Juan Antonio Guzmán: "Mis poemas están llenos de referencias de mi niñez"

Juan Antonio Guzmán Camacho es nuestro invitado de hoy, todo un referente de la cultura de nuestra provincia

Juan Antonio Guzmán Camacho es nuestro invitado de hoy, y me hace muchísima ilusión el hecho que se asome a esta ventana pública.

Nació en Bonares. Miembro fundador de: La Garrocha (1970), El Club de Escritores Onubenses 1977, presidente durante 17 años. Las col. «Alazán», «Cuadernos Atlánticos», «Poetas Onubenses Contemporáneos», «Donaire», las que dirige. La Fundación Odón Betanzos. La revista «Con Dados de Niebla» (1984). Encuentro de Poetas del Entorno de Doñana. Segundo Premio Nacional de Canción Juvenil (1970). Tiene poemas cantados por “Jarcha”, traducidos a varios idiomas. Pertenece a El Consejo Asesor de Cultura de la Diputación de Huelva (1980 a 2017). Colabora en la revista Cambio 16 y Cuadernos para el Diálogo durante los años 2005-2007.

Libros publicados: No fuimos lo pensado (1979), Sin nada que callar (1981), Con único latido (1983), Lírica de una Atlántida (Antología de poetas onubenses, 1986). Con tanto sol por alma (1991). El Viaje 1995. Un día en la vida de un sueño (1995).

«El poema del Bendito (1ª versión literaria del Masnaví Mubarak de Bahá ‘u’ Lláh, (1997), Raíces y alas (antología Juan R. Jiménez, 1999). La ternura del silencio (1999). Poemas Elementales (2001). Universo… Un verso (2012). América, crisol de humanidades, La Música de las Estrellas y Oda a Doñana (2017) Perseidas (2020). Juanito Algarabía y El Río Seco (2021). Con su “Himno a España”, propone en septiembre de 2006, a través del Senado, una letra para el Himno de España. En enero de 2012, dona toda la documentación del Club de Escritores Onubenses (1977-1995) y cede su propia Obra a la biblioteca de La Universidad de Huelva, para su custodia, estudio y difusión.

Como habrán podido comprobar todo un referente de la cultura de nuestra provincia, que hoy ha aceptado charlar un ratito conmigo y el poder realizar esta entrevista, interesante, amena y entrañable.

Empezamos así:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - Pues que es una situación pensada y realizada por un grupo reducido de humanos o humanoides intentando crear una nueva estructura social piramidal por encima de las fronteras establecidas.

La idónea para conseguir poder, acrecentando su “bien-estar” tras anular “el bien-ser” de los demás seres.

P.- ¿Crees que durará mucho esta pesadilla de pandemia?

R. - No lo sé ni creo que nadie lo sepa; a no ser que, como algunos dicen, sea una pandemia programada. Entonces habría que hacerle estas preguntas (cómo, dónde, por qué y para qué) a ese grupo de pensantes y actuantes que, bajo un sistema piramidal, están incidiendo en los elementos y seres del planeta tierra. Sobre todo, en la especie humana, la más vulnerable e inútil, por ser la especie que más necesita de los demás seres para vivir y perdurar… y la califico de inútil, porque son los seres que más útiles necesitan para vivir y sentirse feliz consigo mismo y con los demás.

P. - ¿Cómo crees que cambiará el mundo?

R. - A mi manera de ver, el mundo no cambia, evoluciona. Asume las nuevas circunstancias, naturales y externas, y las acomoda en su devenir según las leyes universales del espacio-tiempo. De vez en cuando, la naturaleza le recuerda a la Especie Humana que no es, como ella misma se corona, la Reina de la Creación; sino que es una ínfima partícula de lo creado. Quien debe cambiar de actitud son los humanos, porque ellos, como su historia demuestra, no son los más adecuados para regir los designios de los seres de nuestro planeta, basados en las leyes universales de los cuatro conceptos que, como puntos cardinales, fundamentan la esencia y existencia del Ser: el Todo-la Nada, Energía-Materia. Como digo, en una de las “Perseidas” mi último libro publicado: “El hombre es la imperfección más perfecta”, definición que hago extensiva a su obra: nuestro Mundo

actual.

