La Real Federación Española de Fútbol, que ha propuesto la cancelación de la temporada en la Segunda División B, incluido los diez partidos que le restan al Recreativo, ha suscrito en cambio un pacto con el Consejo Superior de Deportes y LaLiga para la reanudación de la actividad en el fútbol profesional (Primera y Segunda División), en cuanto la pandemia del coronavirus esté bajo control.

Una decisión sorprendente desde el punto de vista de la salud pública -al fin y al cabo la enfermedad no distingue las categorías de los jugadores y sus familias-, pero que se justifica porque el hecho de que jugar a puerta cerrada no perjudica los principales intereses económicos de los clubes profesionales, que viven fundamentalmente de los derechos televisivos.

Campaña de abonados

En la Segunda B, por el contrario, las campañas de abonados son la principal fuente de ingresos de los equipos. No obstante, esto no debería ser impedimento para reanudar la competición también en la categoría de bronce, pues todos los clubes ya han cobrado sus abonos. Asunto bien distinto sería en la próxima campaña, cuyos primeros meses podrían disputarse sin público en los estadios.