El Convenio de Acreedores es el último escollo para salvar al Recre
Lo han planeado en silencio, con las precauciones necesarias y sin alardear de ello, pese a las críticas recibidas por un supuesta falta de acción. Y al final, el plan del Ayuntamiento ha resultado. Pablo Comas ha dejado de ser el dueño del Recreativo tras decretar la Junta Extraordinaria de Gobierno la ocupación urgente del 75% de las acciones que tenía Gildoy España SL. La expropiación ha sido una apuesta ganadora.
Desde el Ayuntamiento se confía en que habrá acuerdo con AFE y RFEF -las negociaciones están muy avanzadas- para aplazar el pago de parte de la deuda, e igualmente se da por hecho que aparecerá una empresa o entidad que complete la cantidad que el Recre necesite antes del fin del plazo.
Pero si AFE y RFEF pueden aceptar pagos directos de terceros que actúan en nombre de un club del que aún no son formalmente propietarios, a cambio de convertirse en nuevos acreedores, ¿se puede hacer lo mismo con el Convenio de Acreedores?
Si lo es el Ayuntamiento, el problema está resuelto. Pero si lo sigue siendo Pablo Comas, se hace difícil pensar que pagará 70.000 euros para defender una propiedad que le será expropiada en breve, además, sin indemnización alguna por el momento. E incumplir el Convenio de Acreedores implica el riesgo de que la Justicia pueda decretar la disolución de la sociedad.