La Nava mejora el humilladero del Cristo de los Caminantes
La Nava es una de las localidades serranas con un más amplio catálogo de elementos patrimoniales. Uno de los más queridos en el pueblo es ‘El Cristo de los Caminantes’, un lugar de peregrinación, visita y cuidado por parte de los navinos. Su importancia se ha acrecentado recientemente tras las labores de mejora y adecentamiento impulsadas por la Hermana Mayor de la Hermandad de la Virgen de las Virtudes, María Felisa Fernández Domínguez.
La capilla es, en realidad, un antiguo humilladero cuya construcción, impulsada por la Hermandad en mayo de 1495, es una pequeña edificación de tan solo cuatro metros cuadrados. En su interior se custodia una interesante imagen del llamado ‘Cristo de los Caminantes’ o de los Caminos, un crucificado tallado en madera atribuido al escultor onubense León Ortega que ha sido trasladado a la parroquia mientras han durado las tareas de mejora.
La idea ha sido llevada a cabo bajo la denominación de ‘Obra social para reparación del Cristo’, que ha contado con la junta directiva de la Hermandad y el beneplácito del Ayuntamiento de La Nava, además del apoyo de todo el pueblo.
Esta vecina ha propuesto diversas iniciativas que se han llevado a cabo en el entorno de este pequeño humilladero. En concreto, se ha abordado la reparación del tejado y la cruz superior, la restauración de la puerta, el enfoscado y repintado, la nueva decoración y mobiliario, la limpieza de poyetes, la colocación de foco solar y de placa informativa, todo ello contando con expertos profesionales en cada ámbito de trabajo.
La Hermana Mayor ha hecho público un comunicado explicando todo el proceso de captación de fondos y el proceso de los trabajos. En este texto, agradece su apoyo a diversos colaboradores del proyecto, como Javier Ruiz, trabajador municipal, Enrique Rivera por ceder tejas para el tejado, Francisco Flores por sus trabajos en la parte superior del inmueble, José Antonio Ortega por trabajos de albañilería, Rocío Vázquez y David Portela por sus tareas de pintura, Ignacio Lianes por la donación de la pintura, Mario Vázquez y Toñi Sánchez por sus aportaciones para el foco instalado, Laureano Pérez por la aportación de mobiliario, Manuel Matías y su empresa ‘Royman Group Andalucía’ por la placa de metacrilato informativa colocada; así como a otras personas que se han ofrecido a colaborar en diversos ámbitos, como Manuel Vietes, Germán Vietes, Gregorio, Abelio Sánchez, Antonio Tejera, Miguel Carmona, Anabel Guerra, José María y Loli, Sonia de ‘Muebles Antúnez’ o Manolo García, del Restaurante Montecruz. Este apartado de recuerdos queda finalizado por el agradecimiento a su familia, María, Javier y Fermín, “implicados desde el primer día en estas labores de diseño y comunicación, además de ser pilares fundamentales del proyecto.
Desde el primer momento, se prepararon diversas maneras de obtener fondos para afrontar los costes que ha supuesto este adecentamiento, tales como donativos en huchas repartidas por bares y tiendas, peticiones de dádivas casa por casa, donativos nominales o anónimos, venta de tazas, camisetas y otros objetos relacionadas con el Cristo. El resultado económico ha sido satisfactorio, habiéndose alcanzado un excedente que será invertido en nuevas actuaciones en el lugar y el resto será entregado a la Hermandad.
Se tenía previsto celebrar una procesión para realizar el traslado de la talla del Cristo y hacer una solemne inauguración, pero la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 lo ha impedido. El acto quedó reducido a una sencilla cita protocolaria en la que estuvieron presentes la Hermana Mayor de la Hermandad de las Virtudes, María Felisa Fernández Domínguez, la vicepresidenta, Toñi Sánchez Domínguez, el párroco José Antonio Martín de la Torre, y la alcaldesa del pueblo, Inmaculada Morales Domínguez.
El mandato de Fernández ha sido prorrogado durante el año 2021, en el que se espera poder celebrar la romería, una de las más antiguas de la provincia.