Manuel J.Alonso 'Rubio': "La pandemia al pequeño negocio lo ha golpeado muy duro"
23 de agosto de 2020 (14:04 h.)
Manuel Jesús Alonso "Rubio", es un empresario onubense con todo el arte del mundo, con el que hablamos de la situación debido a la pandemia y cómo vendería Huelva
Manuel Jesús Alonso 'Rubio', es un empresario onubense con todo el arte del mundo, lo cual no es de extrañar, pues su padre Manuel y sobre todo su madre, la siempre recordada Teresa Real, con la que tuve una gran amistad, tenía arte hasta para regalar.
De casta le viene al galgo y tanto Manuel como Teresa, derramaron una mijita de su tarro de las esencias para que este "niño" les haya salido con un don de gentes increíble, amante y defensor de las cosas y las tradiciones de Huelva, rociero, semanasantero, colombinero, taurino, a veces futbolero, carnavalero, buen conversador, contador de chistes, solidario...Vamos que no se le puede pedir más.
En la actualidad regenta una tienda de moda flamenca en la calle Marina de la capital y junto a su socio Marcos Camacho, llevan adelante la empresa Pal Parking.
Con Manuel tengo la oportunidad de hablar a diario, pues me paso a verlo al estar en mi paso habitual y la verdad es que da gusto echar un ratito de charla y de risas con él y desde luego comentar la actualidad de Huelva, con sus chismorreos incluidos
Le pido entrevistarlo y esto es lo que ha salido de nuestro ratito de confesiones:
Rubio, ¿qué opinas de la situación que estamos viviendo?
Extraña, pues nunca antes había vivido nada igual. Es una pesadilla, como si estuviera viendo una película o documental. El tener que llevar mascarilla para poder salir, el guardar la distancia social, no poder abrazar y besar a tus seres queridos... Es difícil y yo que no estoy acostumbrado a eso, se me hace muy duro.
¿Cómo pasaste el confinamiento, con quién y dónde?
Lo he pasado con mi familia en Huelva y de allí no nos hemos movido. Yo he colaborado en la cocina que me encanta y no puedo ponerme en los fogones habitualmente. En esos meses he cogido el timón de la familia y he preparado platos que no se suelen hacer a diario.
Aparte he colaborado con asociaciones de ancianos y personas desfavorecidas, haciendo mascarillas junto a mi equipo de costureras, pues como bien sabes, tengo una tienda de moda flamenca. Estas mascarillas fueron supervisadas por expertas del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, para que tuvieran todas las garantías sanitarias. Hicimos mil unidades y se las entregamos al ayuntamiento para su distribución. Igualmente he ayudado a poder traer a personas de Huelva que el confinamiento les pilló en Perú. Pero ha sido importante pasar más tiempo con mi mujer y mis hijos.
¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?
La vida nos ha cambiado ya nuestra forma de vivir, y a nivel de empresa ni te cuento. No estábamos preparados para esta situación y la forma de atender al público. Al pequeño negocio le ha golpeado muy duro. A mi me ha cogido con la campaña prácticamente entera y no hemos podido hacer las ventas que estaban previstas y las ayudas del gobierno son pocas y tardías. Ellos prestan el dinero, pero a la hora de ver las arcas vacías van a tirar de los mismos, de los autónomos y de las pequeñas empresas, que somos los que mantenemos a flote el país.
¿Qué ha supuesto para tu empresa la suspensión de fiestas y romerías?
Un duro golpe sin duda. Entramos en el confinamiento un mes antes de la primera romería, la de Piedras Albas y ya tenia muchos trajes contratados para El Rocío y otras celebraciones, y de buenas a primeras suspenderse todo ha sido muy duro. Pero bueno, espero que para el año que viene se puedan celebrar las romerías. Los trajes han quedado guardados, hasta que se lleven a cabo las fiestas y romerías, en caso contrario me plantearía cerrar la tienda después de 23 años, pues no podré aguantar los gastos si no hay ingresos, si bien es cierto, que soy optimista y espero y deseo se pueda salir de esta situación.
¿Qué proyectos tienes de cara al futuro?
La verdad es que no se pueden tener proyectos a largo plazo, pues solo se piensa en como salir de esta situación que estamos viviendo. Prefiero vivir el día a día.
¿Qué has echado de menos durante el confinamiento?
En los primeros meses los abrazos con los seres queridos, el estar cerca de ellos. Después con la deseleración, el poder viajar, pues no me apetece salir. Fíjate, yo soy un buen aficionado a los toros y este año no me he atrevido a ir a la plaza y no ha sido por falta de ganas, pero no quería poner en riesgo mi salud y la de los míos. He echado de menos, las Colombianas, las fiestas tradicionales de la provincia, el Rocío, pues soy rociero de cuna y no he faltado en los casi 50 años que tengo de vida. También he echado de menos la bajada de la Cinta...
¿Crees que si siguen los rebrotes volveremos al Estado de Alarma?
No creo que volvamos a nivel general, aunque si por poblaciones. Sería un mazazo para la economía. Ni el gobierno ni Europa lo van a permitir
¿Cómo venderías Huelva para que "aterrizaran" inversores y hubiese más turismo?
Más que venderla hay que enseñarla. Huelva no es conocida ni popular en el extranjero, que es el turismo que nos podría venir bien, pero para ello hay que tener mejores hoteles y comunicaciones. Hemos vivido durante muchos años de espaldas al mar y la verdad es que nuestra ría podría facilitar el turismo, pero se tendría que haber hecho una apertura hace muchos años. Ahora habría que dar un vuelco radical a la zona y al Espigón donde sería bueno construir edificaciones hoteleras mirando a Punta Umbría, que pudieran dar trabajo durante todo el año a unas mil personas. Los inversores habiendo unas buenas comunicaciones apostarían por Huelva. Esta tierra es un paraíso que debe enseñarse de cara al exterior.
Manuel, estamos llegando al final, ¿quieres añadir algo más?
Decirle a todos mis paisanos que tengan calma con todo lo que que está ocurriendo, que respeten las distancias sociales, que lleven las mascarillas. Y a los más jóvenes, que sean más responsables y no hagan barbaridades con el fin de poder evitar posibles contagios. Todos tenemos que poner de nuestra mano para acabar con el puñetero virus.