P. - ¿Has pasado miedo en cualquier momento?

R. - No, como dije, cuando me comunicaron los resultados de una encuesta que realicé en el primer año de la pandemia, para saber cómo había afectado sus consecuencias en las actividades de mi vida cotidiana. Su conclusión fue que no me ha cambiado nada. Realizo, desde 2010, las labores propias de cualquier jubilado para su familia que vive cerca de las marismas del Odiel y que tiene como afición la equitación y como vocación la enseñanza y la poesía.

Más que miedo, preocupación por los seres que amo y conozco… tristeza y dolor por las personas que han padecido enfermedades y sus secuelas… y por las que ya no están con nosotros.

P. - ¿Qué proyectos tienes para el futuro y qué haces ahora?

R.- Ahora hago lo que he hecho desde que nací: observar a las personas, contemplar a los seres y la naturaleza que me rodean e interpretar y convivir en mi espacio y tiempo con el agua, el aire, la tierra y el fuego.

Actualmente sólo tengo dos proyectos del pasado que aún no se han llevado a cabo. El primero, desde el año 2006, la propuesta dirigida al Senado de mi poema “Himno a España” como “letra”, valga la redundancia, del “Himno Nacional de España”. Y digo, valga la redundancia, porque el Himno es una composición literaria y no musical, es decir, que el actual Himno Nacional de España, no es himno por carecer de la “Letra” de la Canción. Nuestro pretendido Himno Nacional está formado, solamente, por “Partitura musical”, procedente, como sabemos, de la Marcha Real Española.

P. - ¿Qué crees que necesita Huelva para despegar de una vez?

R. - Los foráneos en nuestra tierra, desde los atlantes y los tartesios, siempre han sido bien recibidos y acogidos haciendo sonar las palmas de las manos. Pero creo que quienes mejor nos pueden dirigir, en la actualidad, son los onubenses portadores de los genes de nuestros antepasados. Ellos son los que deben llevar el timón de esta hermosa y ancestral nave; puesto que son los únicos que conocen y saben los orígenes, su historia, su presente y su futuro. Cuanto más enraizado está un árbol más espacio vital y más altura; más frutos y más seres pueden vivir en él y de él.

P. - ¿Qué significan Huelva y Bonares para ti?

R.- En Bonares nací. Un pueblo anclado en la sima o fondo de un mar de la era terciaria. En la calle Larga, la arteria principal del pueblo.

Una de las tres juderías, con Valverde y Alosno, del Condado de Niebla. En una familia amplia y añeja en donde se entrelazan apellidos de ascendencia castellana, judía y francesa. Bonares significa mis raíces y mi infancia. Como buen bonariego, no me gustan las “alturas” ni “lanzar las campanas al vuelo”. Me gusta el lenguaje del silencio: contemplar, observar, comprender, actuar, escribir y, luego, hablar sobre lo hondo, lo profundo... sobre lo esencial. Desde niño, mis mayores me enseñaron a ser lo que soy: un ser que, en un espacio y un tiempo, forma parte de la naturaleza de la Tierra y que debe respetar y amar a los demás seres, porque necesita sentir el respeto y el amor de ellos para poder tener conciencia de ser naturaleza. La adolescencia la pasé en La Palma del Condado Colegio de los Salesianos (1962-64).

Mi padre me regaló una guitarra para Reyes de la “Casa Damas” de Sevilla, a la que le tuve que cambiar las cuerdas por ser zurdo. Ingresé en la rondalla del colegio y ahí comienzan mis primeros contactos con la censura y la música.

En Huelva aprendí a vivir en una sociedad de humanos que no conocía. Era un adolescente de años que necesitaba adquirir conocimiento y vivencias muy diferentes a las que habían vivido y nos habían contado nuestros padres. Éramos los hijos de nuestra posguerra; a mediado de la década de los sesenta, en 1965, -en los inicios de la “Dicta blanda”; en la que España se abría a Europa y era aceptado su régimen político por casi todos los países procedentes de la cultura de Occidente-. Seguía con mi guitarra que fue la llave que me abrió la puerta a la cultura musical de la época a través de los cantautores y grupos españoles, hispanoamericanos, franceses, italianos y anglosajones europeos y, también, de las baladas, rok y soul norteamericano.

