Cómo tratar a un entrenador, del Ciudad de Huelva al Huesca La Magia
Que Íñigo Núñez debe mejorar su comportamiento en un banquillo es una obviedad. De hecho, lo reconoce el propio entrenador, sin ir más lejos, en esta video entrevista con DiariodeHuelva.es. Que deba hacerlo por ser 'un mal ejemplo para los niños', como sostiene Jaime Batlle, el portavoz de la directiva del Ciudad de Huelva, es una absoluta memez. Y no justifica un despido.
Debe mejorar su comportamiento, simple, llana y únicamente porque en algunas ocasiones perjudica a su equipo. Y en el deporte profesional, eso es lo único que cuenta: competir. Y ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Y Núñez, lo demuestran los resultados, gana más partidos de los que pierde. Y eso teniendo todo en contra, incluso a su propia Junta Directiva.
Es más, muchas veces los gritos y las protestas del técnico vasco son recursos con los que consigue motivar a sus jugadores o influir en el arbitraje. De hecho, forzar una técnica para variar el rumbo de un partido es un truco tan antiguo como la misma regla. Porque mientras Núñez tiene la fama, otros cardan la lana. Y entre esos otros se encuentran los dos mejores entrenadores de Europa.
Para los adalides del 'valorcesto', técnicos como Željko Obradović (ganador de 9 Euroligas) o Ergin Ataman (vencedor de tres de las cuatro últimas Euroligas), deberían dejar los banquillos por 'no ser ejemplos para los niños'. Por no hablar de Pablo Laso, el mejor entrenador español de los últimos tiempos, y sus famosas 'lasinas', broncas que nada tienen que envidiar a las de Íñigo Núñez.
Si cruzamos el Atlántico, nos encontramos con el desaparecido Bobby Knight, con Don Nelson (al menos 79 expulsiones) o con Jerry Sloan (446 técnicas). Porque como demuestran las estadísticas oficiales de la presente edición de la Euroliga (ver cuadro adjunto), que un jugador, un entrenador o un banquillo vean una técnica, es una moneda mucho más corriente de lo que cabe imaginar:
En realidad no hay que irse tan lejos. En España, en la Segunda FEB, en el mismo grupo del Ciudad de Huelva, hay un ejemplo de cómo un club debe tratar a su entrenador mientras esté compitiendo. El 9 de noviembre, Rafa Sanz, técnico del Huesca La Magia, zancadilleó y derribó a un jugador del Zornotza cuando restaban 3 minutos y 47 segundos para el final del partido y el marcador estaba empatado. Una acción antideportiva y un verdadero 'mal ejemplo para los niños'.
Pues bien, el Huesca, lejos de criticar a su entrenador, y ni mucho menos cesarlo, lo respaldó mostrando su "profundo malestar" por el "linchamiento" que estaba sufriendo Sanz. Más aún, el club estimuló un vídeo con 29 acciones similares a las de la zancadilla, para demostrar que fue una acción fortuita, producto de un 'tic nervioso' que padece el técnico del cuadro oscense.