Made In Huelva

Francisco José Enrile: "En nuestra clínica no tratamos enfermedades, tratamos a personas"

El Doctor Enrile
Se acerca hoy por esta ventana pública uno de los odontólogos de más prestigio en nuestra provincia, me estoy refiriendo a Francisco José Enrile de Rojas.

Se acerca hoy por esta ventana uno de odontólogos de más prestigio en nuestra provincia, me estoy refiriendo a Francisco José Enrile de Rojas.

Junto a su esposa e hijos

-Licenciado en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla. 

-Médico Especialista en Estomatología. Universidad de Oviedo.

-Máster Universitario en Periodoncia y Osteointegración. Universidad de Oviedo. 

-Doctor en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. 

-Colegiado en el Ilustre Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Huelva con el número 21001684

-Miembro de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA). Socio Titular Especialista. Director de la 

página web.

-Profesor del título de Experto en Prótesis sobre Implantes de la Universidad de Sevilla

-Miembro del Comité Editorial de la Revista Periodoncia Clínica (Editada por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, SEPA)

Aparte de ser articulista en infinidad revistas especializadas, tanto a nivel nacional como internacional y 161 han sido el total de cursos o conferencias en las que ha intervenido, contando asimismo de 9 premios. 

El conocido odontólogo

El currículum de nuestro protagonista de hoy esta lleno de intervenciones, que haría interminable esta relación. 

También quiero añadir que Quico es una persona muy entrañable, conversador, servicial  optimista por naturaleza, gran profesional, que investiga todo lo que su profesión le ofrece, para dar un mejor y esmerado servicio a sus pacientes y.... Buena gente, con un alto sentido de la amistad. 

Cuando me pongo en contacto con él para realizar esta entrevista, con la amabilidad que le caracteriza acepta y, este es el resultado:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - No quiero ejercer de cascarrabias ni decir aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”, pero lo cierto es que tengo una mezcla de preocupación, desilusión e impotencia. Me cuesta entender que en pleno siglo XXI tengamos los problemas que tenemos y, sin embargo, falten propuestas brillantes para resolverlos. El ejemplo más claro ha sido la gestión de la covid-19 y lo está siendo la guerra de Ucrania.

Echo en falta compromiso y visión a largo plazo en temas como la sanidad y la educación, y sobre todo consenso para resolver los temas que realmente son importantes. La política de titulares y “tuits” está vacía y desgraciadamente es la que practica buena parte de nuestra clase política a día de hoy. No hay lugar para la reflexión.

En estos momentos me centro en mi trabajo y en mi familia, que son los que me dan más alegrías. Mis hijos, además, me dan esperanza, así que supongo que no todo pinta tan mal.

En plena formación

P. - ¿Cómo crees que ha cambiado la vida con la covid, especialmente en el mundo de la sanidad?

R. - Desde luego no como me hubiera gustado. Ha habido que dedicar medios a la pandemia y al control del virus y ahora esos medios están desapareciendo… Ante una situación tan grave como una pandemia, pensé que sería una oportunidad para que nuestra clase dirigente entendiera que existen unos temas básicos en los que tiene que existir consenso. La sanidad o la educación son temas que no pueden estar sometidos a continuos cambios y depender del gobierno de turno.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R.- Miedo, no, pero sí preocupación. Tengo familia y dirijo y soy el propietario de un centro sanitario con 30 trabajadores. Por lo tanto, ¿cómo no estar preocupado? Y lo digo en presente. Sigo preocupado. 

En un congreso

P. - ¿Qué proyectos tienes de cara al futuro?

R. - Mi idea es esforzarnos aún más en ofrecer un trato humano e individualizado a los pacientes de Clínica Enrile. La medicina y la odontología deben ejercerse de forma totalmente personalizada. Una misma enfermedad no afecta igual a distintas personas ni diferentes personas responden igual a un mismo tratamiento. Debemos individualizar la atención. En nuestra clínica siempre lo decimos: no tratamos enfermedades, tratamos a personas.

Además, en la clínica estamos inmersos desde hace unos años en un proceso de digitalización de todos los procesos. Estamos pasando del mundo analógico al digital, con todas las ventajas que esto supone tanto para nosotros, los profesionales, como para el paciente.

En acción

P. - ¿Qué significa para ti Huelva y que es lo que más valoras de ella?

R. - Huelva es mi cuna y es mi hogar. Aquí nací y aquí vivo. Es mi casa de nacimiento y también mi casa por elección. Para mí, Huelva es calidad de vida. No quiero caer en tópicos, pero he vivido en otras provincias de España y he visitado una gran mayoría. De hecho, una de las oportunidades que me dio mi profesión fue poder elegir el lugar en el que vivir, y yo opté por Huelva a pesar de que tuve compañeros queme vaticinaron un batacazo. Acerté.