En Huelva me formé como persona, en el Colegio Francés 4º curso (1965-66); en el Instituto Sª Mª de la Rábida, en el Colegio Menor Sª Mª de la Rábida 5º Curso (1966-67); en el Colegio Colón HH Maristas 6º y Preu (1967-69); en el Colegio Menor Sª Mª de la Rábida, curso Magisterio (1969-73). En Huelva he vivido los momentos culturales más importantes de mi existencia hasta hoy.

P. - ¿Qué recuerdos guardas de la etapa poética, musical, teatral, de los años 70? ¿Qué diferencia hay con lo actual?

R. - Conservo muchos recuerdos de los inicios de grupos y asociaciones musicales, literarias, teatrales, revista oral o en papel. Pero antes me gustaría aclarar que, como todos los jóvenes de mi generación, soy un referente más del “Mayo del 68”. De él nacen, en los países occidentales, todos los eventos socio-culturales posteriores.

En ese año se crea en Huelva el grupo poético “Atalaya” liderado por José Manuel Gómez y Méndez y sus miembros fundadores: Juan Andivia, José Baena, Juan Drago y Juan Antonio Guzmán.

En el Colegio Menor Santa María de la Rábida, formo parte del equipo de redacción de la Revista “PROA” (1969-73) y de la Revista Oral “TRIBUNA” como Presentador y como Director posteriormente (1969-73), en donde, entre otros, intervinieron: “Los Marismeños”, D. Vicente Quiroga, D. José Manuel de Lara, D. José Luis Ruiz y D. Carlos López.

La primera mitad de los años 70 se crean los pilares en donde se sustenta las ramas más frondosas de la cultura onubense. Durante el curso (1970-71), el 15 de octubre de 1970 participo junto a Francisco Serrano Bardallo en el Festival Nacional de Canción (Grupos), en donde obtuvimos el 2º Premio. Allí conocí a Ángel Corpa que se presentaba en la modalidad de (cantautor) y obtuvo el primer Premio. En diciembre de mismo curso (1970-71) fui nombrado Presidente de los Juegos Florales del Colegio Menor Santa María de la Rábida. En dicho acto, celebrado a finales de mayo de 1971 en el Gran Teatro de Huelva, se dan cita en ese escenario, un grupo de jóvenes que marcarían los destinos de la cultura onubense. Abre el acto el Preceptor del Colegio Menor César Corpa Martínez posteriormente: Cofundador y Director del Grupo de Teatro “La Garrocha”, pintor y escritor; la Reina de los Juegos Florales, Maribel Quiñones (Martirio) que hace entrega del Premio de Poesía (de 1º a 4º de Bachiller) al alumno Juan Francisco Cobos Rincón (Juan Cobos Wilkins) por un Jurado compuesto por profesores y alumnos del Instituto “Santa Maria de la Rábida” de Huelva, ejerciendo de Presidente del Jurado, el mismo de los Juegos Florales, el colegial de Magisterio Juan Antonio Guzmán; y en el fin del acto intervino Ángel Corpa, primer Premio Nacional de Canción como cantautor en Ávila y más tarde ideólogo, miembro fundador, compositor y cantante en el grupo “JARCHA”.

En la Casa de La Cultura de Huelva (1976), se realiza un ciclo de recitales “¿Qué cantan los Poetas Onubenses de ahora? en el que participan los poetas que, al año siguiente, (16 de agosto de 1977), serían los fundadores del Club de Escritores Onubenses, los autores de la antología “8 Poetas Onubenses”: Juan Andivia, José Baena, Jesús Díaz, Juan Drago, Juan Antonio Guzmán, José Antonio Mancheño, Paco Pérez y Francisco Sánchez, prologado por D. José María Roldán.

Primer libro de la Colección Alazán diseñada y dirigida por mí como primer vocal de publicaciones del C.E.O.

