El Ayuntamiento de Almonte reclama una mesa de diálogo real sobre el futuro de Doñana
El Consistorio critica la “imposición” del deslinde de las marismas y pide al Gobierno “menos propaganda y más cooperación”
El Ayuntamiento de Almonte ha reclamado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la creación de una mesa de diálogo “real y permanente” con los municipios del entorno de Doñana y los organismos implicados en su gestión, tras la aprobación del deslinde de las marismas publicada el pasado 10 de octubre en el Boletín Oficial del Estado.
El Consistorio almonteño considera que el Gobierno central debe rectificar y abrir un proceso de diálogo transparente que evite decisiones unilaterales sobre un espacio que afecta directamente a la vida y al futuro de miles de vecinos, agricultores y trabajadores vinculados al parque.
El alcalde, Francisco Bella, ha insistido en que “Doñana necesita acuerdos, no decretos”, recordando que el Consejo de Participación de Doñana emitió un informe desfavorable al deslinde el pasado 16 de octubre y, pese a ello, el Ministerio siguió adelante con su aprobación. “Se trata de una decisión adoptada sin escuchar a los ayuntamientos, ni a los técnicos del Espacio Natural, ni a los científicos que llevan décadas trabajando en Doñana”, subrayó.
Bella lamentó que el Ejecutivo pretenda “presentarse ante Europa como el gran salvador de Doñana mientras impone decisiones que rompen el consenso y el equilibrio del territorio”. En ese sentido, advirtió que “no se puede hablar de pacto social cuando se actúa de espaldas al territorio”, y añadió que “esa política de gestos y titulares puede servir en Bruselas, pero aquí deja frustración y desconcierto”.
Desde el Ayuntamiento se denuncia que esta estrategia “solo ahonda la brecha entre las instituciones del territorio y quienes deberían acompañarlas”, y se reclama “menos propaganda y más cooperación efectiva”.
El Consistorio mantiene su oposición al deslinde desde el inicio del procedimiento, al considerar que las marismas afectadas “no tienen influencia mareal ni características propias del dominio público marítimo-terrestre, tratándose de un ecosistema de agua dulce”. Según Bella, “el Gobierno se equivoca al intentar redefinir por decreto la naturaleza de Doñana. Esta decisión, técnicamente discutible, altera la gestión y el equilibrio social del territorio”.
El gobierno local coincide con la postura expresada por la Junta de Andalucía, que ha anunciado un recurso contra el deslinde por los errores técnicos y jurídicos detectados en su tramitación, y ha pedido al MITECO que “rectifique y escuche a todos”.
“Doñana necesita cooperación institucional y una planificación compartida. No puede seguir siendo escenario de imposiciones políticas ni de decisiones tomadas a cientos de kilómetros. Su futuro se decide desde aquí, con diálogo y con respeto a la ciencia”, concluyó el alcalde.