Vicente Santos: "A la vida no se le puede pedir mucho porque después todo te parece poco"
Vicente Santos Méndez es nuestro invitado de hoy a esta serie de entrevistas en tiempos de pandemia y al que conocí hace casi dos décadas, a través de mi compadre Carlos Jesús Jiménez y desde entonces mantenemos una buena relación.
Vicente, nace en Huelva en 1956, aunque se crió en Paymogo hasta los 7 años porque sus padres eran de allí. A esa edad se vinieron a Huelva donde siguió creciendo y pasó el resto de mi vida, hasta hace unos años que se fue a vivir a Punta Umbría.
Estudió en el colegio de la Milagrosa en la calle Murillo, posteriormente el bachillerato en el Instituto “La Rábida” e Ingeniería Técnica Forestal en la Escuela Universitaria Politécnica de la Rábida, estudios que simultaneó con trabajos ocasionales, siempre en el sector forestal y de la topografía con unos amigos, hasta que acabó la carrera y empezó entonces a trabajar en el Plan Infoca, (Junta de Andalucía), en esa época también se casó y emprendió una nueva etapa.
Nuestro protagonista es una persona cercana, cordial, conversador, observador, ameno, buen amigo...
Cuando lo llamo para charlar un ratito y confeccionar este trabajo, no lo duda, acepta del tirón y este es el resultado:
P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo actualmente?
R. - El momento actual no deja de ser preocupante por la etapa pospandémica que estamos viviendo y por la guerra actual de Ucrania. La pandemia ha hecho mucho daño en la población más envejecida y por ende en otros estratos de la población, hijos, nietos etc, que a muchas familias les ha afectado económica y afectivamente.
P. - ¿Cómo crees será la vida después de la pandemia en Huelva?
R. - La situación pospandémica parece que se va normalizando poco a poco, pero a ello ahora se suma la situación económica y más concretamente la energética, que parece que nos está empezando a pasar factura, nunca mejor dicho: subidas incontenibles de la electricidad, carburantes etc.
P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?
R. - Si pasé miedo al principio cuando morían casi 1.000 personas diariamente, entre otras cosas, porque un poco antes me habían detectado una afección bronquial leve, pero que pensaba que se me podía complicar con el virus. A pesar de ello intentaba hacer mi vida normal, ejercicio por las mañanas, y algún que otro paseo, aunque las salidas de casa estaban
limitadas.
P. - ¿Cómo valoras la labor de los politicos en general en la pandemia?
R. - Yo creo que los políticos han hecho lo que han podido, esa situación les sobrepasó, a los que estaban o a los que hubieran estado. Han ido tomando medidas muchas veces improvisadas porque no tenían otra posibilidad. Al principio cuando el control era del gobierno las medidas fueron, claras y concisas, a medida que se les dio atribuciones a las CC.AA las mismas se fueron diluyendo.
P.- ¿Qué proyectos tienes para el futuro y que haces ahora?
R. - Pues mi proyecto a corto/medio plazo es seguir trabajando porque me mantengo activo. Ahora tengo una jubilación parcial del 50%, con lo cual trabajo la mitad del mes y así me iré preparando progresivamente para más adelante, de tal forma que esté mentalizado para disponer de todo el tiempo, que iré pasando entre Punta Umbría y Paymogo y mis visitas, casi a diario a Huelva.
P.- ¿Qué significa Huelva para ti?
R. - Huelva para mi casi todo, puesto que aquí me crié, estudié y he realizado mi vida, aunque he pasado mucho tiempo fuera por motivos de trabajo, primero en el centro de defensa forestal de El Mustio en Aroche (Huelva) y otros tantos años viajando casi por toda Andalucia, pero sobre todo en la Sierra Norte de Sevilla, Constantina, El Pedroso etc, pero siempre viviendo aqui en Huelva, que es donde estaba mi familia y es donde me gustaba vivir.