P. - ¿Y en los últimas décadas -años 80 y 90- del siglo XX?

R. - En las dos décadas siguientes se llevan a cabo todas las ideas y proyectos que deseábamos para el ámbito cultural de nuestra provincia, en la que el Club de Escritores Onubenses es la institución que conforma la “columna vertebral” de la creación de grupos y de las actividades más señeras y diversas en todos los ámbitos de la cultura onubense. Como hechos relevantes, el primer Delegado de Cultura de nuestro deseado Sistema Democrático es uno de los fundadores de muestra asociación literaria, José Antonio Mancheño. Miembros del

C.E.O., forman parte del Consejo Asesor de Cultura de la Exma. Diputación de Huelva y en 1980, se presenta, en dicho Consejo, la propuesta enviada por el C.E.O. en la que se solicitaba la creación de un Premio de Poesía Hispano-Americano de Poesía, que se aprueba como Premio Nacional de Poesía Juan Ramón Jiménez. El C.E.O. Interviene en la organización de las actividades culturales del centenario del Nacimiento del Nobel Juan Ramón Jiménez (1981).

(Madrid, Sevilla, Huelva, Moguer). Se crea la colección de libros Cuadernos Atlánticos. Participa en el Encuentro Internacional sobre Juan R. Jiménez realizado en la Universidad de la Rábida. Se asiste, en Sevilla, a la creación de la Asociación Andaluza de Escritores (1983). Miembros del C.E.O. participan en la creación y en el equipo de redacción de la revista “Con Dados de Niebla”, la creación de “La Fundación Odón Betanzos Palacios” y de “La Tertulia Cultural Onubense” 1984. En la década de los noventa, … miembros del C.E.O. nacidos en los pueblos del Condado de Niebla, organizan los Encuentros y Publicaciones de Poetas y Escritores en Doñana (1996-2002. El 12 de octubre de 1998, se presenta en la librería “Crisol” de Madrid “El Poema del Bendito” (Masnaví Mubarak) de Bahá ‘u’ Lláh, versión literaria y prólogo mio. nº 27 de la Colección de Poesía Juan Ramón Jiménez. El periódico La Voz de Huelva en 1999, realiza una colección antológica de Treinta Poetas Onubenses dirigida por mi y diseñada por Juan Carlos Castro Crespo. El nº 1, Juan Ramón Jiménez: “Raíces y Alas” (Antología Poética). El nº 30, Odón Betanzos: “Las Desolaciones”.

P. - ¿Se valora por las instituciones públicas como se debe la cultura de Huelva?

R. - Como todos sabemos, las instituciones públicas son el reflejo de los valores y de las necesidades, en este caso culturales, de una época y de un lugar determinado… además, administrado y gestionado por un sistema de gobierno y unos políticos que aprueban y ejecutan, una vez reunidos con su equipo de gestión, lo que debe o no debe llegar al pueblo. Su finalidad: el bien común; y cuál sería el mejor camino para conseguir esa finalidad social: el sentido común.

Una vez dicho esto y con lo vivido en el ámbito cultural en nuestra provincia desde 1965 hasta hoy, manifiesto, en rasgos generales, que la demanda cultural de las tres últimas décadas del siglo XX y la primera del Siglo XIX venía del pueblo a través de centros de enseñanzas, asociaciones de vecinos, casa de cultura, bibliotecas, grupos y asociaciones culturales, religiosas y festivas. Sus propuestas pasaban a las consejerías pertinentes con sus asesores específicos procedentes de las asociaciones o grupos, en este caso, culturales, que decidían las actividades anuales para cada pueblo o comunidad. Y existían las asociaciones o grupos culturales registrados en el Gobierno Civil para realizarlas.

Actualmente no es así. Existe una política cultural solapada que apoya al grupo o a la asociación cultural que sea más afín al partido de gobierno que dirija esa institución municipal o provincial. Cuando en los estatutos de una asociación cultural, uno de las condiciones para que ser registrada en el Gobierno Civil es que dicha asociación no manifieste ideas ni actos afines a cualquier ideología exclusiva o política.

