El ‘Lunes de Albillo’ llena Cumbres Mayores de colorido y tradición

La Hermandad de la Virgen de la Esperanza organiza actos ancestrales en los que brillan los Danzantes

La localidad de Cumbres Mayores se prepara para vivir estos días momentos emocionantes en torno al tradicional ‘Lunes de Albillo’, un acontecimiento muy arraigado en la población, que incluye un amplio abanico de actividades.

El día 27 de abril se celebrará el Sábado del Pregón, con la apertura de las puertas de la parroquia para veneración de la Virgen de la Esperanza y la concentración en de Danzantes, autoridades y tamborileros en la Plaza de España para dirigirse a recoger al Mayordomo de la Hermandad de la Esperanza y de la Hermandad Filial de La Pobla de Farnals, y poner rumbo hacia la parroquia. Una vez allí, se desarrollará una Solemne Función religiosa de Acción de Gracias por el regreso de la virgen al pueblo, que estará presidida por el Obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, y cantada por la Coral Polifónica Miguel Durán. Posteriormente, tendrá lugar el pregón de las fiestas, este año a cargo de Miguel Domínguez, y a su finalización, se entregarán los Premios del concurso del C.E.I.P. Juan Gómez Márquez y del concurso literario del I.E.S. José María Morón.

El Domingo In Albis llegará el 28 de abril, con una nueva concentración en la Plaza de España de la Junta de Gobierno de la Hermandad, los Danzantes, autoridades, tamborileros y Banda de Música para recoger al Mayordomo y de la Hermandad Filiar de la Pobla de Farnals y encaminarse hacia la Parroquia. A las 18:00 horas tendrá lugar una Solemne Función Religiosa en honor a la Virgen de la Esperanza. A su finalización, saldrá la procesión y posterior traslado de la imagen a su ermita, acompañada de sus grupos de danza y la Banda Municipal de Música de Cumbres Mayores que recorrerá calles engalanadas como Plaza Portugal, Narciso Suárez, Cervantes, Plaza España, Benito Moro, Félix Campos, La Portá, Paseo de Andalucía, Cruces, Prado, Concepción, Plaza Altozano, Colón, Plaza Amparo y Camino de la Ermita.

El  ‘Lunes de Albillo’ se celebra desde tiempo inmemorial, y este año llegará el 29 de abril, día  en que se venera a la Santísima Virgen de la Esperanza, despertando con la diana al son del tamboril y la gaita. Desde bien temprano, todos los cumbreños peregrinan a su ermita, acompañados de autoridades, junta de hermandad, mayordomo y los Danzantes al compás de sus palillos y de la música de los tamborileros. Este día es uno de los que la Virgen de la Esperanza procesiona por la explanada de la ermita y se oficia la Santa Misa, presidida por Gregorio Koza y cantada por el Coro Romero ‘Amanecer Cumbreño’. La mañana finalizará con la tradicional Subasta del Gallo y la entrada de la virgen en la ermita. Tras estos actos religiosos, se comparte una jornada de campo acompañando a la virgen a lo largo de todo el día hasta la llegada de la tarde, momento en que se realiza el cambio de vara para dar paso al siguiente Mayordomo, tras lo cual, la Junta de Gobierno de la Hermandad y todos los vecinos regresarán al pueblo.

Se trata, en resumen, de un ritual lleno de simbolismos ancestrales que cada año se encarga de organizar e impulsar la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza. Uno de sus elementos principales son los Danzantes, figura protagonista de las primeras horas de la mañana. Sus palillos engalanados con cintas de colores adornan los pasos y figuras que realizan  durante el recorrido urbano, transitando por el trazado del antiguo camino que lleva hasta la ermita.

El cartel conmemorativo de este año es una pintura obra de Ricardo Gil Lozano, quien ha querido dar protagonismo a la Virgen de la Esperanza entronizada en su paso durante su romería, y un pequeño danzante que señala con sus alegres palillos a la Virgen. La escena describe un momento de la talla portada por los cumbreños con la Sierra al fondo y la silueta de la población que venera a la Esperanza.

Según el propio autor, “con este cartel he querido recopilar pictóricamente esa búsqueda de María por sus hijos, plasmando toda la alegría en la simple sonrisa de un niño que inocentemente nos señala el camino que nos conduce a María. Este niño danzante representa esa ilusión que pequeños y mayores, la Esperanza que en María encontramos y que nos llena y reconforta”.