José Manuel Sampedro: "Nunca entenderé cómo la violencia puede ocupar lugar en un evento deportivo"
08 de enero de 2021 (13:38 h.)
El mundo del arbitraje del fútbol llega hoy a esta serie de entrevistas en tiempo de pandemia de la mano de José Manuel Sampedro, una persona entrañable donde las haya.
El mundo del arbitraje del fútbol llega hoy a esta serie de entrevistas en tiempo de pandemia de la mano de José Manuel Sampedro, una persona entrañable donde las haya, que es quien más veces ha pitado partidos del equipo de la Prensa de Huelva, sobre todo cuando se jugaba contra la Federación de Peñas del Recreativo, donde nuestro invitado de hoy era miembro asimismo.
Cordial, amable, trabajador, más de Huelva que un choco, recreativista por los cuatro costados, observador, sencillo, respetuoso, solidario... Y presidente de la peña Navidad, la más antigua de cuantas existen del Decano del fútbol español.
Cuando le propongo esta entrevista, no lo duda, acepta y por tanto empezamos del tirón.
P.- ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?
R.- Considero que esta situación que estamos viviendo nos ha pillado desprevenidos, se trata de un virus desconocido, que está haciendo mucho daño en la sociedad del momento; tanto a nivel social como a nivel económico para las pequeñas empresas
especialmente. Al comenzar lejos de España, pensamos que jamás iba a llegar hasta nosotros, pero aquí lo tenemos hace ya casi un año y hay que hacer todo para vencerlo.
P.- ¿Qué hiciste en tu día a día durante el confinamiento, dónde y con quién lo pasaste?
R.- Al principio, como casi todo el mundo, mi empresa se acogió a un ERTE y me confiné en el hogar con mi mujer y mi hijo. Mi día a día se basaba en ayudar en las tareas de casa, cocinar... y como se convirtió en costumbre, a las 20:00 de la tarde salíamos a aplaudir.
Solíamos entretenernos con juegos de mesa, otras veces paseaba por la casa para moverme un poco y salir del sofá. Algo bueno que saco de esta nueva rutina que se instauró debido a la inesperada situación, es el tiempo que le dediqué a mi familia, lo que hizo que disfrutara más de ella. Más tarde, mi empresa me requirió para trabajar y volví, aunque con bastante miedo e incertidumbre. No obstante, cada día tomaba todas las precauciones que estaban en mi mano, siempre desde el respeto.
P.- ¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia y sobre todo, el mundo del deporte?
R.- El avance de la sociedad ha ido creando en las personas ciertas necesidades, como los teléfonos móviles. En este caso, considero que a partir de ahora las personas serán más precavidas en el tema de la higiene, de la precaución, y las mascarillas se convertirán en un complemento más que todas las personas llevarán en su bolsillo; esas cosas que antes nos parecían “cosas de chinos”, para quienes el tema de las mascarillas no es una novedad. Nosotros no entendíamos por qué solían usar mascarillas y quizás pensábamos al verlos que buscaban protegerse a sí mismos y, en realidad, lo que buscaban era proteger a los demás. A partir de ahora, una de las cosas “buenas” que vamos a instaurar en nuestra vida es tener esa intención de protegernos a nosotros mismos y también a los demás. Se trata de una mayor concienciación. Quizás así nos volvamos mejores personas, más solidarios, más empáticos… Porque, para mí, lo más importante, ante todo, es ser buena persona.
Respecto al mundo del deporte, pienso y deseo que se retorne, más o menos, a la normalidad de antes: que vuelva a tener público, con todas las medidas de seguridad pertinentes. Pienso que es necesario que el público entre de nuevo a los estadios porque el deporte y la afición tienen una relación simbiótica, ya que se retroalimentan uno al otro. Por otro lado, pienso que el mercado de fichajes va a cambiar y los equipos no gastarán cantidades desorbitadas, haciendo que el mercado vuelva a cantidades más razonables; ya que todos los equipos deberán adaptarse a los nuevos presupuestos.
Mirando más allá del fútbol, considero que algunos deportes minoritarios pueden pasarlo mal e incluso llegar a desaparecer, aunque espero que esto nunca ocurra porque el deporte es salud, calidad de vida.
P.- ¿Qué proyectos tienes para el futuro y qué haces ahora?
R.- Ahora mismo me dedico a mi trabajo y a mi familia, porque uno de mis grandes hobbies, que siempre han estado relacionados con el fútbol, como es el arbitraje, desgraciadamente no puedo seguir practicándolo, por motivos obvios y, además, por impedimentos y zancadillas que recibimos por parte de otros colectivos, tanto a mí como al resto de mis compañeros de la Asociación Onubense de Árbitros Veteranos, la cual tengo el honor de presidir desde el año de su fundación (2013). Esta asociación se fundó porque a mí y a un grupo de compañeros nos despidieron de malas formas del Comité Técnico de Árbitros de Huelva y creamos esta Asociación, sin ánimo de lucro, para continuar disfrutando del arbitraje y, sobre todo, ayudar a bastantes compañeros que lo estaban pasando mal económicamente. Por esto, se creó esta Asociación. Aunque mis intenciones siempre han sido colaborar con el CTA, no nos lo ponen demasiado fácil. Pero, a pesar de ello, cuando esto acabe y nos lo permitan, seguiremos con nuestro cometido. Nosotros vamos a continuar con nuestra labor, porque esta Asociación tendrá siempre las puertas abiertas a todo aquel colegiado que cuelgue el silbato oficialmente y quiera seguir dedicando una parte de su tiempo a compartir nuestra pasión, el arbitraje.
