La actuación de los jugadores deja heridas profundas en el Recre

Los rectores albiazules no comparten ni el fondo ni la forma de la protesta ni el papel jugado por Oltra, mientras algunos trabajadores se sienten sorprendidos porque el comunicado no hace mención directa del personal no deportivo.

Rebelión a bordo. La protesta pública llevada a cabo por los jugadores profesionales del Recreativo de Huelva, por los reiterados atrasos a la hora de cobrar sus nóminas, ha causado un hondo malestar en las oficinas del Nuevo Colombino. Y aunque no se puede hablar de guerra civil, hará falta tiempo y un esfuerzo por todas las partes implicadas para recuperar la normalidad en las relaciones entre los diversos estamentos del club.

En el consejo de administración entienden las razones de los futbolistas y no discuten su derecho a reclamar lo que les corresponde, pero consideran que las formas no han sido las adecuadas (hay críticas contra la gestión y la política de comunicación) y que el momento elegido (con sólo dos mensualidades atrasadas y en plena guerra LFP-Hacienda) no ha sido el más oportuno. Más aún, creen que con su reclamación, el plantel ha causado un grave daño a la imagen de la entidad sin conseguir nada a cambio.

De hecho, los dirigentes del Decano intentaron frenar la protesta por todos los caminos. Uno de los cuales fue proponer una nota conjunta club-plantilla responsabilizando a Hacienda de los impagos. No fue posible el acuerdo, y al final, el comunicado de los jugadores ni siquiera menciona a la Agencia Tributaria, lo que ha aumentado el malestar entre los rectores albiazules, impotentes ante el embargo de las cuentas realizado por el fisco.

Tampoco se esperaban en las altas esferas que las reclamaciones laborales del plantel incuyeran el mal estado de los campos de la Ciudad Deportiva o la falta de material médico. Pero lo que más ha sorprendido a los máximos responsables del Recre son las críticas por la no inscripción de Marc Bertán, pues entienden que la política deportiva es competencia exclusiva del club. La solidaridad con un compañero que no puede jugar explicaría la queja, aunque en la cúpula albiazul ven detrás la mano de José Luis Oltra.

La relación con el entrenador se ha enfríado de forma notable. En el Nuevo Colombino siguen encantados con su capacidad deportiva y técnica, y agradecen su habilidad para pacificar el entorno, si bien, no entienden su vocación de pirómano, pues consideran que fue el preparador valenciano quien prendió la llama de la protesta con sus declaraciones posteriores al partido del Numancia.

La actuación de los jugadores también ha sorprendido a algunos trabajadores del Recreativo, aunque en un sentido bien distinto. En su comunicado, los futbolistas hacen referencia a la cantera y a los fisioterapeutas, masajistas y utilleros, pero no mencionan directamente a los empleados no deportivos del club, como el personal de oficina, a los que el Recreativo adeuda un mes más que a los futbolistas, sin llegar a cobrar ni de lejos lo que perciben los profesionales del balón.