La Federación destensa la semifinal con una foto de unidad entre Laura y Haideé
Molina, jugadora del Rinconada, y Ojeda, jugadora del IES La Orden, siguen siendo amigas y pareja de dobles pese a la guerra entre sus dos clubes. Son, además, hija de Antonio Molina y Paco Ojeda, respectivamente, los dos entrenadores en conflicto. La Fesba ha advertido privadamente a ambos clubes para que eviten incidentes en el partido del sábado.
Una imagen que vale mil palabras. Son Laura Molina, jugadora del Soderinsa Rinconada, y Haideé Ojeda, jugadora del Recreativo IES La Orden. Juntas, abrazadas y sonrientes tras ganar un partido en Portugal. Porque Laura y Haideé compiten como pareja de dobles femeninos desde hace años. El mismo tiempo que llevan siendo amigas. Una amistad que perdura, pese al enconado pulso que mantienen sus respectivos clubes.
La foto se puede ver en la web ode la Federación Española de Bádminton (Fesba) y encierra más significados, pues Laura es hija de Antonio Molina, entrenador del Rinconada, al igual que Haideé lo es de Paco Ojeda, entrenador del IES La Orden. Los padres no se llevan tan bien entre sí como sus hijas, pero ya se sabe que un progenitor es capaz de todo por sus vástagos.
Hay un último detalle. Laura Molina fue víctima de un "comportamiento irrespetuoso" por la afición del Andrés Estrada, según recoge el acta arbitral del partido, y promotora también de la denuncia del Soderinsa por "insultos sexistas y apología de la violencia de género", que ha desembocado en una sanción para el conjunto onubense y generado una situación límite para el choque de vuelta.
Porque a estas alturas, no debería importar tanto que tuviera lugar una "conducta incorrecta del público de La Orden para con el equipo visitante al proferir expresiones insultantes, intolerantes y sexistas de modo reiterado", según explica la Fesba en su resolución.
O que se produjeran "insultos y cortes de manga" de los aficionados del Rinconada, "actitudes antideportivas" de Antonio Molina, "comportamiento antideportivo" de la presidenta Isabel Venteo" y "gestos provocadores hacia la grada" de los jugadores rinconeros, como ha denunciado el Recre IES La Orden en un comunicado.
Lo verdaderamente importante es que los incidentes del partido de Huelva no se repitan en Sevilla, y la amenaza del Soderinsa de expulsar de su pabellón a los aficionados onubenses que no se comporten adecuadamente no contribuye, precisamente, a rebajar la tensión.
Por eso, la Federación aún mantiene la foto de Laura Molina y Haideé Ojeda, compañeras y amigas pese a estar en medio de una guerra. Quizás no sea suficiente -la Fesba ya ha advertido privadamente a los dos clubes que castigará con dureza cualquier incidente y la Comisión contra la Violencia se pronunciará esta semana-, pero la imagen que preside esta noticia es la que todos querríamos ver el próximo sábado.