P.- ¿Qué echaste de menos cuando estabas confinado?
R.- Como aficiones, no poder asistir al Nuevo Colombino, como cada domingo, y no poder disfrutar del arbitraje. Por supuesto, en el terreno personal, el no poder abrazar a mi familia, besarlos, ni poder disfrutar de mi libertad, de lo cotidiano; asistir como cada viernes a la Peña Navidad, de la cual soy presidente, y no poder estar con mis compañeros en tertulia y desahogo.
P.- ¿Qué opinas de las vacunas?
R.- Para mí, las vacunas son las más grandes de las esperanzas de la humanidad. No tengo dudas de que, en cuanto lleguen a nuestra ciudad y me toque, me la pondré. De igual forma, espero que todos nuestros compatriotas se la pongan, ya que además de protegerse a sí mismos, protegerán a los demás. Que nadie tenga miedo a las vacunas.
P.- ¿Qué es lo que más te ha dolido de estos meses pandémico?
R.- Especialmente, las personas que nos han dejado, la cantidad de personas que han muerto en soledad, sin poder despedirse de sus familias. Por otro lado, la pérdida económica que ha supuesto para muchas empresas, dejando a muchas familias
desamparadas y el aumento de las tasas del paro.
P.- ¿Qué le parece el papel que están jugando los medios de comunicación y las redes sociales?
R.- Considero que los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la información y en la concienciación de la situación a la ciudadanía. Son medios imprescindibles mediante el cual las personas que nos gobiernan pueden mantener un
contacto con nosotros. No obstante, pienso que muchas veces desinforman y han ocasionado muchos problemas de orden psicológico en algunas personas, como la ansiedad, la depresión, el horror, el pánico, etc., con ciertas informaciones respecto al COVID. En este sentido, las redes sociales no ayudan; suelen aportar información falsa, en muchos casos, motivadas por el morbo. Aunque parezca contradictorio.
P.- ¿Cuáles son tus mejores recuerdos y peores de tu vida dentro del arbitraje?
R.- Entre los mejores, guardo uno especialmente: fue en el julio de 2002, cuando recibí la llamada del que, por entonces, era secretario y leyenda del Real Club Recreativo de Huelva, Julio Peguero, para comunicarme que, por expreso deseo del entrenador, Lucas Alcaraz, era el elegido para arbitrar el partido amistoso de preparación para el Europeo de la Selección Española Sub-19 contra el Recreativo de Huelva. Por aquel entonces, estábamos en Primera División. Nos codeamos con jugadores campeones del mundo y de Europa absolutos de la talla de Andrés Iniesta, Fernando Torres, Sergio García o, el actual portero de la Real Sociedad, Moyá. También formaron parte de este equipo los malogrados Dani Jarque y José Antonio Reyes. La plantilla del Recre de ese momento fue la que jugó la histórica final de la Copa del Rey.
Otros momentos inolvidables fueron en los partidos que dirigí en el Colombino, tanto en el antiguo como en el Nuevo, entre periodistas y aficionados del Recre y también veteranos y peñistas, aunque en algunos casos no recibiese el debido y merecido respeto que merece un colectivo arbitral, que se presta desinteresadamente para este tipo de eventos. Por supuesto, no puedo dejar de mencionar los partidos que arbitré durante muchos años en el CTA Huelva, durante los cuales dirigí innumerables encuentros, concretamente a lo largo de veintiséis años. Así mismo, tuve el privilegio de coincidir con el delegado José Cruzán, quién fue una bellísima persona.
Entre los peores momentos, recuerdo dos agresiones que sufrí. Una en un partido juvenil, que jugaron el Niebla contra el Almonte; y otra, fue en un partido de benjamines, que tuvo lugar en el Saladillo y jugaron el Club Deportivo 1889 contra el Valverdeño. Esta fue especialmente amarga, ya que, además de las lesiones que me ocasionaron, nunca entenderé cómo la violencia puede ocupar lugar en un evento deportivo, y menos en uno que incluya a niños. Estos fueron mis momentos más duros durante el arbitraje.
P.- ¿Estás de acuerdo con el VAR, perjudica o beneficia al fútbol?
R.- Estoy de acuerdo con el VAR, siempre y cuando se utilice adecuadamente, ya que se trata de una herramienta con un potencial extraordinario para ayuda del colectivo arbitral. Con lo que no estoy de acuerdo es con la disparidad de criterios que se emplean para una misma jugada; creo que se deberían unificar de una vez por todas, como por ejemplo, las manos dentro del área de penal que, para favorecer la labor del árbitro, bajo mi punto de vista, deberían de ser sancionadas todas, y así se evitaría cualquier tipo de polémica o criterios. Por tanto, considero que perjudica o beneficia al fútbol en función del uso que se hace de este servicio.
P.- ¿Cómo ves el futuro del Recre?
R.- En estos momentos lo veo mal. Creo que la solución sería encontrar a un buen comprador; aunque eso será difícil por las deudas que arrastra el club. No obstante, el Recreativo nunca va a desaparecer, sobre todo porque es reconocido como parte de nuestro patrimonio y, por tanto, es un Bien de Interés Cultural (BIC). Además, estamos hablando del Decano del Fútbol Español, y su afición siempre estará aquí con él como hemos hecho desde la Peña Navidad durante tantos años de bonanza pero, sobre todo, cuando llegaron los peores momentos.
Sampedro amigo, que siempre un placer echar un ratito de charla contigo, que sigas con tu filosofía de vida de apoyo incondicional al Recreativo de Huelva y desde luego a favor de un arbitraje justo.