Carolina Marín: "He llorado cuando me han cantado la Salve Rociera"
Emocionada, pero también sorprendida, muy sorprendida. En sus primeras palabras en Huelva como Campeona Olímpica, Carolina Marín reconoció sentirse desbordada por el recibimiento de sus paisanos. "No me esperaba que hubiera tanta gente y me ha emocionado mucho que me canten la Salve Rociera, hasta me he puesto a llorar", indica.
Porque sólo ella sabe lo que cuesta la fama y la gloria, pues como bien se encarga de recordar, "las medallas son muy bonitas, pero detrás hay muchísimo sacrificio, mucha constancia y mucho trabajo día a día". Más aún cuando "comparo lo que gano con lo que reciben mis rivales asiáticas", lamenta.
Lo cual no quiere decir que la onubense se de por satisfecha pese a ganar todo lo ganable. "Aún queda mucha Carolina", anuncia. "La vida del deportista de élite es dura y hay que cuidarse de las lesiones, pero espero durar dos ciclos olímpicos más", confiesa. Siempre con el apoyo de Huelva.