P. - ¿Los onubenses en general se cuidan la boca?

R. - No tenemos datos provinciales, sólo nacionales. Sabemos que los españoles cada vez estamos más preocupados por la salud de la boca y que la caries, los dientes sensibles y las encías sangrantes son los problemas más comunes. Sin embargo,la mitad de los españoles adultos no ha ido al dentista en el último año. De ellos, 6 de cada 10 no lo han hecho porque piensan que no tienen ningún problema en su boca. Y justo ahí está el problema: sólo vamos al dentista cuando algo nos duele. 

Lo más inteligente y también lo más económico es ir al dentista para prevenir, no para curar. 

P. - ¿Cada cuánto tiempo se debe visitar a un odontólogo y desde qué edad?

R. - Depende de cada persona, pero lo mínimo es una visita al año. En cuanto aparecen los dientes de leche ya se debería hacer la primera. Ese es el momento de establecer protocolos preventivos y hábitos de higiene bucal. 

En su despacho

P. - ¿Qué echa más para atrás a las personas a la hora de ir al dentista: el precio o el dolor?

R. - Estos son dos temas que, por supuesto, son importantes. En nuestro sector está muy arraigada la idea de que lo que más frena al paciente es el precio, de ahí las muchas campañas en esa dirección. Sin embargo, creo que aunque el paciente lo tendrá en cuenta no es el factor más importante. Lo que sí creo que el paciente quiere y necesita conocer es el coste del tratamiento. Coste y precio no son lo mismo. El coste incluye el precio, pero también los días necesarios para el tratamiento, si supondrá algún tipo de molestia, si necesitará baja, etc.

En cuanto al dolor, es cierto que los dentistas arrastramos aún la fama de hacer daño. Sin embargo, ya no está justificada. Las instalaciones de la clínica dental han cambiado, ya no es un lugar frío, pero lo que realmente ha dado un giro en los últimos años es la forma de tratar al paciente: los tratamientos son muy poco invasivos; las técnicas de anestesia han mejorado en efectividad y comodidad; etc. 

La tranquilidad, la comunicación, dedicarle el tiempo necesario al paciente… son aspectos intangibles pero fundamentales que evitan el dolor.

P. - ¿Cuáles son las principales enfermedades que puede acarrear una boca que no esté sana?

R. - Dentro de la boca, la principal es el edentulismo, es decir, la pérdida de todos los dientes, con sus consecuentes implicaciones funcionales y psicológicas. Pero una boca enferma tiene consecuencias mucho más allá. Existe evidencia científica sólida sobre la relación de una mala salud oral con la diabetes, con el infarto o con los embarazos de riesgo. Lo que ocurre en la boca no sólo se queda en la boca, sino que trasciende al resto del cuerpo.

P. - ¿Qué consejos sueles dar fundamentalmente a tus pacientes?

R. - Prevenir. De hecho, en nuestra clínica premiamos la prevención de nuestros pacientes. Sin duda, es el tratamiento más importante y el más barato. El mejor tejido que posee un diente es el esmalte, que no puede recuperarse si lo perdemos; y no hay un sustituto mejor que el diente natural. Los dientes son para toda la vida y la prevención es la única forma de conseguir que así sea. 

En su infancia

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Nací en Minas de Riotinto y a los 6 años me trasladé a Huelva capital, donde primero estudié en el colegio de los Hermanos Maristas y, posteriormente, en el Instituto La Rábida. Me encantaba el colegio, allí además de mi formación académica tuve una formación en valores.

Todavía recuerdo mis juegos con los amigos en la plaza del Piojito o en el antiguo parque del Mono, ahora de las palomas. 

Posteriormente, muchos de nosotros nos fuimos a estudiar a Sevilla, en mi caso Medicina, pero nos gustaba venir a pasar el fin de semana y quedar con la pandilla para tomarnos la cervecita en Los 3 hermanos y de ahí irnos a la copita a sitios como el Crápula.

Desde pequeño soñaba con ser médico. Confieso que nunca pensé en ser dentista. En aquel momento mi ilusión era convertirme en cirujano cardiovascular.

En Riotinto

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas tu tiempo libre?

R. - Me gusta mucho el deporte. Entre otras cosas soy corredor, es decir, tengo que escuchar lo de “correr es de cobardes”, pero suelo responder que eso depende del sentido de la carrera. También me gustan mucho el cine y la lectura. Soy de pantalla de sala de cine, con bebida y palomitas, y de libro de papel.

