El vestuario del Cajasol Sporting carga contra Quijada Alcón
Sara Serrat señala que "si se quiere profesionalizar el fútbol femenino, lo primero que se deberían revisar son los árbitros, ha sido de vergüenza". Jenny Benítez califica lo sucedido de "atraco" y denuncia que hubo "gente insultándonos dentro y fuera del campo".
La indignación se apoderó del vestuario del Cajasol Sporting nada más terminar el partido en Badajoz, saldado con una polémica derrota ante el Santa Teresa, con un penalti no pitado, la expulsión de Sara Serrat y otro penalti a favor de las pacenses a poco del final.
Precisamente, la guardameta onubense fue una de las primeras en criticar el arbitraje de Quijada Alcón al indicar en las redes sociales que "si se quiere profesionalizar el fútbol femenino, lo primero que se deberían revisar son los árbitros. Ha sido de vergüenza, qué triste", se lamenta.
"El rival jugaba con 14 jugadores en lugar de once y así es imposible. Y no haré referencia a mi expulsión (también dudosa), sino a todas las faltas pitadas a favor de ellas y las escasas a favor nuestra, al penalti inventado en los últimos minutos que les daba la victoria, a la falta de respeto hacia las jugadoras y cuerpo técnico".
Más contundente se muestra Jenny Benítez, que no duda en calificar de "atraco" lo sucedido en el Viejo Vivero. "Qué pena, juegan con nuestro trabajo de toda la semana, con nuestra ilusion... He sentido vergüenza dentro de un campo de fútbol, así no avanzamos. Ojalá los que han grabado el partido se dignen a subirlo. Gente insultándonos dentro y fuera del campo. Nos vamos del campo llorando".