P.- ¿Qué entiendes necesita Huelva para despegar?
R. - Lo que necesita la provincia entera es fundamentalmente la implantación de un sector secundario importante, es decir, que todos los productos y recursos: agrícolas, forestales, pesqueros, energéticos etc, y se puedan transfomar en la provincia, de tal forma que, el valor añadido repercuta directamente en la economía de la provincia, a saber: instalaciones, para la transformación de los productos antes mencionados, plantas para la producción de biomasa, placas fotovoltáicas, eólicas etc.
P.- ¿Cuáles son tus recuerdos mejores y peores profesionalmente?
R. - Los mejores recuerdos son los que pasé en las etapas que comenté antes, en la época de El Mustio, donde trabajaba directamente en la lucha contra los Incendios Forestales, la otra cuando estuve por la Sierra Norte y las asambleas del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, que se celebran cada año en una comunidad autónoma distinta y en las que se visitan los sitios y trabajos forestales más interesantes y se prueban las comidas y bebidas más típicas de cada lugar. Así desde el año 1992, donde le hemos dado un par de veces la vuelta a España.
También los ha habido malos, dicen que los momentos buenos en la vida los dan los malos, pero de ellos no merece la pena acordarse.
P.- ¿Cómo fue tu niñez y que soñabas ser de mayor?
R. - Los recuerdos de mi niñez son muy gratos, ya que pasábamos mucho tiempo jugando en la calle y después en casa, había un ambiente en el que mis padres se desvivían por nosotros, por mi hermano y por mí.
Ya desde joven me gustaba y pasaba mucho tiempo en el campo con un tío mio que vivía en Paymogo y además como tenía relaciones con el sector, por mi padre, pues enseguida se me despertó la afición por el asunto forestal.
P. - ¿Quiénes son tus referentes personales y profesionales?
R. - En cuanto a referentes personales tuve a un amigo de mi padre y mío, que en un momento determinado de mi vida me ayudó mucho, era una persona de una integridad moral fuera de lo normal, digo era, porque murió más joven de lo que debía.
Y en el ámbito profesional, cuando empezaba la carrera, otro amigo de la familia, Ingeniero de montes, que me hizo ver lo gratificante que es trabajar en lo que a uno le gusta. Posteriormente ya en el ecuador de mi vida laboral, coincidí con una compañera que estaba de coordinadora mía, fue una persona que valoraba mucho el trabajo que hacía, como hasta entonces antes no lo habían hecho, de ahí que surgiera una confianza total y recíproca que dura hasta el día de hoy, que sigue siendo mi jefa, ahora en otra área y ese ha sido uno de los motivos por el que he prolongado mi vida laboral, ya que me podía haber
jubilado hace un año.
P.- ¿Se han cumplido los objetivos que tenias para tu vida?
R. - Creo que si se han cumplido, todo depende de las metas que te pongas, yo nunca me las puse muy altas para poder alcanzarlas.
En general sí, he trabajado en lo que me gusta, he procurado vivir haciendo las cosas que me apasionan y estar rodeado de las personas a las que quiero. A la vida no se le puede pedir mucho, porque después todo te parece poco.
P.- ¿A qué dedicas el tiempo libre?
R. - A hacer las cosas que más me gustan: andar mucho por el campo, la playa, el pueblo, algo de ejercicio por la mañana, leer todo lo que puedo En la casa de Paymogo tengo una librería enorme y estar con la familia y los amigos casi a diario.
P. - ¿Te gustaría añadir algo más?
R. - Que me ha producido una gran satisfacción personal, poder expresar mis vivencias de esta forma, imprevista y directa.
Gracias, José Luis por darme esta oportunidad.
Vicente, ha sido una gozada echar este ratito de charla contigo, verte feliz, relajado y con ganas de seguir al pie del cañón. Un abrazo grande amigo y que seguimos viéndonos en el Suizo Chico para tomarnos una cervecita.