Gildoy propone a los compradores del Recre que mantengan el pleito contra el Ayuntamiento
Como forma de asegurar el futuro a medio-largo plazo del club y como segunda garantía de cobro por la venta del 75% de las acciones del Decano. Comas y sus socios reclaman los 10,5 millones de euros más IVA con los que la entidad albiazul financió la obra del Nuevo Colombino, estadio de titularidad municipal tras una polémica compensación. Los empresarios onubenses se oponen pues desean contar con el Consistorio como aliado.
La operación de compra-venta del Recreativo de Huelva se atasca. Las negociaciones que se iniciaron en noviembre y que han estado a punto de cristalizar en un acuerdo en dos ocasiones, se encuentran ahora en una peligrosa fase de estancamiento.
Ambos bandos se acusan mutuamente de la situación. La parte compradora responsabiliza a Gildoy España, concretamente a Pablo Comas, de realizar maniobras dilatorias, no tener un criterio fijo, variar las condiciones de venta y pedir imposibles a sabiendas que los son.
Desde el lado del empresario madrileño y sus socios se insinúa que el grupo empresarial onubense interesado en adquirir el Decano va de farol, pues ni ha presentado una oferta por escrito ni tiene el músculo financiero necesario para asegurar el futuro de la entidad.
Por eso, desde las filas de Gildoy se ha lanzado una atrevida propuesta. Proponen a los compradores que se unan al pleito contra el Ayuntamiento de Huelva para reclamar los 10,5 millones de euros más IVA con los que el Recreativo costeó la construcción del Nuevo Colombino.
Cabe recordar al respecto que aunque el Recre pagó su obra, el estadio acabó siendo de titularidad municipal tras una operación de transacción que incluyó un contrato de alquiler del campo, cuatro locales comerciales y dos parcelas en el Parque Empresarial como compensación al club.
Pero Comas y sus colaboradores consideran que dicha compensación se sobrevaloró en relación al precio de mercado, causando un grave perjuicio económico al Recreativo. Y están seguros de poder demostrarlo en los tribunales tras consultar a varios gabinetes jurídicos de Huelva, Sevilla y Madrid.
En este sentido, el pleito no sólo garantizaría el futuro a medio-largo plazo del club, sino también que Gildoy tuviera una segunda vía para cobrar por la venta del 75% de las acciones del Decano, independientemente de si el equipo regresa o no al fútbol profesional.
La propuesta de Gildoy, sin embargo, no convence a los empresarios onubenses, que desean contar con el Ayuntamiento como socio. Necesitan el respaldo político del Consistorio en las negociaciones con Hacienda y Seguridad Social, además de su ayuda a la hora de buscar patrocinadores.
Aún más, los posibles futuros dueños del Recre confían en que el Ayuntamiento se hará cargo de algunos gastos del club, como el mantenimiento del Nuevo Colombino. Y difícilmente los políticos serán tu aliado si lo primero que haces es ponerles una denuncia.
En el fondo, lo que persigue Gildoy no es cobrar los 10,5 millones de euros más IVA de la construcción del Nuevo Colombino, y sí que el Ayuntamiento acepte un nuevo acuerdo y compense al Decano, algo a lo que, por el momento, se oponen tajantemente los responsables municipales.
Así las cosas, la compra-venta del Recreativo podría extenderse hasta el verano, cuando las partes se queden sin margen para seguir maniobrando ante la amenaza de un descenso administrativo por impagos a la Tercera División, un escenario que todos los implicados desean evitar.