José Antonio Cabrera: "Hay que estar preparados por si viene una segunda oleada"

José Antonio Cabrera, profesor de física y química y presidente de la Federación de Peñas Recreativistas, es una persona de lo más inquieta y comprometida con la sociedad de esta tierra nuestra. Está siempre en primera línea a la hora de reivindicar las infraestructuras necesarias para que Huelva no se quede estancada.

Persona de fácil conversación, vale más por lo que calla que por lo que dice, y en la actualidad es el único de sus hermanos que han decidido entre todos, pueda entrar en casa de sus padres de avanzada edad para atenderlos, junto a la cuidadora habitual.

Reseñar igualmente que en su etapa como presidente del Casino de su natal Rociana del Condado, hizo que dicha entidad fuera el referente cultural por excelencia de la provincia.

Lo hemos querido llamar para  conocer su impresión sobre la situación que estamos viviendo en estos momentos, comentándonos que la misma "es de excepción y que hay que remontarse un siglo atrás, concretamente al 1918, cuando nos vimos invadidos por la mal llamada "gripe española", para darnos cuenta que los parámetros  de vida cotidiana quedan fracturados igual que entonces donde se pasaron 3 años para volver a la normalidad. Ahora el día a día es distinto".

Comienzo el día teletrabajando, como bien sabes soy profesor de Física y Química y mi mujer de Inglés y a través de las nuevas tecnologías atendemos al alumnado, paliando el sistema de enseñanza que se suspendió para que no quede huérfano el proceso escolar. Los exámenes son mediante vídeos y he tenido que crear un grupo de WhatsApp con todos los alumnos, por lo que soy profesor las 24 horas del día, estando a disposición de todos para la preguntas y  dudas que se les planteen. Al mismo tiempo hago la labor de tutor. Vamos que estoy "entretenido". Aparte saco tiempo para hacer un poco de deporte, unas 2 horas diarias, andando y algunos ejercicios que me mantengan medianamente  en forma.

En principio preocupado, pues tengo dos hermanas  sanitarias en los hospitales Virgen de Calme y Virgen Macarena de Sevilla respectivamente, en planta Coronavirus, aparte de una cuñada. Pero como soy muy inquieto  y no podía quedarme con los brazos cruzados, decidí llamar a un primo hermano mío que es el único fabricante de Europa de pantallas led gigantes con infraestructuras en China, y podía adquirir material sanitario del que hacía falta en España. A través de empresas de Huelva y Sevilla he logrado reunir 25.000 euros, con él se ha podido comprar material que hemos repartido entre hospitales onubenses e hispalenses y en Rociana del Condado.

Hemos estado trabajando para ayudar al Banco de Alimentos, pues en estos momentos necesitan más víveres que nunca y se ha logrado entregar a esta ONG un total de 1.800 kilos de comida.

Hasta el verano no vamos a hacer una vida medianamente normal, pero lógicamente no será como la que teníamos hasta mediados de marzo, eso ya pertenece a la historia después del estado excepcional. Nosotros los profesores no vamos a acudir a los centros escolares hasta septiembre.

Hasta que  llegue el verano tendremos que acostumbrarnos a llevar mascarilla y mantener 2 metros  de distancia entre personas, que veo y compruebo que hay quien no lo respeta, y lo que estas personas no hacen bien repercute en nosotros. Mientras no se consiga la vacuna así vamos a seguir por lo menos hasta final de este 2020. Aunque se espera porque así lo dicen los médicos, los entendidos, que hay que estar preparados para una segunda oleada, que esperemos no sea tan cruel como la de 1919, para ello hay que preparar el sistema sanitario español. De la responsabilidad de cada uno de nosotros, está el bienestar de todos. De nada sirve que unos cumplamos con las medidas que se nos digan para haya otra personas que no lo hagan y vayan propagando la infección.

En fin José Antonio, que me ha dado alegría saber que te encuentras perfectamente de salud y que sigues con tus inquietudes y desde luego, totalmente de acuerdo contigo. Hay que cumplir con todas las medidas de precaución que nos dictan y esperar que más pronto que tarde podamos recuperar nuestra anterior vida, aunque sinceramente creo va a ser muy pero que muy distinta.