Quercus tratará de evitar la destrucción del bosque 'Dunas costeras'

La organización ambiental "va a utilizar todos los medios a su alcance para evitar que el patrimonio del Estado portugués se venda para satisfacer intereses inmobiliarios".

La mayor organización ambiental portuguesa, Quercus, -cuenta con más de 700 miembros en el Algarve- ha mostrado su "preocupación y descontento" con la intención de trasladar el campamento de Monte Gordo hacia el oeste, lo que implicaría la destrucción de una parte significativa del Bosque Nacional de Dunas Costeras, con el "propósito de satisfacer los negocios inmobiliarios del municipio a costa de la destruicion de los valores naturales".

Quercus explica que ha tenido constancia de la intención del Ayuntamiento de Vila Real de Santo António de alienar terrenos cedidos por el Estado y de la reubicación de Camping de Monte Gordo hacia parte oeste de la ciudad, destruyendo más de una parte del bosque nacional de las dunas y de la Ria Formosa Castro Marim de gran importancia comunitaria.

El Bosque Nacional Dunas Costeras es una de las pocas áreas forestales públicas del Algarve, que se extiende sus 434 hectáreas a lo largo de la faja dunar desde el oeste de Vila Real de Santo António hasta al oeste de Monte Gordo. "Se trata de un ecosistema dunar de gran importancia", segura Quercus, donde se muestra la presencia de bosques de pino marítimo y pino piñonero -hábitat prioritario para la conservación en la Unión Europea- y la vegetación de dunas compuesta por 'Cordero de la playa', cardo marítimo, eruca marítima, estorno y el tomillo carnudo. "La inserción del Bosque Nacional de dunas costeras en la red Natura 2000, demuestra la importancia de este lugar en el contexto europeo", afirma el colectivo en su comunicado. Conscientes de la importancia que el Bosque Nacional tiene para preservacion del sistema dunar del oriente del Algarve, Quercus ha solicitado aclaraciones al municipio de Vila Real de Santo António manifestando que va a utilizar todos los medios a su alcance para evitar que "el patrimonio del Estado portugués se venda para satisfacer intereses inmobiliarios" en una región que tiene un exceso de ofertas imobiliarias y turisticas y que ha estado destruyendo sistemáticamente sus valores naturales sin salvaguardar el interés público.