Carmelo Merchán: "Deseo una Huelva más cuidada, que no se deje robar y en la que las promesas se cumplan"

Ha trabajado 17 años en Huelva Información, durante varias temporadas fue jefe de prensa del C.B. Ciudad de Huelva y hoy colabora llevando la comunicación en la Hermandad de Emigrantes. Charlamos con Carmelo Merchán

Hoy me llena de satisfacción invitar a esta sección a un buen amigo, paisano y antiguo compero de trabajo. Me refiero a Carmelo Merchán Álvarez.

Dejó nuestro pueblo, Constantina, con 18 años. Era rebelde y quería cambiar el mundo. Durante 5 años Logroño fue su tierra, donde conoció a su esposa y nació su hija, sus dos preciados tesoros. Se trasladó a Huelva para ocupar plaza en el Servicio Provincial de MUFACE en Huelva. Económicamente, tenía lo justo para sobrevivir y según me dice, su hermano Fernando lo apoyó en todo momento. Algo que nunca olvidará.

En Huelva aprendió una nueva profesión que le corre por sus venas, pero no quiere usurpar la categoría que los titulados se han ganado con sus estudios y esfuerzos.

Ha trabajado 17 años en Huelva Información, durante varias temporadas fue jefe de prensa del C.B. Ciudad de Huelva, viviendo varias oportunidades de ascenso en la época de Paco Bayo como presidente. En el grupo Ceimagen, según me cuenta, hacía de todo y siempre se consideraba uno más de la plantilla, eso sí, más sacrificado en horario y vacaciones.

Hoy colabora llevando la comunicación en la Hermandad de Emigrantes, ya que eso le mantiene vivo con su vocación a la que nunca ha renunciado, de ahí que no descarte volver a estudiar y conseguir el título para poder decir un día que es periodista.

Persona entrañable, cordial, servicial, reservado, con alto sentido de la amistad, empático, solidario, intuitivo, del Betis, amante de sus raíces, observador, leal y muy buena gente.

Desde esta tribuna, creo que está mandado algunos mensajes muy directos y espero que sirvan de algo. A mi me demuestra la grandeza de su corazón a menudo y últimamente en especial por unas preguntas que me hace, pero que quedan para nosotros.

Cuando lo llamo para concretar esta entrevista me comenta que sus opiniones no interesan, cosa que no comparto, por lo que lo convenzo para echar un ratito de charla y que los lectores de diariodehuelva.es puedan conocer sus puntos de vista y empezamos de esta manera:

-¿Carmelo qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

-Hace unos días se asomaba a esta serie de entrevistas que estás realizando magistralmente nuestro amigo y ex compañero Antonio de Padua Díaz, quien señalaba que tal vez la situación que estamos padeciendo era producto de nuestro comportamiento con la madre naturaleza. Creo que tiene toda la razón. También considero que la clase

política, aquella que cuenta con tremendas prebendas, no está a la altura que deberían y los ciudadanos comenzamos a cansarnos de sus comportamientos en esta crisis sanitaria y las consecuencias económicas que está provocando en nuestro tejido productivo y económico. Demasiados cadáveres. ¿Quién no tiene un familiar o amigo que se lo haya llevado la Covid u otro que ha tenido que pegar el cerrojazo a su negocio ante la imposibilidad de seguir subsistiendo?

Mientras, esos señores que se encuentran instalados en sus sillones no toman medidas justas y necesarias, están en una gresca continua, la palabra consenso que tan bien funcionó en la transición democrática ante la grave situación que estamos viviendo no existe. Ahí tenemos el conflicto catalán, el adelanto electoral en Madrid, el desastre de Arrimadas propiciando la crisis murciana y lo que aún nos quedará por vivir mucho antes de que termine esta desgraciada legislatura.

-¿Crees que habrá más olas de contagios?

-Ojalá tuviera una bolita. Yo solo creo en el comportamiento de los ciudadanos, si cumplimos las normas sanitarias que nos marcan y los políticos se ponen de acuerdo y mejoran la demencial carrera de vacunación en nuestro país. Tal vez no volveremos a tener esos grandes picos. No obstante, la respuesta la tenemos nosotros y nuestras

autoridades con sus decisiones y todo indica que la cuarta llegará.

-¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

-Personalmente creo que muchas de las medidas que se han puesto en marcha por nuestra sociedad han llegado para perpetuarse. Un ejemplo de ello es el teletrabajo, que tendremos que mejorar legislativamente. Pero creo que puede ser una gran medida para luchar contra el despoblamiento de nuestros pueblos. Yo me acuerdo tremendamente de

nuestro pueblo, Constantina. Cuando yo vivía allí se hablaba de 10.000 habitantes, en su máximo auge llegó a contar con una población de 30.000 vecinos. Hoy, desgraciadamente, tan solo cuenta con 5.954 paisanos. Las relaciones humanas también parece que cambiarán. En definitiva, hay muchas cosas que han llegado para quedarse.

-¿Has pasado miedo en algún momento?

-Amigo Pepe no te lo voy a negar. Sí. Soy por mis problemas de salud una persona de alto riesgo. Cuando se dio a conocer que el dichoso virus había llegado a nuestro país acaba de salir del quirófano para realizarme una nueva biopsia de próstata y estaba con un problema de pies. Ya el traumatólogo que me trataba me advirtió: “Esto es muy grave, no han dicho toda la verdad, extrema las precauciones, y no te exponga en tu estado”. Todo ello me llevó a sufrir una gran depresión que aún continúo con ayuda para salir de ella. Mi sedentarismo ha provocado el agravamiento de otras patologías que por desgracia padezco. ¡Qué entretenido!

-¿Qué proyectos tienes para el futuro?

-Mi futuro creo que está dictado, escrito, ahora pienso más en mi familia, aunque también estoy comprometido con mi Asociación de Vecinos Costa de la Luz, con la Hermandad de Emigrantes, y alguna cosilla más. Yo creo que hubiera merecido la medalla al mérito en el trabajo, pero por desgracia siempre he salido por la puerta trasera de todos mis trabajos y compromisos. En aquel Huelva Información de la plaza de San Pedro tuve la oportunidad de aprender en una gran universidad con los mejores catedráticos y profesores como mi hermano, director-gerente fundador, Antonio Castro, Unquiles, Antonio Peinazo, Juan Luis Alvarez, Alfonso Carlos Rosendo, Angel Ocaña, Eduardo Sugrañes, Miguel Angel Velasco, María Ángeles Puente, Helenio, Yolanda, Enrique Morán, Elena Barrios, Eslava, Antonia, Pepe Cejudo, Belén, Estíbaliz, Mar, Gómez y Méndez, Margarita, Carlos Sáenz, Angel Serradilla, Rafael Moreno, Pepe Romax, Esther Gómez, Chacho, Miguel Angel Limón, Paco Pérez, Gamero, Ana Vives, hoy directora, Javier, Manolo, Piluca, Mónica, Isabela, Nardy, Sambell, Mili, María José, Javier Zalvide, Mané, Dona, Herves, Juanito, Joaquín, Guillermo, Ezequiel, Jorge, Espínola, Bony Padre e hijo, Miguel, los Julián, Patri, María, Caridad Orta, Mari Angeles, Carmen Corral, Marí Carmen Moreno, Antonio de Padua, Jacinto, Aurelio, hijo, de ti amigo José Luis, Paco Muñoz padre e hijo, Juan Aurelio, Mari Carmen, la mujer de Peinazo, María Isabel, Caty, Kiko, la secretaria de Fernando y Ramón, que ahora no me viene su nombre, y eso que la saludo cada dos por tres, (le apunto que es Pilar Ojeda), Juan Camacho, Ramón Fernández, Antonio Checa, Isabela, Puri González y la otra