P. - ¿Con qué personaje te gustaría compartir una cena y qué le preguntarías?

R. - Afortunadamente he tenido acceso a las grandes figuras de mi profesión. Estuve en la junta directiva de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración durante 8 años, lo que me permitió conocer a las grandes estrellas nacionales e internacionales de nuestra área. Además, hace años fundé con otros compañeros un grupo de estudio que me ha permitido seguir teniendo acceso a aquellos profesionales más destacados y que desarrollan nuevas técnicas. 

A nivel extraprofesional me gusta mucho el campo del funcionamiento del cerebro y el pensamiento. En ese sentido me gustaría conocer personalmente a Martin Seligman, un psicólogo estadounidense muy influyente en el campo de la psicología positiva. La psicología se ha centrado tradicionalmente en los aspectos negativos o patológicos del ser humano, como la ansiedad, el estrés o la depresión, y ha dejado de lado aquellos que son positivos, como la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, el bienestar psicológico... La psicología positiva estudia todo esto y complementa a la tradicional. Yo me la llevo a mi propio campo y a mis pacientes no sólo les hablo de las consecuencias negativas de, por ejemplo, no reponer un diente perdido, sino también de todo lo que van a ganar en salud y calidad de vida.

No sólo debemos estudiar la enfermedad, también el bienestar. Aunque pensemos lo contrario, el miedo no suele motivar a un paciente. A Seligman le preguntaría si existe alguna diferencia entre las personas felices y las infelices.

En buena compañía

P. - ¿Quiénes son tus referentes personales y profesionales?

R - Como me encanta escuchar y ver, tengo muchos referentes. Si tuviera que seleccionar a uno, quizás sería Hipócrates de Cos, considerado el padre de la medicina. Repito mucho una cita que suele atribuírsele: “primum non nocere”, es decir, “lo primero es no hacer daño”, que para mí ha sido siempre una máxima. 

Además, Hipócrates estuvo muy preocupado por el pronóstico de la enfermedad. 

Son muchos los pacientes que nos piden garantías del tratamiento. Esto a algunos compañeros les molesta, pero porque creo que malinterpretan la pregunta del paciente. Lo que el paciente desea conocer es el pronóstico, es decir, las posibilidades de éxito del tratamiento que les planteamos.

Por cierto, otras de las cosas que echo en falta hoy en día es la ausencia de referentes. Como he escuchado en alguna ocasión, más referentes y menos  “influencers”. Eso necesitamos.

P. - ¿De qué te arrepientes?

R. - Esta pregunta es muy difícil de responder. Cuando creo arrepentirme de algo, pienso que sin embargo ya eso forma parte de lo que soy. He cometido muchos errores y he hecho cosas que hoy haría de manera diferente, pero es que ahora tengo una información que en el momento de la toma de decisión no tenía. Nos arrepentimos de los errores, pero los errores también forman parte de nosotros y son los que hacen que mejoremos. Un error hoy probablemente se convierta en una lección para el resto de tu vida. Habitualmente digo que, si pasan 5 años y sigo haciendo las  cosas igual, dejaré la profesión. 

En familia

P. - ¿Qué es lo que más valoras y más detestas de un humano?

R.- Lo que más valoro es hacerse responsable de las decisiones propias. Por eso, lo que más detesto es responsabilizar a los demás de las consecuencias de nuestras decisiones. Me gusta rodearme de personas positivas y proactivas porque son las que nos ayudan a crecer. Es lo que he procurado hacer en mi trabajo y es quizás uno de mis éxitos: el haber sabido rodearme de un magnífico equipo.

P. - ¿Cuáles han sido tus mejores y peores momentos profesionales?

R. - Curiosamente el momento más complicado fue a la vez el que marcó mi futuro. Fue tener que decidir, tras el MIR, cuál sería mi futura especialidad. No tenía opción de especialidades quirúrgicas y tuve que tomar la decisión de elegir entre Estomatología u otro año preparando el examen. Finalmente, me decanté por irme a la Escuela de Estomatología de Oviedo, donde primero hice Estomatología y, luego, seguí formándome en Periodoncia e Implantología.

Estando en Oviedo pasó un tren que cambió mi vida. El profesor Alberto Sicilia, titular de Periodoncia, me propuso formarme con él. Era y es un líder internacional. 

Como sé que tienes muchos seguidores del mundo del fútbol, es como si en aquel momento me hubiera llamado Cruyff para jugar en su equipo (para no dar nombres actuales). Tras 8 años formándome y trabajando con él, tomé la decisión de regresar a Huelva.

Quico, ha sido todo un lujazo y una gozada el que hayas pasado por esta serie de entrevistas made in Huelva, y, desde luego me ha encantado este ratito de charla, donde me lo he pasado fenomenal conociéndote más y mejor. 

Un abrazo grande