José García: "Cuando niño me marcó el naufragio de mi padre con tres de mis hermanos"

Hoy presento a José García, Pepe, un isleño escritor con un nuevo libro que dar a conocer, “Con toda la mar detrás”.

Hoy acude a nuestra cita diaria un viejo amigo de Isla Cristina, al que conocí cuando iniciaba mis relación de novio con la que hoy es mi mujer. Me refiero a Pepe García, quien era vecino de Toñy en la calle doctor Fleming de la antigua Higuerita.

Pasemos a conocer a un poco más a este isleño.  José García García, con catorce años tenía su primera libreta de embarque, por lo que compaginó su vida de la mar con sus estudios de magisterio. Siendo ya maestro, continuó sus estudios de Psicopedagogía.

Uno de sus primeros destinos fue Santa Bárbara de Casa, donde durante años ejerció la función de director. Tras su renuncia a la enseñanza secundaria, vuelve a su Isla Cristina natal, para permanecer en el colegio “Ángel Pérez” más de treinta años, hasta su jubilación “ejercí cargos desde director, jefe de estudios y hasta de conserje”.

Pepe es persona cordial, agradable, isleño por los cuatro costados, observador, querido por cuantos lo conocen, empático, optimista, de ideas claras, comprometido, y desde luego muy "güenagente". Cuando le propongo esta entrevista accede y después de estar un ratito de charla en la capitalina calle Marina, recordando momentos y situaciones isleñas, que me transportaron a los años 70/80, nos ponemos manos a la obra e iniciamos la batería de preguntas.

 

¿Pepe, qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

Soy de los que piensan que tarde o temprano llegaría una situación como la que estamos padeciendo, es más en algunas películas de ficción ya se ven imágenes cómo las vivimos en tiempos de alarma o confinamiento; lo que tal vez no sepamos nunca es cómo se ha producido y si ésta ha sido provocada, ya que el régimen de China, el lugar donde surgió, guardará ese secreto que ha puesto al descubierto la debilidad de esas potencias mundiales.

¿Cuándo cree que acabará la pandemia?

La pandemia se acabará más pronto de lo que pensamos al menos en los países desarrollados y aquellos otros mancomunados social y económicamente, pues actualmente la ciencia avanza a pasos agigantados; ahora bien en aquellos países tercermundistas y con un régimen autárquico perdurará en el tiempo como así ocurre con otras enfermedades.

¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

Esta pandemia va a significar un antes y un después en el ser humano; ya que si aún es pronto para hacer un análisis pues desconocemos los efectos secundarios que dejarán en los contagiados; lo que a día de hoy podemos decir que ha modificado nuestros hábitos, nuestras relaciones sociales, nuestra forma de trabajar e incluso hasta el ocio. No obstante, el hombre se irá adaptando a estos cambios hasta el punto, que aunque añore los tiempos pasados, irá normalizando otra forma de vivir o sus hábitos cómo es el caso del teletrabajo e incluso en las enfermedades, donde los ansiolíticos serán como fueron las aspirinas en su tiempo.

¿Has pasado miedo en algún momento?

¿Y quién, no? Yo al igual que todo el mundo, por mucho que digan los negacionistas, he pasado miedo. Un miedo disfrazado de soledad y falta de humanidad ante un palacio de nieve repletos de féretros y ante una sociedad que ni siquiera podían despedirse de sus familiares más queridos. También he sentido ese miedo al ver recortada esa libertad a la que estamos acostumbrados los seres humanos al estar encerrado en esas cuatro paredes en lugar de interrelacionarnos con la naturaleza y con nosotros mismos.

¿Qué proyectos tienes para el futuro y que haces en la actualidad?

Con esta crisis de la Covid-19 el hombre, al menos yo, he aprendido una lección muy importante no hacer proyectos a largo plazo y vivir el momento; pues el coger o no el virus es cuestión de suerte; por eso espero ansiosamente que me llegue el turno de vacunarme y ya por pedir que fuera con la Pfizer o con la Moderna.

¿Qué es lo que has echado de menos en estos doce meses que llevamos de pandemia?

He echado de menos los roces, los besos, las caricias. Nosotros que nos unimos en un abrazo que incluso arranca un aplauso en nuestra espalda, hemos renunciado a ello; pues parecíamos ese Ben Hur en la cueva de los leprosos, donde cualquier estornudo o décimas de fiebre parecían levantar desconfianza.

