Fermín Cabanillas: "No necesitamos saber qué opinan los políticos unos de otros, pedimos que nos cuiden, y no lo están haciendo"

Fermín Cabanillas, con sus hijos, Rodrigo y María José.
El periodista Fermín Cabanillas (zalameño-lepero) comparte con los lectores de diariodehuelva.es sus reflexiones sobre la pandemia. Y muestra su cara más combativa y solidaria. Además, desvela sus 'armas' para vencer al coronavirus.

Nuestro entrevistado del día de hoy, Fermin Cabanillas, es un zalameño, criado en Lepe, a cuyas poblaciones quiere muchísimo. Hace unos días ha saltado a la "fama" nacional por tener una sangre que puede salvar vidas frente al coronavirus. Pero de ello ya se ha hablado y escrito bastante, por lo que esta charla con mi amigo va a ir en consonancia con la que hemos mantenido con otras personas.

Fermín es una de esas personas entrañables que te encuentras en la vida, muy trabajador, con ambiciones, empático, cordial, servicial, agradecido, humanitario, buen compañero, alto sentido de la amistad, fiable. Sirve lo mismo para un roto que para un descosido y es pero que muy buena gente.

Lo conocí a través de los partidos que jugábamos al fútbol con el equipo de la Prensa de Huelva, donde quería demostrar sus dotes como sustituto de Paco Buyo. Aunque por exigencias del guión también salía de delantero centro circunstancial tipo Alexanco.

Me pongo en contacto con él para charlar un ratito y que cuente a los lectores de diariodehuelva.es sus vivencias sobre la situación que atravesamos en la actualidad. Pero lo pillo recuperándose de su Covid-19. Eso sí, muy solo y tranquilito en La Antilla, por lo que decidimos dejarlo para más adelante, que es cuando le determinan que su sangre es ideal para proteger a otras personas contagiadas. Por fin, logramos hablar, una vez que ya es mediático y la primera pregunta es la siguiente:

¿Qué opinión tienes de la situación que  estamos viviendo? 

Vivimos en una confusión constante, lo que nos lleva a pensar que esta guerra la vamos a ganar los de la infantería, porque nuestra clase política cada día nos manda mensajes contradictorios, de batallas que no nos interesan, pero que nos bloquean la información necesaria. Los ciudadanos no necesitamos saber qué opinan los políticos unos de otros, necesitamos que nos cuiden, y no lo están haciendo.

¿Qué hiciste en tu día a día, durante el confinamiento, dónde y con quién lo pasaste? 

Me cogió en nuestro domicilio de Gerena. Mi mujer y yo trabajamos en casa, de modo que no supuso un cambio radical, pero es verdad que llevar un día a día normal de producir nuestro trabajo con un niño de tres años confinado 24 horas al día es complicado. Algunos días lo que hacíamos era, directamente, que uno se encargase de él y el otro trabajase. Los días eran largos, pero se superó.

¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo el mundo de la comunicación? 

En nada. Vemos a diario actitudes egoístas en las personas que nos rodean, discusiones de tráfico, celos, envidias… Decíamos que del confinamiento saldríamos mejor, pero hemos aplaudido en los balcones y ahora seguimos sin saludar al vecino. La comunicación está herida de muerte por las redes sociales, en las que cualquiera es periodista. Así es imposible muchos días hacer información veraz.

¿Has pasado miedo en algún momento? 

Sí, sobre todo por mis hijos. María José es diabética, y Rodrigo casi un bebé. Si les pasará algo mi vida no tendría sentido. Incluso cuando yo enfermé de COVID los niños siempre estaban en mi cabeza. Supongo que les pasará a todos los padres. Afortunadamente yo salí muy bien de la COVID y además con una inmunidad muy fuerte. Y ahora encabezo campañas para que la gente done plasma. La vida da muchas vueltas.

¿Qué proyectos tienes para el futuro?

Vivir, que no es poco. Cada día colaboro con varios medios de comunicación, como EFE, AION Sur o eldiario.es, entre otros. Me va bien. Dosifico mi tiempo y pago mis facturas. La vida me ha regalado que me paguen por hacer lo que me gusta.

¿Qué  has echado de menos en estos ocho meses que llevamos pandémico? 

Aparte de poder ver a mi madre cuando me dé la gana, un pacto de estado real y sin fisuras en la lucha contra el coronavirus. Los acuerdos han durado dos minutos, y rápidamente ha empezado el tacticismo. Pasó con el terrorismo, con la listeriosis, el virus del nilo… En fin, la lista es interminable.

¿Cómo 'venderías' Huelva para atraer inversores y turismo? 

Huelva debería venderse sola, pero hasta tenemos los casos de contagios más bajos, (aunque ahora están subiendo de forma preocupante) porque llegar a esta provincia es un poema. Llevamos 20 años discutiendo si abrimos un hospital en Lepe, si hacemos un aeropuerto, si desdoblamos la N-435, y lo primero que echa para atrás al turismo es la gresca. No nos damos cuenta de que Huelva tienen dos aeropuertos, en Faro y Sevilla. Cuando cuentas en Sevilla todo lo tiene Huelva desde Ayamonte a Santa Olalla y desde Encinasola a Matalascañas, la gente flipa. Con mucho, Huelva es la mejor provincia de España, pero si solo llegar desde Badajoz a Aracena es un poema de curvas, a ver cómo vendemos el resto.

Los rebrotes han subido y de qué manera, ¿volveremos a  confinamiento general? 

Sería lo normal, pero el político que decrete un nuevo confinamiento perderá votos. Lo demás, se explica solo.

¿Qué es lo que más te ha molestado de esta situación que estamos viviendo? 

Me indigna comprar una mascarilla por 95 céntimos en Ayamonte y que en Castro Marín, a dos kilómetros, cueste 15. Eso es un reflejo de que alguien se está quedando con nosotros. Extrapolemos eso a otros sectores y entenderemos que haya miles de españoles cabreados.

¿Qué haces en la actualidad? 

Mi rutina empieza a las siete de la mañana, los sábados a las ocho y los domingos a las nueve. Con el primer café, leo los boletines oficiales, reviso los sucesos de madrugada y me hago la agenda del día. Paro una hora a mediodía, y normalmente termino en torno a las siete-ocho de la tarde. En ocasiones tengo reportajes en la calle o entrevistas y desplazamientos, que es lo que más nos gusta en esta profesión.

Fermín estamos llegando al final de esta entrevista, pero si quieres añadir algo más, hazlo

Tenemos que ser una sociedad crítica, que le discuta al poder, que deje de pensar que el cura y el maestro tienen razón y ya está. Hay que ser críticos desde el respeto y forzar el diálogo. Si yo no hubiese querido ir más allá de mi positivo en COVID no habría sabido que soy inmune al virus. Lo hice reclamando una prueba que no me correspondía. Si nos conformamos con lo que tenemos, seremos poco más que una planta, pero nos dan un teléfono que es una ventana al mundo y vemos vídeos de gatitos. Espero que todo cambie poco a poco.

Pero bueno, cuenta qué es eso de poder salvar vidas con tu sangre, qué pensaste cuando te lo comunicaron y que piensas hacer al respecto

Se trata de que desarrollé un anticuerpo muy potente contra la COVID, algo que pasa en algunos casos al pasar la enfermedad. Ahora, aparte de donar plasma con destino a enfermos ingresados en hospitales, estoy intentando concienciar para que la gente se haga análisis tras pasar el coronavirus, porque mucha gente puede llevar dentro una ayuda directa a enfermos, y no saberlo.

Amigo, que ha sido una gozada echar un ratito contigo y me alegro que estés bien y ánimo en la lucha.