viernes. 29.03.2024
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Ana Limón: "Opositar en Huelva es un privilegio, tener la playa y el campo cerca para desconectar"

Hoy, Día del Opositor, cobra especial importancia debido a la oferta de empleo público récord anunciada esta semana por el Gobierno. ¿Merece la pena opositar? Ana Limón nos cuenta su experiencia en este duro y largo camino
Ana Limón: "Opositar en Huelva es un privilegio, tener la playa y el campo cerca para desconectar"

Desde 2019 se celebra el último viernes de mayo el Día del Opositor. Y este año adquiere especial relevancia este día debido a la aprobación por parte del Gobierno central, a principios de esta semana, de una oferta de empleo público récord con 55.788 plazas para la Administración, Justicia, policía y ejército.

Los tiempos convulsos que recorremos estos últimos años ya impulsaron a muchos hace tiempo hacia el arduo camino que supone el dedicarte en cuerpo y alma a estudiar unas oposiciones, pero el aumento de la oferta de plazas para reforzar un ya debilitado funcionariado español, puede ser el estímulo definitivo para muchos posibles aspirantes que aún se mostraban dubitativos de tan difícil decisión.

España está en el puesto número 22 en número de funcionarios, con un 15,58% de su población prestando servicio público en el país. Y Huelva, aunque albergue muy pocas plazas (en comparación con las grandes ciudades), sin duda es un deseado lugar tanto para opositar como para conseguir tu plaza.

La provincia onubense cuenta cada vez más con esas personas que, con las complicaciones que todo ello conlleva, se lanzan a opositar. Con más o menos responsabilidades, trabajadores, estudiantes, padres y madres, emplean su esfuerzo, sus ahorros y algo que no tiene precio: su tiempo, ese que nunca vuelve.

Un único objetivo: conseguir su plaza, cueste lo que cueste. Muchos quedan en el camino, por circunstancias de la vida, el camino es pedregoso y no hay que tomárselo como un estudio o título más, porque no lo es.

Ana Limón conoce bien este camino, hasta que no lo ha conseguido, no ha parado. Cristalina era su meta y, tras años de lucha, de voluntad total, de empatía con ella misma en los momentos más complicados y la tenacidad en nunca desistir, recientemente, lo ha logrado. Ya es funcionaria, administrativa de la Administración del Estado.

Un testimonio digno de conocer, que con la amabilidad y predisposición que le caracteriza, quiso compartir con diariodehuelva.es

¿Por qué te decidiste a opositar?

Decidí opositar cuando, embarcada en el mundo laboral, no encontraba mi lugar. Terminé la carrera de relaciones laborales y recursos humanos y, después de las prácticas, decidí que ese no era mi camino. Más adelante me aventuré a tener un bar, y compartía mis horas de trabajo entre el bar y una tiendecita familiar que tenían mis padres. Llegó el momento de que se jubilaran, por lo que decidimos traspasar nuestros negocios y entonces comenzar mi nueva etapa opositora. Y ahora sí venía decidida a darlo todo en este nuevo objetivo.

¿Cómo es opositar en Huelva? ¿Hay mucha competencia?

Bajo mi experiencia opositar en Huelva ha sido un privilegio, el tener la playa y el campo cerca para cuando necesitas desconectar la mente es un regalo y un simple paseo te ofrece un descanso emocional muy necesario. El camino opositor es un camino en solitario rodeada de compañeros que te dan la vida pero en solitario y aunque en tus días de descanso busques cobijo en familia y amigos hay veces que necesitas tiempo para ti, para pensar y reconectar con la persona que eres pues estudiando muchas veces te olvidas de ti misma y esto no lo hablo en negativo, todo lo contrario, acabas conociendo dos versiones de ti misma, la que busca su objetivo y se olvida de todo lo demás y por otro lado la parte más humana que no hay objetivo que se le ponga por delante.

Respecto a la competencia opositora, obviamente hay bastante, pero está en ti marcar quién es esa competencia, que se inscriban muchas personas a las oposiciones que tú te estás preparando no te puede hacer plantearte qué hago aquí ni mucho menos porque ahí es dónde te das cuenta de que tu propia competencia es tu mente.

¿Cómo ha sido tu experiencia de estudio intensivo?

Mi experiencia opositando viene de hace bastantes años, me atrevería a decir 5 años pero ahora que he aprobado y que sé cómo se consigue una plaza puedo afirmar que yo lo que hacía antes no era opositar. Mi nueva etapa y la que me ha llevado a la plaza han sido estos dos últimos años, en los que decidí que no quería vivir como vivía y que eso tenía que cambiar, y ahí llegó el hasta luego mundo ahora sí que voy a opositar.

¿Lo peor de opositar?

En mi etapa diría que el covid, esto supuso que de repente nuestros planes se torcieran, y que lo que debía durar un año durara más de dos y que durara más de dos lo digo ahora pero durante la preparación fue una incertidumbre constante sin saber qué sería de nosotros y cuánto duraría esto.

¿Y lo mejor? (Aparte de aprobar)

Lo mejor de opositar se llama R.R., él ha sido mi preparador y tener una persona en la que confías ciegamente y que sabes que está dando todo lo que está en sus manos para que tú llegues a tu destino eso se llama felicidad opositora.

También tengo que nombrar a mis compañeras de oposiciones (M., R., y G.), con las que he compartido el camino, las que han estado conmigo codo con codo día tras día, porque esta etapa une y mucho y creo que esto vale más que cualquier plaza que puedas conseguir.

¿Recomiendas a alguien sumergirse en el mundo de las Oposiciones?

Pues recomendar quizás no sea la palabra que yo utilizaría, creo que esta es una decisión muy personal, te vas a enfrentar a un camino duro y tienes que estar muy seguro de que es ese el camino que quieres tomar, yo apoyaría a los que deciden opositar y decirles que yo y todos mis compañeros que hemos aprobado hemos sentido miedo, mucho miedo y nos hemos visto muy pequeños en este camino pero si tienes un buen preparador y tu metodología de estudios y tu actitud son las correctas ve a por ello, para mí ese ha sido mi mantra.

Por último quisiera acabar diciendo que un puesto de trabajo o aprobar un examen no hace a nadie más válido que a nadie, cada persona tiene su ritmo y sus circunstancias personales, no hay un tiempo establecido y que si en este camino te comparas con algún compañero o amigo que sea una actitud sana, que os beneficiéis los unos de los otros y os ayudéis y bajo mi experiencia la cual la he compartido con varios compañeros de clase puedo decir que cuando todos vais a una sois más fuertes.