Puri, hoy funcionaria de la Junta de Andalucía, Salomé, Antonio Piñeiro, Vicente, y decenas de colaboradores como Alfonso González, Aurelio de Vega, Espina, Quinaldo, Juan Bautista Cartés, Bacedoni, Martínez Navarro con sus Historias menudas de Huelva, Hemenegildo de la Corte, cómo me acuerdo de sus neuronas, Eduardo Rojas, Paco Guerrero, José Antonio Pérez el médico de la clínica San Pedro que escribía El Casinillo en la última, todos ellos llenaron páginas de un extraordinario diario en una época mítica que consiguió ser motor de la ciudad de Huelva y todo un revulsivo con sus concursos de campanilleros, de coros rocieros en la plaza de Hipercor y en la plaza de San Pedro, esas saetas a la entrada de Pasión, el popular nombramientos de los Onubenses del año, ahora un poco descafeinado, y un largo etc.

Sé que me dejaré a muchos compañeros en el tintero, ojalá sean pocos, porque cada uno de ellos tienen toda mi admiración y agradecimiento. Mi compañero de corrección en los primeros tiempos, ahora profesor de instituto, todo el personal de talleres, los hermanos Felices y su equipo de distribución, Yayi, hoy gerente, también me acuerdo de la persona que estuvo durante unos años como responsable de distribución y que hoy desgraciadamente padece una grave enfermedad, y al que me encuentro constantemente. Ya ven la cabeza no da para tanto. Quién podría contar ahora con esa gigantesca nómina de grandes profesionales del 9periodismo, la contabilidad, la publicidad, distribución e impresión que continúan todavía dejado su sello personal en la profesión. Me gustaría hacer mención especial a Fernando Merchán. Creo que Huelva tiene una deuda con él y sus compañeros de profesión igual. Es choquero hasta la médula, fue el director más joven de un diario con tan solo 28 años, desarrolló su idea con la ayuda de unos empresarios onubenses que creyeron en su proyecto con 10 millones de pesetas.

Tuvo la virtud de darse cuenta que llegó el momento de incorporar a su proyecto nuevos medios televisión (Teleonua) y radio (Radio Valverde Información), pero al final comprendió que había que pertenecer a un grupo grande, pena que le diera la ‘patá’ y a todos los que teníamos relación con él. No obstante, creo desde mi humilde opinión fue la época dorada del periodismo en Huelva, teniendo que competir con grandes proyectos que no tuvieron la fortuna de continuar en el tiempo. Tal vez un fallo, entregó mucho a cambio de nada.

-Vaya memorión que tienes, amigo Carmelo. Pero sigamos. ¿Qué es lo que has echado de menos en estos doce meses que llevamos de pandemia?

-La calle, los amigos, mi trabajo en MUFACE, donde mi filosofía ha sido que los empleados públicos estamos para ayudar en todo lo posible a los ciudadanos, en mi caso a los mutualistas. Eso sí siempre dentro de la norma, aunque estos muchas veces no la entiendan. Ya he comentado que caí en una tremenda depresión que me hizo encerrarme en casa y no atender a nadie ni por teléfono. Ahora intento recuperarme de los 118 kilos en que puse y de las consecuencias de ese auto confinamiento. Yo nunca he sido muy afectuoso, pero en esos momentos, sí que hubiera necesitado besos, abrazos…

-¿Qué te parece el comportamiento de los políticos en general ante esta crisis financiera y sanitaria?

-Pésima. Han dado lo peor de sí mismos. Aún no sé cómo los ciudadanos no nos hemos rebelado y lo hemos echado de sus pedestales. Creo que ya lo he señalado, tal vez me repito mucho, han conseguido dejar un inmenso reguero de cadáveres, tantos de personas muertas como de otras que han sido despojada de su sustento. Yo invitaría a esos politiquillos de tres al cuarto a que se dieran un paseo por nuestras calles, vieran la cantidad de negocios que han echado la persiana, que vieran las colas del hambre, que vieran a los sin techos en parques, jardines, soportales, puertas del mercado, estadio Nuevo Colombino, y una larga lista de lugares. La respuesta a estos últimos es contar con un albergue municipal con tan sólo 17 plazas. Encima, tenemos que escuchar a más de uno criticar a quienes realmente están haciendo frente a esos damnificados de nuestra sociedad, dándole de comer a miles de españoles. Tengo pendiente escribir alguna cosita de la gran labor que realizan unos 40 héroes anónimos en el comedor Virgen de la Cinta.

