Distribuyen un pasquín en Matsa que ridiculiza a mujeres, jefes y trabajadores

Bajo el nombre de 'El Predicador de Matsa', la ciberpublicación arremete contra jefas, trabajadoras y compañeros. Critica su forma de vestir, les llama fiesteras y hasta “maromo telenovelero”. El pasquín agita una empresa que genera 4.000 empleos en Huelva.

Bajo el nombre mesiánico de El Predicador de Matsa, un pasquín que se distribuye entre los trabajadores y trabajadoras de la compañía minera, se envía por correo electrónico y hasta por grupos de watsapp y telegram está agitando las relaciones laborales.

Hasta ahora había tomado principalmente de pim, pam, pum a algunos integrantes del comité de empresa con calificativos de todo tipo.

Pero en su último número, el del mes de septiembre, ha decidido subir el tono y dedica numerosos comentarios a la directora de Recursos Humanos, Paula Chaves, y a la directora general Audra Walsh. Llama “clasista” a Paula Chaves y cita su “intensa vida social”. Para El Predicador de Matsa “ésta es una de las muestras de que en esta empresa se asciende más por afinidad o agrado físico que por méritos”. En otro de sus comentarios también cita a I. M., que ha sido aupada por Chaves, dice.

A partir de ahí, El Predicador de Matsa se dedica en sus comentarios a valorar y calificar la actitud, vestimenta y comportamiento de jefes, jefas y trabajadores de Matsa.

A algunos de ellos (J. M.) los define como “de apariencia de hablar como un maromo telenovelero, con algún actor de reparto de la serie Narcos” y hasta como “una estrella del porno”. Sobre A. C., jefa de Seguridad, según el pasquín, dice que “más que seguridad da miedo”. Y a P F. la compara con un “rottweiler”. A otra compañera (M. C.) la define como una persona que “está de fiesta todos los días” por la vestimenta que usa.

También apunta con su pluma a lo que denomina “las contratas valverdeñas” y deja caer que hay quien se dedica a beneficiarlas.

Sea como fuere los textos que distribuye El Predicador de Matsa están encendiendo a parte de la plantilla y provocando enemistades.

Ya está teniendo respuesta. Otro trabajador le acusa de “esconderse detrás de una publicación anónima” y le sorprende que “raje” de todo el mundo pero no de USO. El trabajador le recrimina en su escrito que “haga alusiones personales y no profesionales, insultando y ‘despellejando’ a sindicatos, integrantes y compañeros de trabajo con la única finalidad de manipular a los trabajadores”.

Los trabajadores entienden que el pasquín falta al respeto y que hasta ahora la empresa minera no ha hecho nada para evitar la distribución de la publicación, que puede provocar “riesgos psicosociales” como ocurrió con el desgraciado ‘caso Iveco’.

Y en este rifi rafe siguen apareciendo nombres y juicios de valor que caldean el ambiente en una empresa que genera 600 empleos directos y 4.000 indirectos.