José Luis Orta: "Hemos caído en el error de tragar en exceso con cualquier medida legislativa"

A José Luis Orta lo conocí en los primeros años del carnaval de Huelva, cuando pertenecía a la murga de los independientes, que por cierto lo hacían muy bien. Desde el primer momento congeniamos y desde entonces nos une  unos lazos de amistad, si bien es cierto que nos vemos pocos, pero cuando necesitamos algo uno del otro, nos llamamos y ahí estamos.

Mi tocayo siempre fue y lo sigue siendo una persona muy creativa, con mucho don de gentes, empático, dicharachero, buen conversador, amante de la naturaleza... que no se me olvide, un extraordinario abogado, apasionado del deporte....

Como es obvio,  me encantaba que estuviera presente en esta serie de entrevistas que estoy realizando en tiempo de pandemia, por lo que lo llame, se lo propuse y aquí estamos en plena charla

A La pandemia no es más que un reflejo de lo frágiles que somos. Un experimento en Wuhan puede llegar a Paymogo en un abrir y cerrar de ojos y eso nos hace replantearnos que no tenemos control sobre nada, que no somos invencibles y que somos un eslabón más de la cadena de la vida tan impredecible. El peligro antes eran las bombas, las cabezas nucleares y los rusos, ahora el problema está en el aire, difícil esconderse...

Muy triste que tanta gente haya muerto, sobre todo esa generación que nació en los años 30 con hambre y que se van como perros sin que nadie les coja la mano antes de morir. Una generación a la que nunca le llegaremos a los tobillos pues son de una categoría insuperable. No se merecían este final cuando somos lo que somos gracias a su sacrificio, el abuelo no era tacaño, era previsor, no quería volver a pasar hambre. Los administradores se han quitado de en medio muchas pensiones y no han respetado la vida humana, muchos de nuestros mayores han muerto sin un ventilador para respirar y de una forma indigna. Por contra, las ratas se han crecido y han cogido más poder político pues saben manejarse en tiempos de guerra, todo lo que no sea trabajar y vivir de la gente que se endeuda a diario para pagar tanto sueldo a tanto inútil.

Hemos demostrado como sociedad que podemos ser solidarios y sacrificados, pero también hemos caído en el error de tragar en exceso con cualquier medida que viniera del poder legislativo. Hemos sido dóciles y los políticos han olido la sangre y ya saben que hay carta blanca, Nuestra indolencia es el pasaporte a que puedan aprobar las medidas que les salgan del alma porque somos un pueblo aborregado, cómodo y fácil de dominar.

¿Mi confinamiento? lo recordaré como una de las mejores épocas de mi vida. Pude encontrar mi paz interior desde el momento en que mi móvil no ardía con pleitos, sentencias y gente cabreada a diario. He podido respirar más tranquilo, dedicar más tiempo a la meditación, al yoga, al deporte y sobre todo a mí mismo. El orden reinaba en mi casa, mis dos gatos me transmitían esa paz interior que notaba en casa y todo fluía, los días pasaban y cada vez me encontraba mejor, es una pena que la pandemia deje muertes y problemas económicos, pero honestamente, de los mejores momentos de mi vida. He sentido cosas que creí que nunca sentiría.

Nada de miedo, paz, mucha paz. Y desde el primer momento dije que el problema no era el abastecimiento del papel higiénico, más bien sería el disponer de dinero para ir al supermercado, y así está siendo, se nos viene encima un agravamiento de esta crisis a límites insospechados, pronto cambiaremos la palabra pandemia por penuria. Los próximos meses de endeudamiento, de pérdida de trabajo y de paro nos van a llevar a un estado de ruina antes del verano del 2021. Malos tiempos corren.

A nivel personal, como era de prever, muchos divorcios esperaban el pistoletazo de salida judicial para mostrar el desencanto de convivir "cuando ya no te soporto", la convivencia forzada 24 horas ha sacado a la luz los trapos sucios que escondíamos distrayéndonos fuera del hogar. Por lo demás elegí una profesión inherente al ser humano, creo que nunca me faltará trabajo si mi labor es ayudar a solucionar problemas.

En mi otro terreno, rodando mi primer documental, "El Legado", que saldrá a la luz a primeros de septiembre, muchísima ilusión en mi nuevo proyecto.

Por supuesto, como bien sabes, el isleño Augusto García (padre) 54 años, una vida dedicada al mar, campeón de España varias veces en distintas modalidades del windsurf y kitesurf, 4 veces campeón del mundo de windsurf decide poner a entrenar a su hijo a paddelsurf hace 8 años, actualmente Augusto García jr tiene 14 años. Por ley de vida, el año que viene, físicamente será imposible vencer el padre al hijo como hasta ahora, por eso han decidido competir entre ellos en una carrera en este mes  de agosto junto a 15 participantes de toda España, incluido el actual campeón de España de paddelsurf.

Huelva como siempre a la cola de todo, esta crisis nos va a perjudicar aún más. Creo que nuestra salida está por vender nuestro mayor tesoro, nuestro clima y nuestra geografía. Tenemos que ser para el forastero "el sitio de su recreo", como diría Antonio Vega. Es nuestra baza.

Esperemos que corran nuevos tiempos y que el aire venga pronto más puro. El ser humano tiene la capacidad de adaptarse a todo, pero indudablemente merecemos una vida mejor.

 Y por favor, que nos dejen sacar en Cádiz en 2021 a nuestra chirigota callejera (la chirigota de Fali Ramos) un año más, estamos dejando el nivel de Huelva muy alto.

Tocayo, como siempre ha sido toda una gozada estar de charla contigo y ten informado a los lectores de diariodehuelva.es de ese "enfrentamiento" padre/hijo de los Augusto García