Esa es una labor social, no lo poco que realizan desde las distintas administraciones. Tenemos que apoyar sin ningún reparo a los Bancos de Alimentos, a las hermandades, a todas esas ONG que tienen como finalidad ayudar a nuestros hermanos.

-¿Qué necesita Huelva para despegar de una vez por todas?

-En mi perfil de Facebook he copiado a un antiguo colaborador de aquel Huelva Información de la plaza de San Pedro, ya fallecido, al que pongo cara pero no nombre, e incluso te llamé para preguntarte si te acordaba de su nombre. La ciudad, desgraciadamente, está sufriendo una decadencia absoluta. Invitaría a todos tus lectores que sólo vieran las imágenes que acompaño en mis ‘Choquerías’. No sé cómo teniendo la ciudad tan abandona se permiten el lujo de sacar y pagar una campaña como ‘Huelva te saluda’, ya me gustaría conocer su coste. Es tremendo conocer que de las arcas municipales hayan salido ya más de 22 millones de euros para el Decano, efectivamente una seña de identidad de todos los onubenses, que el domingo certificó su descenso a la cuarta categoría y ahora le tocará evitar su militancia en la quinta. Pero no sólo se trata de poner dinero, hay que saber planificar y trabajar para que esos 22 millones vayan devolviéndose a sus destinatarios, la ciudadanía, recuperando la mermada caja que ha visto como se han rebajado los servicios básicos, promesa que no ha cumplido el equipo de gobierno de Gabriel Cruz afirmando que estos no se verían afectados. Invito a todos tus lectores que paseen por nuestra ciudad o que nos digan que proyectos ha desarrollado Gabriel Cruz, sin los fondos europeos. Eso sí populismo, acusación que recibía Perico, lo han aprendido a la perfección.

Huelva y su provincia son el paraíso, pero creo que los onubenses y sus autoridades estamos ciegos y no vemos el gran potencian que tenemos para atraer inversiones y visitantes. La única manera que nuestra provincia avance gigantescamente. La agricultura y la ganadería están cumpliendo, seguramente sin el apoyo total de la clase política. Sólo un ejemplo de la clase política que tenemos en Huelva. Cuántas promesas llevamos escuchadas elecciones tras elecciones, cuántas se han materializado realmente. Los tres chares: Costa Occidental, Sierra y Condado. Después de años y años y cuando se vislumbraba al menos la apertura del primero, llegan y lo ‘degradan’ a centro de salud, eso sí, nos venden que se podrá contar en su catálogo de servicio con pruebas diagnósticas. Mientras, excepto algún político, el resto de nuestros representantes, algunos de ellos para más inri leperos, agachan la cabeza y no protestan porque antes está mantener sus prebendas que el bienestar de los onubenses. Ojalá cuando llegué el momento de ejercer nuestro derecho al voto recordemos todos esos desaires. Por cierto se sabe algo de los tres puentes de Chaves, o la casa de América en la Rábida, de la estación diseñada por Calatrava, de la llegada de la alta velocidad, el aeropuerto,… Menos mentiras y más realidades.

-¿Qué significa para ti Huelva?

-Llevo viviendo en Huelva 37 años, me siento choquero como el que más. Es mi tierra, al igual que mi pueblo Constantina. De ahí mi lucha constante para que todos espabilemos y consigamos aquello que en justicia nos merecemos y que por "h o por b" siempre nos dejan en el furgón de cola, presupuestos tras presupuestos. Seguramente porque somos una provincia que no hemos sido capaces de levantarnos y decir esto se ha acabado.

-¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos profesionales?