Echo de menos la sencillez de las cosas pequeñas: el servilletero de los bares, los labios recién pintados de mi vecina, el ver a niños que se han caído sus dientes pues la mascarilla ha hecho hasta desaparecer el arco que forma nuestra boca para indicarnos si estamos tristes o alegres.

¿Qué crees que necesita Huelva y provincia para despegar de una vez?

En mis escritos siempre me reafirmado en ello: las conexiones. Huelva, tiene en sí misma una ajorca de oro como es el Coto Doñana que embellece su cuello pero cada día que pasa la va asfixiando más, pues según los políticos y la política ese parque es intocable, pero si lo utilizan los presidentes para sus vacaciones estivales.

¿Sabríamos los Onubenses lo que significaría abrir ese ansiado puente de unión con Cádiz?

Sería como abrir una ruta que uniese el Algarve portugués hasta la Costa del Sol y cuyo centro sería nuestra costa de Luz. Por eso mientras no exista esa vía de comunicación y que haya que pasar por Sevilla para todo, nuestra provincia, con su gran riqueza que alberga, estará de por vida condenada al aislamiento.

¿Cómo encuentras Isla Cristina laboralmente?

Aunque hace dos ó tres décadas el campo con los cítricos y los frutos rojos abrió un mundo laboral especialmente para las mujeres; Isla Cristina, como dice su pasodoble “todo lo saca del agua salá” y aunque últimamente se ve un receso en la flota de arrastres, por las acusantes y constantes inspecciones; sigue teniendo una flota importante en el sector del cerco, pulpo y “chuponas”; por no mencionar la proliferación de fuerabordas que principalmente se dedica al marisco en general

Respecto al otro sector el turístico, no le veo mucho futuro, por tres razones: su estacionalidad, también porque los que vienen al pueblo son personas con un nivel económico medio y principalmente porque el isleño, aún no tiene conciencia de que Islantilla es parte de Isla Cristina.

Acabas de poner en el mercado el libro “Con toda la mar detrás” Háblanos del mismo

Si, en marzo ha salido a la luz, aunque esta idea me rondaba por la cabeza desde hace años pues quería rendir homenaje a la gente de la mar ya que el hecho de haber nacido en el seno de una familia marinera y haber sentido la otra cara de ésta, pues si cuando niño me marcó el naufragio de mi padre con tres de mis hermanos, si toda mi pubertad transcurrió en un colegio de huérfanos de mar; y luego, como isleño, fui  testigo de grandes tragedias como la del Islamar III, pensé que tenía el compromiso de novelar estas vivencias

Háblanos de tus obras publicadas.

Tú fuiste testigo de cuando por los años ochenta, en aquel periódico del que tú  formabas parte tuvo que suprimir aquel “Concurso literario-periodístico V Centenario”, pues las veces que participé en él, fui su ganador ja, ja, ja…De verdad era una modalidad que me gustaba, pero tracé otros rumbos la del ensayo y relato corto obteniendo también el mismo resultado.

Mientras tanto me fui adentrando en la poesía, en la confección de pregones, en el mundo del carnaval; para finalmente publicar en estos cuatro últimos años tres libros:  “Esperanza”, “Noches de rostros ocultos” y este último, “Con toda la mar detrás”

¿Qué recuerdos guarda de los carnavales de los años 80 en Isla y qué diferencia existe con los actuales?

Recuerdo que cuando por primera vez entré en ese gallinero del Gran Vía me  parecía estar viviendo el sueño con las comparsas y creía estar en una corte ante las ocurrencias de los bufones de las murgas. Luego en los noventa, aquella magia fue a menos y eso que fui autor de decenas de Comparsas como “Anclado en Tierra”, “Libertad”, “El Destierro”…., para últimamente haber perdido el interés por el Carnaval  por la masificación, la falta de originalidad y ese contante mirar hacia Cádiz, cuando Isla ha tenido su Carnaval y la “Tacita de Plata” otro bien distinto.

Por eso añoro esos años ochenta, en los que en Isla la “gente se disfrazaban y no se vestían” como suelen hacer ahora; pues por aquella época tras tomar dios mistelas en Casa Gonzalo en menos de media hora no sé cómo nos las ingeniábamos para formar parte del carnaval; por eso a veces pienso que con la desaparición del “mamarracho” se  cargaron aquella fiestas típicas de invierno.

