Las aficiones del Recre y del Betis disfrutan de su hermandad
Han sufrido y padecido como nunca esta temporada, porque no se trataba de ganar o perder, de subir o bajar un puesto en la clasificación, de pelear por un ascenso o evitar un descenso. En esta ocasión, corría peligro la propia existencia del club de sus amores y la afición del Recreativo supo estar a la altura del reto de los retos.
Sí, la hinchada albiazul se merecía un partido como el de anoche, un encuentro para relajarse, disfrutar y soltar todos los sufrimientos del curso. Por eso cantó, bailó, rió y gozó del fútbol sin presión. Y vibró con el empeño del Decano por plantar cara al Betis y con los detalles de calidad que dejaron los futbolistas de Juan Merino, que no son de Primera División por casualidad.
Alrededor de 11.500 espectadores se dieron cita en el Nuevo Colombino, incluidos varios centenares de seguidores béticos, en perfecta hermandad con los aficionados locales. Por momentos, incluso, la grada pareció el Benito Villamarín por sus cánticos contra el Sevilla. Y la goleada visitante quedó en anécdota.
Al final del choque, nueva invasión de campo, a la caza y captura de los héroes de Alejandro Ceballos, pero también de las estrellas verdiblancas, especialmente de Joaquín. Pero esta vez, a pesar de la presencia de centenares de hinchas sobre el césped, los jugadores de uno y otro equipo no salieron otra vez al campo. Como es lógico, tenían prisa de disfrutar unas merecidas vacaciones.