La convocatoria de la bancarrota
No hay mejor termómetro para calibrar la salud económica de un equipo del Grupo IV de Segunda B, que su actitud frente al desplazamiento a Melilla. El viaje, que normalmente requiere de un vuelo de ida y vuelta a Málaga, es el más caro de todos, por eso está parcialmente subvencionado por la Real Federación Española de Fútbol.
Sin embargo, como esas subvenciones no cubren el alojamiento y se cobran después de finalizada la temporada, no son pocos los equipos que deciden recortar gastos reduciendo el número de expedicionarios, incluidos los futbolistas. Así lo hicieron El Ejido, el Mérida, el Jaén y, ahora, el Recreativo.
Todos optaron por llevar 16 jugadores en lugar de los 18 que permite la normativa con tal de ahorrar dos billetes de avión y una noche de hotel en habitación doble. Un gasto que sí se permitieron el Granada B, el Cartagena y el Extremadura, que llevaron a Melilla a 18 futbolistas.