También en esa época el teatro y todo lo que rodeaba al concurso era distinto pues la profesionalidad y la galantería de los presentadores, la creatividad y el ingenio de las agrupaciones en las tablas y hasta el resplandor de las reinas y las damas de honor en el pasodoble dedicado a ellas hacía que una función se convirtiera en un espectáculo que hoy en día y a mi parecer creo que estos puntales han desaparecido.

¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos?

No sé si la pregunta viene referida a mi vida personal o continúa la línea del carnaval, por ello te doy dos respuestas.

A.- Desde luego, el nacimiento de mi hija fue para mí un momento muy especial por lo que significa el hecho de realizarte como persona; en el lado contrario, la muerte de mi padre significó un gran vacío y tardé en recuperarme de la pérdida de ese pilar tan importante en mi vida.

B.- Aunque he sido autor de muchas comparsas, “Anclado en tierra”, me trae muy buenos recuerdos ya que su repertorio significó una innovación ya que todo era una obra de arte donde se historiaba desde la presentación al popurrí; en el caso contrario, mi mayor decepción fue la comparsa “Toda una vida”, con la que participamos en Huelva y que estaba a años luz de las restantes por su calidad, por su acogida en el público y fue clasificada como segunda. ¡Vamos un verdadero cajonazo!

¿Qué te ha parecido el papel de los medios de comunicación y las redes sociales en esta pandemia?

Por un tiempo la televisión y la radio tomaron la relevancia que tenía antes, pues la gente en principio estaba atenta a los telediarios y a la presencia de dos personajes que nos informaba sobre la evolución del Covid, lo que hizo que nos familiarizásemos con los rostro como Fernando Simón y el ministro Salvador Illa. Después, ante un discurso  repetitivo del primero y el hecho la utilización política del segundo, ha desaparecido ese interés.

Sin embargo las redes sociales, han tenido una importancia grandísima ya que los móviles, los WhatsApp y las vídeos llamadas han sido ese vínculo que aún nos ha unido tanto en el aislamiento, la distancia y las conexiones interpersonales.

¿Cómo valoras la actuación de los políticos a ante la crisis sanitaria y económica?

Pésima, en todos los sentidos, ya que algunos representantes en lugar de estar unidos para afrontar la pandemia, nada más han ido buscando el rédito político; de ahí el hecho real de cuánto costaba el conseguir el número suficientes para prorrogar el estado de alarma, en los distintos criterios que han seguido las comunidades autónomas en  dependencia de su color político, en la pésima imagen que dábamos ante Europa. En fin un desbarajuste, donde todos hemos visto esa representación teatral en el congreso de esos diputados don éstos una vez que son elegidos han despreciado al pueblo que los votó,

pues mientras que para ello no ha habido crisis, sino todo lo contrario pues sus sueldos y dietas no han sufrido ni esos ertes, ni esas bajadas, ni las necesidades que ha habido en muchos hogares españoles.

¿Qué secuelas más importantes dejara esta pandemia?

Serían bastante pero destacaría tres y además por éste orden:

1.- Aunque a veces, hemos criticado a la juventud, hay que ser consciente a muchos de nuestros jóvenes se “le ha robado” su primavera; ese periodo importantísimo de esas reuniones, de esos primeros besos robados, de jugar con lo prohibido…en fin todo lo que  nosotros hacíamos a nuestra adolescencia, y encerrados en su habitación han tenido que afrontar sus clases y sus juegos todo ello, delante de un ordenador, que se ha convertido en su amigo, su novia, su confidente…y su adicción a los juegos.

2.- Las secuelas psíquicas, que nos ha dejado y que hará que esos sabios de la mente y de la conducta de las personas busquen ya soluciones a millones de personas que padecen trastornos de ansiedad y de conductas desconocidas hasta hoy.

3.- Y finalmente, nuestros hábitos de conductas variará ya que por nuestro clima y nuestra forma de vivir, somos personas abiertas a todo el mundo y pasamos gran parte del día en la calle; pero ello pienso que cambiará pues ahora además de seleccionar más las personas con que nos reunimos; al aumentar las personas que teletrabajan, hasta echaremos de menos esa cervecita del viernes, una vez que ha terminado la semana.

Pepe, amigo, me ha encantado este ratito de charla contigo. No dejes de escribir novelas y esos relatos cortos, que los borda, que le deseo un largo recorrido a tu última publicación "Con toda la mar detrás", pues es una auténtica maravilla y engancha en cuanto te pones a leerla.

Un abrazo enorme