-Sin duda, los mejores los 17 años que pasé en Huelva Información donde como te he dicho hice la mejor carrera, pasando por todas las secciones corrección, teletipos, sociedad, suplementos, deportes, provincia,.. para finalizar en el cierre, en una época que llegábamos a cerrar a las cuatro de la madrugada y luchábamos por estar en los kioscos con la última hora. No obstante, después de tantos años dedicado a los medios de comunicación escritos, jefe de prensa del C.B. Ciudad de Huelva y empresas de comunicación, siempre me he negado a decir que era periodista, pues, pese haber tenido la oportunidad de haber estado en su colegio profesional, en que figuran muchos con menos méritos que yo, siempre he respetado que deberían ser aquellos que cursaron sus estudios, los que como el caso de mi hermano, grandes profesionales que han dejado su sello en la profesión. También trabajo en la Administración, que durante tanto tiempo compatibilicé oficialmente con mi vocación periodística. Ahora, no entiendo cómo pude hacerlo. Tal vez todo ese esfuerzo lo estoy pagando ahora. Después le seguí los pasos de nuevo a mi hermano en el grupo Ceimagen, donde también me encontré con grandes compañeros, aunque siempre veían en mí la figura de empresa. Qué gran error por su parte, tuve que sufrir que me excluyeran de una cena que organizaron en Navidad por sancionarme con esa errónea posición. En la misma entregué mi tiempo y mi trabajo al máximo. Y como te he comentado también salí por la puerta trasera. Tal vez esos sean mis peores recuerdos profesionales. Espero que cuando me tenga que jubilarme de MUFACE en esa ocasión salga por la puerta grande y mis magníficos compañeros, los de antes y los de ahora, me despidan como Dios manda. No ha sido el trabajo deseado porque es muy sota, caballo y rey, pero sí que he intentado en todo momento dar un buen servicio. De hecho sé que tengo el afecto de muchos de los compañeros funcionarios y sus familiares.

-¿Qué papel han jugados los medios de comunicación en estos meses pandémicos y, sobre todo, en el estado de alarma?

-Desgraciadamente los medios de comunicación en la actualidad se deben a quien los sostenga económicamente. Para mí la mayoría son meros tablones de anuncios del poder.

No existen trabajos de investigación. Los medios han sufrido una gran transformación, hoy entre dos o tres profesionales montan un digital para salir del paso y poder obtener algún ingreso. La profesión, lamentablemente, está siendo maltratada. Concretamente, durante la pandemia he echado en falta esa faceta crítica y ese cuarto poder que siempre se ha dicho que ocupaban los medios de comunicación. La culpa la crisis y las empresas editoras.

-¿Qué es lo que más te ha dolido en estos meses?

-Ya anteriormente te he comentado que he vivido unos meses para olvidar. Pero lo que más huella me ha dejado ha sido todos aquellos que a causa de la Covid y la desatención sanitaria, debido a la falta de infraestructuras sanitarias, no sólo de instalaciones, persona y material cuando nos vendían que teníamos la mejor sanidad del mundo. Un modelo que todos querían exportar. Se ha demostrado que no estábamos preparado para una crisis de estas dimensiones. Y esos que la mayoría han tenido un comportamiento ejemplar y le hemos rendido durante meses su más que merecido homenaje a los sanitarios y al personal de los servicios esenciales (policías, bomberos, trabajadores de supermercados, tiendas de comestible, etc.), Ellos son los grandes protagonistas del gran trabajo realizado.

-Carmelo, que estamos llegando al final de este ratazo que hemos pasado recordando momentos inolvidables que hemos vivido juntos y conociendo tus impresiones de la actualidad onubense pero eso sí, hay que poner el punto y final, no sin antes decirte que me ha sorprendido el memorion que tienes. Ahora sí quieres añadir algo más, hazlo.

-José Luis termino parafraseando “no soy digno de entra en tu casa”, ya que han pasado por esta, tu morada, personajes más célebres y de más de caché que yo, que seguramente habrán aportado mucho más. Yo simplemente soy un humilde trabajador que desea una Huelva más cuidada y mimada, que no se deje robar y que las promesas

que se hagan se cumplan. Repito una y mil veces mi agradecimiento hacia a ti.

Un abrazote grande amigo Carmelo y gracias por tu amabilidad.