Variedades del campo de experimentación de El Rompido suponen ya 200 millones de plantas de fresa
Imágenes: Fresas Nuevos Materiales (FNM)
Los agricultores onubenses continúan pagando en torno a 12 millones de euros anuales por los royalties de las variedades norteamericanas
Durante años las variedades de fresas que se plantaban en Huelva procedían de las plantas seleccionadas y desarrolladas genéticamente en Estados Unidos y eso implica que los agricultores deben pagar royalties por utilizar esas plantas obtenidas, un dinero que se va al otro lado del charco. Sin embargo, desde hace ya algunos años, en Huelva se gestó un programa propio, con campos de cultivo para la experimentación y desarrollo de nuevas variedades de fresa 'made in Huelva'. A lo largo de casi dos décadas, Fresas Nuevos Materiales (FNM) ha conseguido desarrollar, en su campo de experimentación de El Rompido, algunas de las variedades más exitosas cultivadas en nuestra provincia. Tres de esas variedades son Primoris, Rábida y Rociera, las cuales suponen ya unos 200 millones de plantas, algo que los ha situado como uno de los buques insignia del I+D onubense.
Pese a todo, en la actualidad, los freseros onubenses tienen en su cultivo favorito una variedad americana, la Fortuna (desarrollada por la Universidad de Florida) esta variedad copa en torno al 33% de todas las plantaciones de fresa de la provincia pero las tres marcas onubenses son las que le siguen a la saga por intentar que Huelva sea también un referente en este ámbito y que el valor añadido y los royalties se queden en la provincia.
Todas las variedades de FNM han sido desarrolladas en Huelva. Actualmente el catálogo "cuenta con 3 primeras marcas”, que son Rociera Fnm, Rábida Fnm y Primoris Fnm. Afortunadamente, “la aceptación ha sido muy positiva a lo largo de las campañas, prueba de ello es que, según el último informe publicado por IFAPA durante la pasada campaña, la suma de las variedades de FNM supuso el 37,25% del mercado, liderando así la distribución por obtentor en el cultivo de fresa en Huelva”.
Desde Fresas Nuevos Materiales aseguran que el apostar por variedades propias, de Huelva en este caso, no solo supone “un notable ahorro económico en el precio del royalty . La principal ventaja de apostar por variedades de aquí es que el pago de esos royalties se transforma en dinero que se reinvierte en mejora e investigación para el propio sector”, ya que los principales productores onubenses forman parte de FNM. Además, al ser desarrolladas aquí, "las variedades se adaptan perfectamente a las condiciones de la provincia".
Desde FNM aseguran que su objetivo "siempre ha sido satisfacer las necesidades de nuestros propios asociados, viveristas y productores onubenses de frutos rojos, a quienes queremos seguir ofreciendo un catálogo completo no sólo de variedades de fresas, sino también del resto de berries, como por ejemplo de frambuesa, que es una de las líneas de investigación en las que nos encontramos trabajando. Pensamos que tenemos la obligación de seguir adaptándonos a la realidad de la agricultura onubense y a la diversificación de la que está siendo objeto en las últimas campañas".
La creación de nuevos programas de investigación para el desarrollo de variedades de fresa exige una gran inversión de I+D y se trata de un proceso duradero y muy exigente. "Obtener una variedad de fresa de calidad aceptable, puede suponer unos 8 o 10 años de trabajo".
El objetivo es "seguir aumentando una cuota de mercado ya de por sí bastante importante, en cuanto a nuestras variedades de fresa se refiere. Teniendo en cuenta las últimas campañas, esperamos seguir obteniendo una línea ascendente al respecto. También confiamos en que nuestras nuevas líneas de investigación darán grandes resultados a corto y medio plazo, para ello seguimos trabajando".