P. - ¿De qué compañeros involucrados en la cultura de Huelva guardas mejores recuerdos?

R. - Guardo recuerdos buenos de todos los compañeros de la cultura que he conocido desde que vine a Huelva en 1965. Tengo la buena costumbre de no recordar nada malo. Por poner un ejemplo, al Club de Escritores Onubenses (1977-2000) pertenecieron noventa y dos escritores, desde Juan Andivia a José María Vaz de Soto. A todos los recuerdo con afecto y respeto. Aunque, como es natural, los mejores recuerdos los guardo de mis compañeros que por la cultura nos hicimos y somos amigos, aunque a estas edades no nos vemos tanto, pero siempre he estado y estaré con quien me necesita. Los menciono por orden cronológico: Manuel Domínguez Moreno y José Antonio García, amigos de la infancia; Paco Revuelta (1965); Paco Jiménez (1966); Juan Andivia (1967); Pepe Baena, Juan Drago, José Manuel Gómez y Méndez, Abelardo Rodríguez y Pepe Roca (1968); Juan Labrador, Teodoro Domínguez y Rafael Castizo (1969); José Manuel de Lara, Los Marismeños, Maribel Quiñones, Concha Bellerín, César Corpa y Ángel Corpa (1970); Gabriel Treve y Antonio Ángel Ligero (1971). Juan José Oña (1973). El Niño de Miguel y Pepito Bulería (1974); Sixto Romero, Jesús Domínguez, Antonio Rus (1975); Nieves Romero, Julián y José Antonio Ávila, José Antonio Antón, Paco Sánchez, Jesús Díaz, José Antonio Mancheño (1976); Antonio Cano, Jesús Arcensio, Manuel Sáchez Tello, 1977; Odón Betanzos, Antonio Ramírez, Rafael Delgado, Ramón Llanes, Dolores Izquierdo, Diego Ropero, Rafael R. Costa, Manuel José de Lara, Rafael De Cóza (1978). Alfonso Aramburu, Ricardo Engelmo, Enrique Montenegro (1979). Miguel Ángel Fernández, Vicente Quiroga, Rafael Teheran, José Manuel Seisdedo (1980). Juan Carlos Castro, José Pulido, Pepe Hernández, Fernando Rivas (1982); Pedro Rodríguez, Juan Palacios(1983).

P. - ¿Qué recuerdos guardas de tu niñez?

R. - Mi infancia son mis cimientos y mis pilares. Mis poemas están llenos de referencias a esa etapa de la vida: a mis antepasados, a mi familia, a mis amigos de infancia, a mis maestros, a mis compañeros de clase, a mis paisanos, sobre todo a los más marginados. Mis primeros recuerdos son de la edad de dos años cuando mi madre por la tarde iba con ella a la iglesia. Nos arrodillábamos ante el Sagrario y, además de hacerme repetir en voz alta cada verso de las oraciones, sentía que lo más importante para mis mayores era algo o alguien que no se veía ni nos hablaba, pero se sentía dentro de ti. Sin ella ni yo saberlo, me estaba trasmitiendo cómo se comunicaban los seres creados con el

Creador. A los tres años leía en El Nuevo Catón. Pero lo que siempre me ha acompañado desde mi nacimiento hasta hoy son las voces. Las voces exteriores e interiores que, desde mi nacimiento o antes, las llevo conmigo y conforman mi manera de ser: Las voces exteriores de mis seres queridos, oral o escrita, que singulariza mi expresión personal y de escritor; y las voces internas que son el manantial emocional de donde brota mi creación poética.

P. - ¿Quiénes han sido tus referentes en la vida?

R. - Todos los seres del universo que han hecho lo que debían hacer a lo largo de sus vidas, acrecentando con su bondad la energía positiva para las siguientes generaciones.

P.- ¿Qué opinión tienes de los políticos y de la labor, en general, ante esta pandemia?

R. - A los políticos les tengo un gran aprecio y respeto, porque son personas que han dejado su profesión y, a veces, parte del tiempo que se le debe dedicar a la familia, para dedicarse por completo a resolver los problemas y administrar los bienes de sus semejantes desde la célula social más pequeña -un pueblo-, hasta las más extensas y complejas como son las relaciones entre países o la de nuestro planeta en general. Utilizando como medio sus conocimientos, su templanza y el sentido común, para llegar a conseguir el fin que toda sociedad pretende: el bien común: el “bien-estar” y el “buen- ser” (colectivo y, a su vez, individual).

