Las funerarias se reinventan

Las funerarias tradicionales se han tenido que transformar para adaptarse a una nueva sociedad mucho más digitalizada.

Las funerarias tradicionales se han tenido que transformar para adaptarse a una nueva sociedad mucho más digitalizada. Pero no solo eso, además de tener que reinventarse para tener presencia online, los consumidores piden nuevos servicios: ceremonias en remoto, urnas ecológicas, cofres de diseño o documentales sobre la vida de la persona fallecida, por citar solo algunos ejemplos.

Desde las grandes compañías a las empresas más pequeñas y familiares, todos en el sector se han visto obligados a reinventarse. Un claro ejemplo de ellos son pymes que han surgido como efuneraria que permite la contratación de servicios fúnebres a través de internet.

Está claro que para poder seguir atendiendo a sus clientes no solo deben tener una página web, también tienen que innovar y ofrecer nuevos servicios fúnebres online, los cuales son cada vez más exigentes y personalizados.

El boom de los nuevos ritos funerarios

Las funerarias tradicionales están acostumbradas a planificar y gestionar inhumaciones e incineraciones, además de las ceremonias, funerales y demás gestiones necesarias para brindarle a la persona fallecida y a su familia el mejor soporte dadas las circunstancias. Ahora bien, el mundo funerario, al igual que la sociedad, cambia y se transforma, y de ahí surgen nuevas formas de tratar y conservar las cenizas o la memoria del finado.

Entierros más ecológicos

Este tipo de rito funerario está diseñado para impactar lo mínimo en el medio ambiente, por eso es también conocido como entierro natural o verde. Los ataúdes pueden ser simples cajas de madera y cestas de mimbre. Por otro lado, al evitar fluidos por embalsamamiento, bóvedas de cemento, materiales del ataúd, etc., este tipo de entierros es más respetuoso con el medio ambiente. No obstante, también se puede elegir entre poder reintegrar el cuerpo en la naturaleza, o mediante incineración, crear con sus cenizas arrecifes artificiales para reconstruir ecosistemas submarinos. Otra nueva opción es encapsular las cenizas en un recipiente orgánico para alimentar un árbol. Con estas “urnas vivientes” las cenizas de la persona difunta se plantan con un árbol joven y mediante GPS se permite a familiares y allegados comprobar su crecimiento a través de los años.

Joyas para conservar el ADN

En algunos casos, los servicios de las funerarias incluyen la conservación del ADN de la persona fallecida por medio de joyas y diamantes sintéticos obtenidos a partir de las cenizas y los cabellos del difunto. Para ello, algunas empresas especializadas crean diamantes a partir de la extracción del carbono que se consigue de las cenizas mortuorias y su posterior cristalización. El resultado de este proceso es una pieza única, que puede presentarse en su forma original, o en otros dos cortes, y siempre de tono azulado por la presencia de boro. Cuando se trata de joyas de cremación, se mezcla una parte de las cenizas con oro o plata para formar colgantes, collares y pulseras con diseños muy variados. Sin duda una forma muy original de conservar y llevar consigo una parte de la persona amada ya difunta.

Las ventajas de la planificación en línea

Debido a que muy pocas personas entienden los elementos que conllevan la planificación de funerales y entierros, los familiares pueden encontrar serias complicaciones si tratan de hacerlo ellos mismos, sobre todo porque a estas dificultades se suma su estado emocional. Por este motivo es mejor recurrir a la experiencia de un profesional que pueda explicar claramente las opciones disponibles y guiarlos en las decisiones de compra, las cuales resultan confusas para muchas personas. 

Todo esto se puede hacer telemáticamente, tanto por teléfono, como por medio de correo electrónico, videoconferencia, WhatsApp u otros medios de comunicación habituales. Además, a través de las páginas web de las funerarias, no solo se pueden contratar todos los servicios que se necesiten y deseen, sino que también se puede planificar anticipadamente, de esta forma se facilita mucho todo el proceso de cara al futuro.

En este sentido, hay mayor participación de los familiares. Cada vez más familias piden participar de forma activa en los servicios funerarios que desean para la persona difunta. Esto implica no solo ayudar a lavar y vestir el cuerpo del ser querido, sino también estar presentes en la cremación, esparcir la tierra sobre el ataúd o incluso excavar con sus propias manos la tumba para su ser querido.

Estas acciones que siempre se han dejado en manos de los expertos, ahora suponen una oportunidad real para despedirse de manera efectiva del difunto, al tiempo que se facilita el proceso de duelo. La sociedad occidental siempre ha tratado la muerte como un tema tabú, pero eso es algo que está cambiando, de ahí que los servicios funerarios estén viviendo esta profunda transformación.