de Concentración del Puerto Pesquero de Huelva y de allí, el 28 de noviembre de 1939, se incorpora al 55 Batallón Disciplinario de Trabajadores en Tarifa, donde permanece hasta el 20 de junio de 1940 por pasar " ...a la cárcel de Huelva a disposición del Sr. Presidente de Consejo de Guerra de dicha plaza...". Otro de los informes conocidos, fechado el 20 de abril de 1941, afirma que su conducta fue buena en aquella Unidad, confirmando el de 17 de febrero de 1940, en el que se afirma que el cachonero tenía “conducta general buena” y “amor al trabajo bueno”. Respecto a cuestiones políticas, indica que “no presenta signos externos de saneamiento en su ideología”.

Se ignora si los informes positivos contribuyeron a salvarle la vida, ya que su pista se pierde tras su marcha del centro tarifeño, a falta de nuevas investigaciones que reivindiquen la figura de este y otros represaliados onubenses.