La provincia de Huelva, punto de partida de un nuevo modelo de turismo rural sostenible
La Fundación Monte Mediterráneo, con sede en Santa Olalla de Cala, lidera desde la Sierra de Huelva un proyecto estatal que recupera la trashumancia como motor turístico y ecológico.
Huelva se coloca a la vanguardia del turismo rural sostenible gracias al impulso de la Fundación Monte Mediterráneo, que coordina desde Santa Olalla de Cala el proyecto estatal Caminos Trashumantes. Esta ambiciosa iniciativa recupera la trashumancia como vía para reactivar la vida en los pueblos, fomentar el turismo responsable y proteger el medio ambiente.
Con más de 25 años de experiencia en ganadería ecológica y formación rural, la Fundación se convierte en el epicentro de una red de entidades de distintas regiones españolas. El proyecto, financiado por el Ministerio de Industria y Turismo a través del programa Experiencias Turismo España, une a Huelva con territorios como León, Castellón o Guadalajara en un objetivo común: volver a dar vida a los caminos ganaderos como recurso cultural y económico.
Ernestine Lüdeke, presidenta de la Fundación, defiende el papel clave de Andalucía y, en concreto, de Huelva: “Desde esta sierra estamos tendiendo puentes entre norte y sur, y entre el pasado y el futuro. La trashumancia no es solo tradición, es una respuesta moderna a los retos del cambio climático y la despoblación rural”.
La Sierra de Huelva como referente
El entorno de Santa Olalla de Cala, en plena dehesa y a caballo entre las provincias de Sevilla y Badajoz, será uno de los escenarios clave del proyecto. Aquí no solo se practica la ganadería extensiva ecológica, sino que se trabaja en la conservación de razas autóctonas, formación profesional y educación ambiental.
Caminos Trashumantes se presenta como una alternativa turística auténtica, que ofrece al visitante la posibilidad de acompañar rebaños en sus rutas estacionales, asistir a fiestas pastoriles, conocer museos rurales o disfrutar de la gastronomía local ligada a la cultura ganadera. Todo ello con un impacto directo sobre la economía rural y el empleo local.
Uno de los pilares del proyecto es la creación del Club de Producto Caminos Trashumantes, una red abierta de empresas y entidades del territorio —como casas rurales, restaurantes, artesanos o centros educativos— que pueden adherirse gratuitamente hasta finales de 2025.
Una tradición útil para el presente y el futuro
El valor ambiental de la trashumancia es también un punto fuerte del proyecto: previene incendios, favorece la biodiversidad, cuida el suelo y reduce la huella de carbono. Además, se promueve la revalorización de la lana como recurso sostenible y generador de empleo.
El calendario de actividades continuará el 13 de julio con una jornada de trashumancia accesible para personas con diversidad funcional, y en otoño se estrenará el documental Caminos Trashumantes, que narra la travesía de una familia ganadera desde Trujillo hasta los Picos de Europa.
“Desde Huelva podemos demostrar que el campo tiene futuro si se apuesta por él con inteligencia, respeto y alianzas”, subraya Lüdeke.