Pepote Hernández: "Los cajones plegables suenan mejor que los tradicionales"
Tenía ganas que pasara por esta sección de entrevistas Made in Huelva, Pepote Hernández Díaz, todo un referente mundial en la fabricación de cajones flamencos.
Cuando nuestro protagonista de hoy tendría unos 15 o 16 años, su tío el creativo publicitario Fernando Hernández, buen amigo mío y excelente persona, me decía: "José Luis, tengo un sobrino que es un auténtico fenómeno haciendo cajones flamencos, va a llegar hasta donde él quiera"
Y así ha sido, pues Pepote es un auténtico lujo mundial para su profesión.
Cuando me pongo en contacto con él para realizar esta entrevista, no lo duda ni un momento, acepta y como comprobarán a lo largo de la misma, se nota que Pepote es un tipo, ameno, divertido, agradecido, disfrutón, deportista, familiar, buen amigo, que yo englobaría todos estos calificativos en uno solo, "güenagente"
La charla fue fluyendo, lo encontré a gusto y contestando con toda naturalidad, la cual comenzamos así:
¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?
Es una locura. Nos estamos metiendo en otra especie de burbuja, quizás no tan grande como la crisis inmobiliaria en el año 2008, que espero se frene de alguna manera. Los bancos empiezan a subir los tipos de intereses, el euribor... donde intentan frenar la inflación que tenemos, aunque no se si esa será la, solución, los entendidos sabrán lo que tienen que hacer, pero están ahogando a las empresas y a los trabajadores... No sé en qué va acabar todo esto.
¿Cómo crees ha cambiado la vida con el covid?
La verdad es que no sé si ha cambiado o no. Al principio de la pandemia si, pues se estaba en familia, no se salía tanto, se guardaban distancias de seguridad... pero ahora no veo que haya mucha diferencia con el 2019. La vida sigue adelante, como si el personal se hubiese olvidado de todo.
Y te voy a decir una cosa, durante el tiempo de confinamiento me he hartado de trabajar. Como los 8 trabajadores que tengo se fueron al ERTE, pues yo tenía que seguir currando y aunque echaba entre 12 y 17 horas diarias, me encantó pues seguí facturando, incluso me llevé una cama al taller.
¿Te esperabas una guerra en Europa en pleno siglo 21?
Me parece increíble que estemos dirigidos por auténticos locos. Hay mucha ansia de poder, y, no es sólo de dinero, es por ser más que nadie.
¿Has pasado miedo en algún momento?
Un poco de agobio si, el miedo es la incertidumbre a ver que pasará estando en manos de dirigentes de este tipo. De todas formas hay que estar preocupados por la familia.
Mira José Luis, te voy a contar una cosilla, toda la madera, que yo utilizo para realizar mis cajones, vienen de Rusia y de Bielorrusia, pero como fui previsor, antes que estallase la guerra y viendo las subidas de precio que se estaban produciendo por la pandemia, decidí comprar madera para dos años, que lo tengo almacenado para cumplir con los compromisos contraídos.
¿Qué proyectos tienes cara al futuro?
Me gustaría acabar las obras de la nave donde tengo el taller, unos 400 metros cuadrados por terminar y quiero finalizarlo. Igualmente tengo un proyecto que se ha frenado un poco por la subida de materiales, pero como no tengo una prisa de locos, ahí está aparcado.
Mi proyecto de todas formas es el día a día y ahora hemos ideado unos cajones plegables, que empezamos su fabricación, que para mi gusto suenan hasta mejor que los tradicionales.
Me gusta innovar, sacando cositas nuevas, para que las gentes no se aburran del cajón.
Como te he dicho antes, tengo una cosita muy chula, pero no puedo adelantar nada de momento, pero es para introducir la percusión en los institutos, en las escuelas, y... hasta aquí puedo contar.
¿Qué significa para ti Huelva?
Huelva es el paraíso, es la comodidad. ¡Que fácil y agradable es vivir en Huelva!.
No voy a citar lo bien que se come, porque es más que conocido, lo mismo que la cordialidad de sus gentes.
A mi me flipa la naturaleza, los animales, los bichos, los pájaros..., de hecho quería ser ornitólogo, y tener en Huelva una provincia tan cercana para todo, es un auténtico lujo. Eso no está pagado por nada del mundo, vamos que yo no me voy de esta tierra ni loco.
¿Cómo empezó tu afición por hacer cajones?
Empecé en un cuartillo que tiene mi padre y al que tú conoces. Él hacía aeromodelismo y en un espacio de 10 metros que tenía detrás de la casa, había una mesa con unas sierras. Vi un cajón en la tele y me embarqué a hacer uno igual, sin medidas ni nada, aunque lo dejé 6 meses en el olvido, pero cuando lo terminé lo llevé a una tienda, entonces tenía yo 14 años y se vendió rápido por seguí haciendo más y me quedé sorprendido, pues todo lo que llevaba se vendía, date cuenta que cajones no existían en Huelva, vamos, ni prácticamente en España, pero rápidamente se fue adaptando muy bien al flamenco, gracias al maestro Paco de Lucía.
Hay mucha gente que piensa que el cajón lleva toda la vida en el flamenco, pero no es así. Yo estuve ahí en el momento oportuno, y como soy muy cabezón, fui a tope con ello.
¿Cuál es el secreto de un buen cajón?
osé Luis, son muchos secretos, pequeñas cositas, que hacen que después suenen bien, pero evidentemente si se usa buenos materiales, mejor suenan.
Nuestro principal secreto es la cuerda que utilizamos y que fabricamos nosotros, que además no se venden, aunque ahora los estoy vendiendo en Tailandia, Bulgaria y China.
