La solución a la crisis del Recre no está en el Nuevo Colombino

Agotadas las vías de la inversión directa y la venta, el club se pone en manos del TEA, la LFP y los políticos.

La cara de Pablo Comas lo dice todo. Cuentan los que mantienen un contacto diario con el presidente del Recreativo de Huelva, que nunca le habían visto así. No ha perdido su espíritu combativo, pero en la mirada se adivina la preocupación por una situación a la que ya no puede ponerle remedio.

Con las cuentas bancarias del club bloquedas por Hacienda desde el pasado mes de febrero, el día a día del Recre es una lenta agonía. Todo el dinero que ingresa la entidad es embargado por el fisco, demorando los pagos a futbolistas, técnicos, empleados y proveedores.

Las deudas pequeñas se multiplican, originando mil quebraderos de cabeza, aunque en los despachos del Nuevo Colombino tienen claras las prioridades. Se pagará primero a las que afecten al convenio alcanzado en el marco del proceso concursal. Después llegará el turno de las que supongan algún tipo de perjucio deportivo, como las denuncias de los futbolistas ante la AFE.

'Pecata minuta', en todo caso, ante el gran problema económico del Decano. Incumplido el primer convenio con Hacienda e invalidado por Madrid el segundo convenio alcanzado con Sevilla, el club ha fracasado en sus intentos por lograr un nuevo aplazamiento de la deuda con Hacienda, que el Ministerio estima en unos 9 millones de euros a 'grosso' modo.

La última bala en la recámara recreativista ha sido la denuncia interpuesta ante el Tribunal Económico Administrativo (TEA) solicitando, entre otras medidas, la paralización por la vía cautelar de las actuaciones de Hacienda, lo que devolvería al club su autonomía económica. Pero de momento, no hay noticias.

Tampoco las hay de la posible venta del Recreativo. Rumores sobre intereses y ofertas ha habido muchos, pero la realidad es que el Decano sigue en manos de Víctor Hugo Mesa y Pablo Comas. Si ha habido proposiciones en firme, éstas no han convencido a los duelos del club.

Incapaces de hacer frente a la situación por sus propios medios, los máximos accionistas han buscado también alianzas más allá de los pasillos del Nuevo Colombino. Los políticos y Javier Tebas son ahora las grandes esperanzas.

Desde hace un tiempo, se vienen produciendo movimientos políticos para que Hacienda afloje el nudo con el que ahorca el cuello del Recreativo y otros ocho clubes. Nadie piensa que el Ministerio vaya a forzar la desaparición de ninguno, menos en año electoral, pero los tiempos de la política no coinciden con los del fútbol. Y cuanto más se demora la solución en este campo, más problemas generarán los impagos.

El otro frente es la Liga de Fútbol Profesional. Su presidente, Javier Tebas está inmerso en una guerra personal con Soledad Garcia, la Directora General de Recaudación de la Agencia Tributaria. Los juristas y economistas de la LFP llevan un tiempo pensando en una solución global al contencioso entre el fútbol y Hacienda, que bien podría pasar por la concesión de un crédito a la Liga que, a su vez, prestaría el dinero a los clubes en apuros.

La idea es presentar como aval los derechos televisivos de toda la LFP, pues la patronal y el Consejo Superior de Deportes pretenden centralizar la venta de los mismos en un solo operador para dentro de dos temporadas.