Pero, actualmente, parece ser que la finalidad de las personas dedicadas a la Política es convencer al pueblo, pero no para solucionar sus problemas, sino para conseguir el poder a toda costa, con fin de implantar su ideología de partido y partidista a la totalidad del pueblo español. Esto no es alta ni baja política; es, simplemente, lucha por el poder para incidir en el presente y futuro de todo un gran pueblo y de una gran Nación, la más antigua de Europa, España.

Cuando todo un Pueblo se preocupa por la política y por los políticos de su país es porque la política y los políticos de su país no se preocupan de resolverles las situaciones y problemas reales y emocionales de todo ese Pueblo. No hay mayor pandemia que ésta: Desestabilizar un país y su sistema democrático: Una Monarquía Parlamentaria fruto del consenso y unidad del pueblo español bajo el manto de la Constitución de 1978. Tras el pasado reciente más trágico e incongruente de nuestra ancestral historia.

P. - ¿Qué papel crees que ha jugado lo medios de comunicación y redes sociales ante esta situación que estamos viviendo?

R. - Han creado un papel importantísimo en la actual situación. Los útiles que mejor se han adaptados y han superado, con la velocidad, la rapidez de transmisión del virus, son, sin duda alguna, los medios de comunicación. Aunque dada su importancia reconocida y apreciada por todas las instituciones oficiales sociales del planeta, son las que más han sufrido distorsiones en sus mensajes, manipulaciones en aras de otros objetivos sociales distantes a su finalidad en momentos de caos social, competencias de audiencias… Un papel caótico, lo que mejor ha reflejado la situación actual de la Humanidad. Observo, desde los inicios del segundo milenio, y hoy confirmo, que el –ismo- original de nuestro nuevo siglo es: “El Confusionismo”.

La comunicación, a lo largo de la historia de los seres vivos, han jugado un papel fundamental para la supervivencia de sus respectivas especies en los diferentes medios de vida. Y quien mejor lo ha sabido utilizar y modificar según sus necesidades físicas y mentales son los humanos. La comunicación, en sus diferentes aspectos, conforman la columna vertebral de la sabiduría y del progreso. Es el medio que mejor se ha adaptado a las distintas etapas y momentos de la Humanidad. Creo que el día en que los medios comunicación no se puedan desarrollar mejor en beneficio de la creación humana, será el

principio del fin de nuestra espacie.

En una de mis frases digo: “El ser más inútil es aquél que más útiles necesita” … y, no cabe la menor duda, es el ser humano.

P.- ¿Qué poema crees que es el más representativo de los escritos desde 1965 hasta hoy?

R. - Para mí todos aportan una manera de sentir y manifestar un momento emocional de la vida. Pero “Perdonen”, escrito en 1972, es uno de los más reconocidos:

PERDONEN

Perdonen, me cansé de ser yo.

Hoy me veréis con la sonrisa amarga

del hombre que no llora.

No es signo de vejez, no.

Es signo de homínidos hambrientos

contra mamuts gigantes;

de esclavos ante pirámides y esfinges no acabadas.

Es signo de guerreros y espadas de guerreros

y yelmos de guerreros sobre guerreros muertos.

Es el signo del hombre

tratando de abarcar a los restantes …

De crímenes y crímenes en una y tantas guerras...

Y mi cansancio es un tributo a todos

que nadie me ha impuesto.

Me canso de cansarme tantas veces.

Y es que pesa en ambiente y en memoria

la historia de multitud de muertos.

¡Cómo pesa, cómo pesa, cómo pesa… ¡

Me oprimen esos hechos sin ser míos.

En la conciencia anciana de un abuelo,

en la conciencia abierta de un amigo,

en la conciencia oculta de un Estado,

en conciencia nos pesan,

nos pesan esos hechos.

Cómo pesa en conciencia aquel diluvio,

aquella invasión bárbara,

el castigo sodomítico de fuego,

la guerra ilimitada que comenzó Caín…

¡Cómo pesan los muertos… ¡

¡Y los hijos -que morirán y mueren-

de aquellos hijos de los muertos que murieron!

Juan A. Guzmán. 1972

Juan Antonio, ha sido todo un honor que hayas aceptado la propuesta que te hice para realizar esta entrevista, donde aportas una serie de datos y de personas de la cultura onubense que no deben caer en el olvido

Un abrazote grande amigo