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Después de 50 años siguen siendo "compis"

50 aniversario de alumnos del 75
Hace unos días pude conversar con mi amigo Paco "Patronato", quién me contaba unas vivencias que había tenido con compañeros de colegio de hace medio siglo

A Paco le pregunté por la convivencia con sus compañeros de colegio y me respondió que en unos días me lo daría por escrito. Esto ha sido lo que me ha mandado, que visto lo bien explicado no he querido cambiar nada. Ahí va el relato:

Un grupo de antiguos alumnos del colegio público San Fernando ha querido celebrar el cincuenta aniversario de su graduación, en junio de 1975, tras finalizar la E.G.B., y qué mejor fecha que la del viernes 30 de mayo, festividad de San Fernando, para volver al colegio medio siglo después.

50 aniversario de alumnos del 75

La amabilidad del equipo de dirección, con la directora María Pérez Cañada al frente, nos preparó un encuentro con los niños y niñas de sexto de primaria que llegan a su graduación para continuar, ya el curso próximo, los estudios de Secundaria en un instituto.

Las caras de quienes entramos al colegio cincuenta años después lo decían casi todo, y sin palabras, incredulidad, sorpresa. De repente qué pequeño que es todo cuanto en la memoria se tenía por más grande: el patio, el comedor, las aulas, todo tenía otro tamaño, otros colores y mucho más luminoso y acogedor...

50 aniversario de alumnos del 75

Pasearon mirando sorprendidos que las pizarras de tiza y borrador son ahora pizarras interactivas.... Los pasillos y aulas, niños y niñas conviven con total normalidad con sus maestras y maestros mientras en la memoria de ellos estaba la separación de niños, colegio San Fernando, niñas, colegio Hermanos Pinzón; ellas con solo maestras y ellos com los maestros. Nos separaban las horas de entrada y salida, y hasta la del recreo: la moral imponía una distancia que impedía la normalidad de la convivencia.

50 aniversario de alumnos del 75

Además de estos cambios, también se ha dejado de cantar con flores a María en el mes de mayo, alineados en formación cuasi militar por cursos presenciar sábados y el arriado e izado de las tres banderas los lunes al grito de: "Una, grande y libre" y Arribas y Vivas... Otros tiempos afortunadamente superados.

Y ya en el auditórium con los niños y niñas con una concepción del tiempo aún por definir, ¿cómo contar que hace cincuenta años nosotros éramos alumnos del colegio y que llevábamos uniforme? Y que niñas y niños estábamos separados y no compartíamos ninguna actividad, que maestros y maestras eran don y doña, a todos de usted, chaqueta, corbata y el cigarrillo encendido en clase.

Cómo explicar a niños y niñas de 2025 que la geografía se aprendía: "¿qué es eso...?" , decían algunas miradas ante el atlas en el que con papel de calca hacíamos un perfilado del mapa para luego marcar ríos, cabos y golfos, montes y cordilleras...Y que Castilla la Nueva era una y Castilla la Vieja la otra... Que en los cuadernillos Rubio aprendíamos a mejorar nuestra caligrafía; y que había una evaluación continua además de exámenes sorpresa...

Maika Rodríguez Ruíz, la maestra, estuvo con nosotros poniendo orden en un grupo de niños vivos y sonrientes.

Tras la visita al colegio el grupo, ya más numeroso, nos sentamos alrededor de una mesa con la asistencia de don Antonio Domínguez, el que fuera nuestro "profe de gimnasia" y luego director del colegio. A sus 82 años lúcido, erguido y, ¡ay!, con el cigarrillo en la mano. Y como no puede ser de otra manera, cada cual se sentó junto al más afín de esos ocho años de convivencia en clase, hace ya cincuenta años...

Querido Paco, no sé quién ha escrito este bonito y entrañable relato, pero a mí también me ha trasladado al Instituto Laboral San Fernando de Constantina. Todas esas vivencias vuestras también son las mías.

Un abrazo fuerte a todos y felicidades.