La estructura del cajón, las tapas frontales la confeccionamos de manera especial y artesanal para que suenen como yo quiero, y otro secreto es no adaptarme a la competencia, sino seguir mi propio camino, pues no quiero copiar a nadie.
¿En cuanto oscilan los precios de los cajones?
Tenemos cajones desde 100 euros PVP, hasta los que llegan a los mil euros. Hay cajones profesionales que se hacen a medida, uno a uno, vamos que no son de serie. De todas formas, mis cajones son todos manuales y así vamos a, seguir haciéndolos. Hay cajones que no tienen precio. He hecho para grandes artistas y no sabría ponerle precio, incluso algunos personales míos que no se venden.
¿Dónde tienes mayor demanda de cajones?
En Alemania vendemos el 70% de nuestra fabricación, pues allí está la mayor distribuidora de cajones del mundo, y a nosotros nos ofrecieron trabajar con ellos y hacerle los cajones de alta gama. Los baratos lo hacen en Tailandia, China...y nosotros somos quienes se lo diseñamos, por lo que tenemos que ir de vez en cuando a la fábrica, para indicarles las pautas a seguir, son cajones rápidos y baratitos.
También hay mucha demanda en Estados Unidos, especialmente para la música country. En China también se vende bastante y fíjate: ¿te acuerdas del barco que se quedó atascado en el canal de Suez?, pues ahí iba un contenedor nuestro, con el primer pedido que nos hicieron, el cual tardó en llegar a su destino casi 4 meses. Después nos llegó la subida gorda y ahora esa parte la tenemos parada, pues mandar un contenedor costaba hace poco mil euros y ahora se ha ido a los nueve mil euros, por lo que de momento no es viable.
¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?
La más feliz del mundo. La viví en Bellavista, que era un auténtico paraíso, donde no había nada y se estaba súper tranquilo. Todo el día en el campo con las bicicletas, las marismas, pescando en el caño... Era una vida de plena felicidad. Entrábamos y salíamos de casa constantemente, los fines de semana nos íbamos a una casita que tenía mi abuelo en Candón... Todo muy bonito. De niño quería, ser "Safaridor", ir a hacer safaris, fíjate tú la tontería.
¿Cuáles son tus aficiones y a qué dedicas el tiempo libre?
Lo que más me gusta es el trial, me encantan las motos de enduro, las de campo, las de carretera no me gustan nada, me dan miedo.
En el tiempo libre me sobran las aficiones, me gusta el golf, los pájaros, ir a pescar, hacer senderismo y, compartir con mis hijos mis aficiones. Tener tiempo libre para hacer cosas es lo que da vida. Nuestro horario de trabajo es de 7 de la mañana a 3 de la tarde, para tener el resto del día tanto para mi como para mis trabajadores libre, y así hacer las cosas que nos gusta. ¡¡Hay que vivir!!
¿Con quién te gustaría compartir una cena y qué le preguntarías?
¡Ufff! Qué difícil me lo pones, empezaría con el maestro Tony Bou y le preguntaría como se puede seguir montando en moto y ganando tantísimos mundiales y sin parar, es un auténtico máquina. También me gustaría compartir cena con Néctor Gil, que es el mejor pescador del mundo y, lo acribillaría a preguntas de pesca. Igualmente con el maestro Paco de Lucía, y que me contara como se puede tener esa cabeza tan bien amueblada aparte de ese gusto para tocar la guitarra. Y como no, con Amancio Ortega, para que me dijera como se puede montar una empresa y no morir de un infarto, vamos en el intento.
¿Quiénes son tus referentes personales y profesionales?
Me encanta la forma de ser de mi madre, con una paciencia envidiable, igual que la de mi tío Enrique, que es mi referente casi profesional, quien es la perfección de como hay que hacer las cosas..., como hay que hacerlas bien, la de vivir la vida como hay que vivirla. Otro referente es mi tío Fernando, empresario, como tito digno como yo le digo. Vamos me fijo más en las personas cercanas que gentes de otro tipo.
¿De qué te arrepientes?
De no haber viajado más de joven, incluso me arrepiento de entrar en este bucle de la empresa, de haber montado un negocio, que haya tantas familias dependiendo de mi trabajo y no tener esa independencia de poder decir: "me voy a vivir un mes a tal o cual sitio, pero siempre queriendo volver a mi Huelva", o estar trabajando y decir me voy a pedir un año de excedencia y hacer lo que me apetece.
Aparte de lo que te acabo de comentar, mi vida es fantástica, me he casado con mi Elena, que es una mujer perfecta, eso sí, me echa muchas broncas, como a todos, creo yo, pero si tienes al lado a alguien como Elena, que te vaya diciendo como tienes que hacer las cosas es mejor, pues a veces uno puede desmadrarse.
Pero vamos, arrepentimiento más bien poco.
¿Qué es lo que más valoras y detestas de las personas?
Sinceramente la cordura de las gentes, que se sea racional. Me desquician las personas que no entran en razón ni escuchan. Los cabezones no me gustan. Me encantan las personas con las que se pueda hablar, las que desprenden serenidad. Yo intento ser racional y ponerme siempre en el lugar del otro. Tengo un lema que mi madre me repitió mil veces: Trata a la gente como te gustaría te trataran a ti.
¿Te gustaría añadir algo más?
Gracias por la entrevista, me han gustado mucho tus preguntas, menos la de con quién cenaría, pues me he liado un poco, Jajaja. Vente un día al taller para conocerlo y tomarnos una cervecita.
Estimado Pepote, no lo dudes que quedan pendientes las dos cosas y decirte que me lo he pasado muy bien con este ratito de charla. Y por supuesto me alegro de todos tus éxitos, personales y profesionales.
Un abrazo grande campeón